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Las visitas no gratas, no deseadas

Sin duda alguna, la visita del Secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo a algunos países de América Latina, durante los días 17 al 20 de septiembre del año en curso, como lo han sido otras en este año, no es agradable y menos esperada para Venezuela.

Sobre todo, si el visitante es el más mentiroso, manipulador y con aires de locura, el canciller Pompeo. Recordemos algo de él:

En la línea de mentiras y tergiversaciones de la realidad, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, ha señalado, desde una conferencia en Colombia, que “Maduro ha provocado un desastre de locura, ahora empeorado por el coronavirus”.

Continua mintiendo al indicar: “La falta de comida, los recortes de electricidad y todos los problemas que se ven en Venezuela ahora mismo, no son el resultado del coronavirus, o de las sanciones de Estados Unidos, son el resultado de años de malversaciones por parte de Maduro y sus socios”. Más mentiras y manipulaciones…

  • Venezuela es uno de los países menos preparados en el mundo para enfrentar la pandemia del covid-19, asegura el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
  • Durante una conversación telefónica con medios internacionales, Pompeo dijo que su gobierno ha destinado al menos $9 millones de dólares para que Venezuela pueda enfrentar la pandemia.
  • “Maduro ha creado un desastre de locura en Venezuela, se ha encargado de que el país sea uno de los menos equipados en el mundo para enfrentar esta pandemia”.
  • A pesar de las sanciones, “la ayuda humanitaria para los venezolanos siempre ha estado, y continuará estando para los venezolanos, aunque la mayor asistencia que le podemos dar a los venezolanos es lograr que recuperen su democracia. Como siempre hemos dicho: Maduro debe irse”.
  • El secretario de Estado ha explicado, que no se está enviando dinero en efectivo “para que Maduro se lo quede y no llegue a los ciudadanos” sino más bien ayuda humanitaria necesaria, que será distribuida a través de organizaciones sin fines de lucro, como la misma Cruz Roja”.

Creemos que la locura verdadera, de éste funcionario segundón, quien miente, manipula, tergiversa y habla barbaridades, es la de congraciarse con su jefe y buscando ser más grosero y ordinario, que su maestro Trump.

Recordemos también como a inicios del 2020, visitó Colombia y Costa Rica, exigiendo apoyo a éstos países.

En el primer caso se reunió con Iván Duque, mandatario colombiano, para participar en la III Cumbre Hemisférica contra el Terrorismo, donde estuvo el diputado opositor venezolano Juan Guaidó, revisar convenios y solicitar apoyo.

Por supuesto, se catalogó a Venezuela como país terrorista y se brindó apoyo a Juan Guaidó. Para reforzar estas acciones, Pompeo señaló: «Estamos en este proyecto que va a dar un resultado: Maduro se irá y la gente de Venezuela tendrá elecciones libres y justas», proyecto que no especificó cuál es. «La estrategia para derrocar a Maduro ya está en marcha y está funcionando», tampoco describió la estrategia. Las aseveraciones de Pompeo, rayan en deseos de lo que esperan. Parecen ser promesas, que quizás, no puedan cumplirse.

«El propósito de la misión que tenemos juntos (Pompeo, Duque y Guaidó) es de lograr que Maduro se vaya», dijo Pompeo, y agregó que se había reunido con Guaidó, quien le habló de la «amenaza terrorista para los ciudadanos de su país».

En conclusión, Pompeo conversa con Suramérica, Centroamérica, el Caribe, Europa y otros países, para unir esfuerzos para deponer al mandatario Nicolás Maduro. Este es su objetivo fundamental, donde hacen esfuerzos y se gastan millones de dólares.

A su vez, según opiniones, las declaraciones en general de Pompeo, demuestran que Estados Unidos, nunca ha abandonado la táctica de injerencia en contra de países soberanos, así como la política de cambios de “regímenes” en América Latina, manipulando, entre otras cosas, el concepto de democracia.

El objetivo de Pompeo, se ve reforzado en el caso costarricense, donde se reúne con el presidente Carlos Alvarado, cuya agenda revela lo anteriormente señalado: Situación de Venezuela y Nicaragua (como primer punto y principal), impacto migratorio en el país (flujos migratorios y solicitudes de refugio, principalmente de Nicaragua y Venezuela), cooperación conjunta en seguridad y operaciones al narcotráfico.

