39º ANIVERSARIO DEL REFERÉNDUM DE LA OTAN. BOLETÍN nº 1, ENERO de 2025
Con motivo de la campaña «Que nos arrastren a la guerra», el Comité de Coordinación de la campaña ha emitido el siguiente boletín nº 1, de una serie de tres:
39º ANIVERSARIO DEL REFERÉNDUM DE LA OTAN
BOLETÍN nº 1, ENERO de 2025
El 12 de diciembre de 2024, en Bruselas, el recién estrenado secretario general de la OTAN, Mark Rutte, definió en unas pocas frases porqué la OTAN es una organización belicista. Declaró que Occidente debía adoptar una “mentalidad de guerra”, añadiendo que la OTAN “no está en guerra, pero tampoco en paz”. Y, en su reciente viaje a Kiev, aseveró “he venido para dejar claro que la OTAN está con Ucrania”. Este juego de palabras tiene como objetivo preparar a la población de Europa para una posible confrontación con Rusia, Irán, República Democrática Popular de Corea y China. Esa fue una frontalidad marcada ya en la cumbre de la OTAN 2022 en Madrid.
Como ha sido puesto en evidencia en Ucrania, por mucha tecnología, armas y municiones que estén disponibles, el reclutamiento sigue importando en una guerra convencional, aparte de los mercenarios, las empresas militares privadas y las tropas proxy.
Para que vaya calando en la población, hay que presentar un motivo y un enemigo. Mark Rutte se pone a ello: “es urgente actuar para proteger nuestra libertad, nuestra prosperidad y nuestro modo de vida”. Una frase típica de una película bélica de Hollywood para manipular las mentes. Tres veces se refiere a nosotros. ¿Somos acaso los del “jardín” de Borrell? ¿Qué pasa con las dos terceras partes de la humanidad que no son ’nosotros’? El supremacismo blanco es cada vez más arrogante en su declive. Se nos habla de “libertad”, “prosperidad” y “modo de vida” en un mundo socialmente injusto, políticamente perverso, ecológicamente depredador e ilimitadamente violento. Valga como ejemplo de esto último el exterminio del pueblo palestino, ejecutado con el sadismo inaudito del ente sionista junto al apoyo incondicional de Occidente.
En este contexto, la OTAN se autodefine como “defensiva” y trata de ocultar tanto su pasado como su presente criminales. Durante décadas promovió, financió, entrenó, armó y dio soporte a los “ejércitos secretos” (Red Gladio), formados por nazis y fascistas, para cometer actos terroristas y todo tipo de acciones encubiertas de las que se señalaba como responsables a grupos y organizaciones a las que se deseaba criminalizar para eliminarlas, o que no tuvieran influencia alguna.
La OTAN destruyó Yugoslavia dividiéndola y condenando a la remanente Serbia a la inseguridad en Europa. En Libia, asesinó a su presidente, y bombardeó hasta su devastación al que había sido el país más próspero de África, convirtiéndolo en un territorio tribalizado en el que se practica el esclavismo. Asimismo, intervino en Irak y Afganistán, ocupándolos de facto durante décadas. El resultado de todo ello han sido millones de víctimas, en su mayoría civiles, y ninguno de esos países se ha estabilizado, ni ha alcanzado la libertad prometida ni el progreso. Su modo de vida es ahora mucho peor, precario, sometido a todo tipo de violencia y carente de una perspectiva de futuro.
La OTAN no responde a los intereses de los pueblos, ni defiende derecho alguno, ni nos libra de ninguna amenaza. La única amenaza real es ella misma.
Como toda pieza del colonialismo y del imperialismo, su dominio es expansivo. Cuando desaparecieron la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia, la alianza militar del campo socialista, la OTAN perdió su razón de ser. Dirigentes occidentales como James Baker, secretario de Estado durante la presidencia de Georges Bush, habían prometido a los máximos dirigentes soviéticos que la OTAN no se extendería “ni una pulgada más hacia el Este” [más allá de la Alemania en proyecto de reunificación].
Sin embargo, sucedió todo lo contrario: la OTAN dobló el número de sus miembros, creando una amenaza militar real y tangible para la Federación Rusa, verdadero objeto de deseo por su tamaño, sus recursos y su alianza con China que, por su desarrollo y su concepción de un mundo más igualitario, se ha convertido en una ‘amenaza’ para la hegemonía de EE.UU.
Además de la expansión cercando a Rusia, en su Declaración de la cumbre celebrada en 2022, la OTAN Global y la OTAN 360º señalaba a Rusia, China, Irán y la República Popular Democrática de Corea como amenazas sistémicas y, por tanto, enemigos a enfrentar y destruir.
En 1947, al inicio de la guerra fría, el columnista Walter Lipmann advirtió: “la llamada a rebato de una cruzada ideológica ni tiene límites, ni se puede controlar, ni predecir sus efectos”. Así lo entendió en ese momento el senador norteamericano Vanderberg, que convenció al presidente Truman de que la mejor manera de llevar de nuevo la población a la guerra era “aterrorizarla mortalmente”. Setenta y siete años después, el secretario general de la OTAN pone en marcha el mismo procedimiento: “lo que está ocurriendo en Ucrania podría ocurrir aquí también”, refiriéndose a Bruselas. Del mismo modo que nos mintieron con la existencia de “armas de destrucción masiva” en Irak, nos mienten ahora para manipularnos y ‘aterrorizarnos mortalmente’.
El belicismo es esencialmente alcanzar objetivos por medio de la guerra. La OTAN no ha hecho otra cosa en toda su historia y ahora avanza en ello como agente idóneo para promover un conflicto de magnitud incalculable y como única vía para perpetuar la hegemonía de los EE.UU. sobre todo el planeta.
Comité de Coordinación de la Campaña
«Que no nos arrastren a la guerra»
21 de enero de 2025
Contacto: [email protected]
Siguenos en:
Twitter: @CECOB_Difusion / https://x.com/CECOB_Difusion
Facebook: CECOB Difusion / https://www.facebook.com/profile.php?id=100093999395612
Instagram: https://www.instagram.com/cecob_difusion/
Web: https://contraotanybases.org/index.php
Telegram: t.me/contraotanybases
Youtube: @CECOBContraOTANyBASES / https://www.youtube.com/@CECOBContraOTANyBASES
(Descargar en PDF)