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Cuba Si, yankis no

A los queridos amigos que se van.

Ese mismo día el ministro Roa decía ante la asamblea general de las Naciones Unidas: “Acabo de recibir noticias del presidente de la república, doctor Osvaldo Dorticós, y del primer ministro del Gobierno Revolucionario, doctor Fidel Castro, de denunciar a la asamblea general de las Naciones Unidas que esta mañana, a las 6, 30, la ciudad de La Habana, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba han sido simultáneamente bombardeadas por aviones B-26 de fabricación norteamericana y procedentes de bases enclavadas en territorio norteamericano y en países centroamericanos, satélites del Gobierno de Estados Unidos.

El día 15 de abril de 1961 el Comité de Solidaridad Trato Justo para Cuba se concentraba con pancartas en las que se leía Cuba Si yankis no, ante la sede de Naciones Unidas en Nueva York, protestando por la agresión que el régimen imperial descargaba contra la isla liberada del imperialismo. El poder estadounidense manifestaba así el odio de clase hacia el pueblo trabajador insumiso. El grupo que considera que puede asesinar cuando le venga en gana, actuar al margen de la Ley Internacional y hablar a grandes voces, con todos sus medios de propaganda burlándose del resto del mundo, con sorna y amenaza para decir que su tiranía es la democracia, no asimila su derrota, su realidad viene desde 1959 en Cuba.

Tras el bombardeo yanki de abril de 1961 contra La Habana, San Antonio de los Baños y Santiago de Cuba, en el entierro de las víctimas causadas en La Habana, el Comandante Fidel Castro respondía a Kennedy: ¿Quiere el señor presidente de los Estados Unidos que nadie tenga derecho a llamarlo mentiroso? ¡Presente ante las NACIONES Unidas los pilotos y los aviones que dice! …, al Gobierno imperialista de los Estados Unidos no le quedará más remedio que confesar que los aviones eran suyos, que las bombas eran suyas, que las balas eran suyas, que los mercenarios fueron organizados, entrenados y pagados por él, que las bases estaban en Guatemala y que de allí partieron a atacar nuestro territorio, y que los que no fueron derribados fueron allí a salvarse en las costas de los Estados Unidos, donde han recibido albergue.

Han transcurrido todos estos años de bloqueo yanki a Cuba porque el agresor no ha podido con un pueblo que defiende su independencia. Cuántos ejemplos hay ya de retiradas del ejército gringo acompañado de sus serviciales regímenes, aún tenemos fresco el último en Oriente, al que le han precedido en la misma región otras derrotas. El tigre de papel, como llamaba al imperio Mao advirtiendo su decadencia, ha dejado escrito en la Historia que es capaz de asesinar a millones de personas y no rectifica, su formación supremacista viene desde su conformación, mucho antes de hacerse imperio y después cuando se manifestó como tal, recuerden las bombas de Hiroshima y Nagasaki contra población civil.

¿Y hoy en día? El imperio se sostiene con la industria militar a toda máquina porque realiza la guerra convencional, lleva a cabo invasiones, financia, entrena y dirige ejércitos mercenarios, tiene la producción y venta de armas que multiplica la de todo el mundo junto, y según sus cálculos, para vencer a quienes no se le someten como esclavos emplea lo que se ha dado a conocer como guerra de 4ª generación, desinformación, descrédito de quien no le obedece, presiones políticas desde todos los ángulos, amenazas, detenciones y secuestros en otros países, léase Julián Assange en la cárcel de mayor descrédito de Inglaterra, léase Alex Saab, embajador plenipotenciario de Venezuela que han secuestrado y encarcelado en Cabo Verde, … y otras persecuciones, entre las que destaca el bloqueo comercial y financiero. En el caso de Cuba, que se negó al vasallaje, donde ha fracasado militarmente, ha hecho saber que su manera de apropiarse de la isla es mediante el genocidio por hambre a su pueblo. Pero ¿sabe usted que hoy son más de 2.300 millones de personas en el mundo a las que somete a esa misma guerra? ⅓ de la población mundial vive bajo sus sanciones y bloqueos, actos contrarios al Derecho Internacional que son acompañados por las corporaciones propagandísticas dedicadas a blanquear o normalizar el crimen de su amo, la acción de estas es la que se llama guerra comunicacional, guerra de 4ª generación, para lo que suman redes digitales, ONGs que encubren grupos de operaciones de intervención directa, tecnología reproductiva y multiplicadora de mensajes falsos y grupos financieros que lanzan campañas ininterrumpidas de oscurecimientos, corrupción y desaliento en espacios debilitados. El fin es deshacer desde dentro la capacidad de respuesta, y entonces entrar en la sociedad sitiada. Pero el pueblo cubano resiste porque es consciente de la justeza de su causa.

Por último, los yankis no pueden soportar, les revuelve lo más profundo, la victoria cubana en medicina: la Covid-19 tiene una vacuna cubana 100% segura, y otros 4 candidatos vacunales en las últimas fases. Se emplea en países del tercer mundo, aun escasamente por la falta de medios, pero es una promesa de salvación para los más pobres. Cuba, sus médicos, sus maestros, siempre han dado ejemplo de solidaridad, de humanidad, porque su formación social responde para mejorar el mundo, recuérdese el discurso de Fidel, Médicos y no bombas.

La victoria es de la organización social equilibrada, pues cuenta con lo que hay para todos. La Isla liberada, teniendo en cuenta la guerra que le declara Esclavistas Unidos, encuentra mil dificultades, y aun así es uno de los países, con Venezuela y Nicaragua, que se mantienen en mejores condiciones frente a la pandemia. En estas circunstancias es urgente, siempre lo ha sido, seguir los pasos de aquella militancia del Comité de Solidaridad Trato Justo para Cuba que, ante el bombardeo contra la población cubana en abril de 1961, se manifestó frente a Naciones Unidas con pancartas que decían Cuba sí yankis no.

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