El primer punto de la agenda, revela la injerencia grosera de USA, en los asuntos internos de Venezuela y Nicaragua. ¿Hasta cuándo los gobiernos incurren en esta práctica nefasta? ¿Por qué se abrogan el derecho a actuar así? Hasta cuando nos manipulan y nos compran con favores. Y lo más triste es que nuestros países hermanos, como Colombia y Costa Rica, se prestan y son aliados a estas políticas estadounidenses.

El punto de agenda sobre la migración, son políticas de acoso y control. Y el tercer punto de esta agenda injerencista, son puntos de índole fingidor, porque ya conocemos la cooperación en seguridad estadounidense y la mentira del combate al narcotráfico.

Hay tres puntos, que no aparecen en la agenda, pero los comentó Pompeo en su rueda de prensa:

Pompeo solicita apoyo a Costa Rica, para buscar la reelección de Luis Almagro en la OEA, ante una eventual salida del grosero secretario. Y una posible llegada de alguna persona no vendida a los intereses de USA.

Carlos Alvarado aprovecha y solicita un cambio de calificación turística que USA da, de manera unilateral, al país centroamericano, recordemos que el país norteamericano cambió su calificación de nivel 1 a nivel 2 en materia turística.

La adhesión de Costa Rica a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, para reforzar los mecanismos de desintegración económica en América Latina.

Reiteramos que es lamentable, que países de América Latina se arrodillen a los deseos imperiales de USA, reconocemos que lo hacen ya que no estamos preparados para enfrentar tales injerencias. Es hora de integrarnos como un solo bloque, para enfrentar y dirigir nuestro destino.

Se agrega, en estos momentos, que su visita es hacia países que hacen frontera con Venezuela.

Paramaribo en Surinam; Georgetown en Guyana; (en estos dos países, no es casualidad su visita, y el interés de la Casa Blanca, ya que en éstos nuevos gobiernos, podrían incidir, planteando retomar relaciones en la modalidad de la Doctrina Monroe, además, en estas dos naciones, es la primera vez en varias décadas que un funcionario de tan alto rango llega de visita en representación de EE.UU); a su vez, en Guyana, la llegada de Pompeo acontece en medio de un histórico diferendo territorial entre la República Bolivariana y Guyana. El mismo se relaciona con la región del Esequibo, asunto que está sobre la mesa de la Corte Internacional de Justicia pese a que Caracas no reconoce la autoridad de ese organismo para resolver el conflicto.

También visitará Buena Vista en Brasil y Bogotá en Colombia, países aliados de Washington en la región y su Gobierno está muy activo en el cerco diplomático a la nación bolivariana.

Su “supuesto” objetivo es fortalecer los lazos económicos y proporcionar fondos para ayudar a los países sudamericanos a lidiar con los refugiados venezolanos.

Su agenda de locura es, tocar temas como: la “defensa de la democracia”; el manejo de la pandemia; reactivación de la economía post pandemia; y el fortalecimiento de la seguridad ante las amenazas regionales. En este último punto se considera que sea abordado el tema de Venezuela ya que desde la administración Obama se le considera “una amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad interna de la superpotencia americana.

Desde Brasil, Pompeo dijo que su país seguirá formando una coalición contra el Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro y negándole recursos.

«Continuaremos construyendo nuestra coalición, continuaremos negando al régimen recursos, dinero, herramientas de opresión», expresó Pompeo durante una conferencia de prensa conjunta con el canciller brasileño Ernesto Araujo.

Sus verdaderos objetivos, y centro de la gira de Pompeo, es contra Venezuela, y es como lo ha indicado el Presidente Nicolás Maduro, “un intento de promover una guerra contra el país sudamericano”, continuando su injerencia en él. Además de buscar, según expertos, tratar de aislar a la nación venezolana, e involucrar a Surinam y Guyana en una campaña contra Venezuela.

En síntesis, la visita de Mike Pompeo a Sudamérica, se puede traducir en su expresión: “Maduro tiene que irse” y peligrosamente su llegada coincide con una serie de ejercicios militares conjuntos entre Colombia y EE.UU. Atentos y Alertas!

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