Agitar el trapo, otra vez. El lince
Occidente, en estado terminal, está agitando otra vez el trapo del monstruo: el terrorismo. Los mil millones de descerebrados que viven en Occidente, los «mil millones de oro» (las excepciones, que las hay, confirman la regla) se están tragando el discurso del régimen israelí. O, mejor dicho, los discursos. Porque son dos, uno dirigido a EEUU («esto es nuestro 11 de septiembre») y otro dirigido al zombi europeo («es como el holocausto»). Los dos discursos se simplifican en uno para el resto del mundo: el terrorismo.
De nuevo se agita el trapo para que el mundo, incluso el no occidental, cierre filas.
En la anterior entrega hablaba de la Ofensiva del Tet vietnamita que siendo una derrota militar fue una victoria estratégica y geopolítica. Decía que ahora estamos ante un segundo Tet, puesto que el régimen israelí y sus apoyos, EEUU y sus lacayos, ya han sido derrotados.
Voy a seguir con el ejemplo vietnamita. En 1964, EEUU anunció que cañoneras vietnamitas habían disparado contra dos destructores estadounidenses en el Golfo de Tonkín. Como resultado de este supuesto ataque declaró la guerra a Vietnam, que se cobró la vida de millones de vietnamitas. Décadas después, concretamente en 2005, EEUU reconoció que el citado ataque no se había producido, que había sido una mentira.
No hace falta irse tan atrás porque este es el comportamiento habitual de EEUU y sus lacayos. Pasó en el 2003 con las «armas de destrucción masiva» de Irak o la participación de este país en los ataques del 11 de septiembre. O lo de las masacres de Gadafi.
Las mentiras de EEUU, arropadas por sus lacayos, son la seña de identidad de Occidente y sobre las que libra sus guerras. Pero son mentiras que aceptan acríticamente los «mil millones de oro» (salvo honrosas excepciones), que aceptan con la cabeza baja el genocidio que Occidente comete contra otros pueblos del mundo. A los ojos de los «mil millones de oro», de los mil millones de ignorantes, todo vale si se agita el trapo del «terrorismo», convertido en el mal absoluto, y cualquier intento de investigar sus raíces es considerado un intento de “justificarlo”, mientras que lo que se requiere es “erradicarlo y eliminarlo”.
A raíz de la operación “Inundación de Al-Aqsa”, que ha causado daños morales, materiales y humanos sin precedentes al régimen sionista israelí, la narrativa adoptada por EEUU y sus lacayos es la misma de siempre. Porque no tienen otra. Hamás es un grupo terrorista que amenaza no solo al régimen sionista de Israel, sino al mundo occidental en su conjunto, y por lo tanto debe ser tratado de una manera «conveniente a los terroristas», incluida la represión de manifestaciones y otras manifestaciones de apoyo de los palestinos, como está pasando en Alemania, Francia y Gran Bretaña, e impidiendo el envío de donaciones a ellos desde algunos de los muy «democráticos» países europeos.
Para ello todo vale: las burdas manipulaciones al estilo del Bucha ucraniano con lo de los niños decapitados remiten no solo al Golfo de Tonkín, sino también a lo de los niños muertos en incubadoras en Kuwait en 1990 que sirvió para justificar la primera guerra contra Irak en 1991. Esto, por cierto, fue corroborado por esa siniestra Amnistía Internacional aunque años después, cuando ya todo estaba hecho, se retractó. Siempre es lo mismo. Este es el estercolero occidental, cada vez más estercolero y cada vez más abundante.
Es probable que el régimen sionista israelí entre en Gaza. Ya ha amenazado con hacerlo desde mañana. El aviso a los civiles es un pretexto, otro más, para la limpieza étnica, que se lleva implementando, con el apoyo de EEUU y sus lacayos, desde 1948. Nada nuevo entonces. Los medios árabes están llenos de relatos sobre las presiones, «que están alcanzando un nivel máximo», contra Egipto por ello. Se habla de que se le está ofreciendo el monto de 20.000 millones de dólares para que lo acepte. Todo está, ahora mismo, en manos de Egipto, si resiste o claudica.
Al muy «democrático» Occidente no le importan nada los palestinos de Gaza. Ni ahora ni nunca. Está dando al régimen sionista israelí el permiso para modificar la Franja de Gaza y otras áreas de Palestina. Asistimos a la expulsión de miles de personas, como en la Nakba de 1948, expulsadas de su tierra y que no regresarán nunca. Como con los millones de refugiados palestinos, que no pueden volver 70 años y 26 resoluciones de la ONU después. 26 resoluciones: os recuerdo que el muy «democrático» Occidente lleva un año y medio insistiendo en una, en la que condenó a Rusia por su operación en el país 404, antes conocido como Ucrania. Una frente a 26. Sacad vuestras propias conclusiones.
Y desde que comenzó el bloqueo a la Franja, desde la victoria de Hamás en las elecciones de 2006 (el bloqueo comenzó formalmente en 2007) se han producido seis ataques israelíes. Toda una generación ha vivido con ello, por lo tanto no es extraño este montaje que lleva por título «Los niños han crecido». Porque así es, los niños que sobrevivieron a esos seis ataques en 16 años han crecido.
Como de costumbre, pinchad en el mapa para verlo mejor. No está mal, por eso lo pongo.
Es muy probable que aunque Egipto claudique mucha gente se quede por decisión propia. Están acostumbrados a morir, porque lo que hacen ahora es morir lentamente en la asediada y bloqueada Franja, con el beneplácito de EEUU y sus lacayos.
Otro que está siendo presionado es Hizbulá, a quien tienen realmente miedo los occidentales (este es el objetivo claro del despliegue de barcos y aviones estadounidenses). Esta vez el «intermediario» ha sido Francia, antigua potencia colonizadora en Líbano. Pero Hizbulá ha dicho que no, así que lo único que queda es esperar y ver.
Mientras tanto, Hizbulá está jugando con los nervios del régimen sionista israelí. Hace dos días hubo una alerta en todo el norte de Galilea por lo que se consideró «invasión por parapente». Resultó que eran pájaros a los que Hizbulá había colocado luces y balizas simples.
Para terminar, hoy era un «día de la ira» convocado por Hamás en todo el mundo árabe-islámico. Como es lógico, ha sido seguido de forma masiva en Irán, Irak, Líbano y Yemen. Más comedido en otros países, donde la represión ha estado a la orden del día, especialmente en Jordania. EEUU está presionando a los países árabes que ya han establecido relaciones diplomáticas con Israel para que «controlen la calle». Esto sí lo han conseguido y los colaboracionistas, al igual que los colaboracionistas palestinos de Fatah en Cisjordania, lo han hecho. Han aplacado la calle.
De momento, solo nos queda esperar y ver qué pasa.
El Lince
P.D.- Hamás dice haber derribado un avión israelí. Hay vídeos donde se ve un derribo de algo, desde luego, incluso lo que parece ser un paracaídas, pero aún no está confirmado.
El muro entre Israel y Líbano acaba de ser volado. Algo inusual está pasando, pues el ejército libanés ha respondido a un bombardeo israelí de zonas del sur de Líbano. Hizbulá sigue a la espera.
(Publicado en el blog del autor, el viernes 13 de octubre de 2023)