Aprender del Monte Tai. El lince
Ignorantes e incultos como somos los occidentales, además de atrasados, no comprendemos que hay un mundo fuera de nuestro ombligo y que, además, este ombligo está lleno de pelusa. Que quien fuese ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, que ya no lo es, acudiese a la Conferencia de Seguridad de Munich en calidad de miembro del Buró Político del Comité Central del PCCh y encargado en el Partido del área internacional tendría que haber dado una pequeña pista de lo que está pasando. Pero no. Occidente es así, lleno de gente inculta y atrasada.
En ella fue, como era lógico, la única voz de cordura, cortando el aliento del Occidente que babea al anunciar que mañana, primer aniversario de la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, China anunciará un plan de paz que enfatizará la necesidad de respetar los principios de soberanía, integridad territorial y la Carta de las Naciones Unidas, respetando al mismo tiempo los legítimos intereses de seguridad de Rusia.
Y después se fue a Rusia a verse con todo quisqui, Putin incluido.
Al contrario de lo que han interpretado los incultos, atrasados e ignorantes Occidentales sobre lo que dijo en Munich, no parece que Wang Yi le leyese la cartilla a nadie en Rusia. Ni mucho menos. La cordialidad y sintonía fue manifiesta, como veis.
Sobre todo cuando todo ello se enmarca en dos hechos trascendentales: la publicación de dos documentos que ponen patas arriba el mundo.
El primero, y más importante porque es lo que hay que tener en cuenta a la hora de abordar lo demás se titula «La hegemonía estadounidense y sus peligros». Fijaos la fecha, 20 de febrero.
El segundo, sobre seguridad global titulado «Documento Conceptual de la Iniciativa de Seguridad Global» y publicado un día después, el 21.
Ni uno ni otro, y menos el anuncio del plan de paz, se habrían publicado sin el conocimiento de Rusia. Porque el primero recoge de forma clara gran parte de los agravios presentados por Rusia tanto a EEUU como a la OTAN antes de febrero del año pasado -que son casi los mismos que viene presentando China en lo que le atañe, sobre todo Taiwán- y el segundo apuesta claramente por el derecho internacional con una dura crítica al «orden basado en reglas» del que habla el loco Occidente. Y que a nadie le quepa duda alguna que en ese plan de paz, presentado a Rusia y aceptado por Rusia, va a haber dos cosas claras: la necesidad de respetar los principios de soberanía, integridad territorial y la Carta de las Naciones Unidas, respetando al mismo tiempo los legítimos intereses de seguridad de Rusia.
Porque Wang Yi se reunió con Nikolai Patrusev, secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, con Sergei Lavrov, ministro de Exteriores, y con Putin. Es decir, que, además enseñar los ejes de esa propuesta de paz, el sentido de su visita hay que interpretarlo también de otra manera: demostrar el apoyo de China a Rusia en el aniversario de la Operación Militar Especial en Ucrania, seguir avanzando en la creación de un sistema financiero internacional alternativo al occidental y, lo más preocupante para el ignorante Occidente, comenzar a hablar de un pacto de defensa mutua. Y todo eso se va a cimentar con la visita, ya decidida, de Xi Jinping a Moscú.
Es por esto que en Occidente se ha comenzado a hablar de que China va a proporcionar armas a Rusia (como antes Corea del Norte, luego Irán y ahora China, como si a Rusia le faltasen). Occidente no es más que un inmenso montón de mierda y lo único que sabe hacer es esparcir esa mierda. Porque, como muy bien ha respondido ya «China no tolerará presiones y amenazas en relación con las relaciones ruso-chinas».
Hay una referencia que el muy inculto, ignorante y atrasado Occidente debería haber tenido en cuenta de la visita de Wang Yi a Moscú: «las relaciones entre China y Rusia son maduras, tenaces y estables como el Monte Tai». Es lo que dijo como conclusión de esto: «Si bien las crisis y el caos a menudo se presentan ante nosotros, los desafíos y las oportunidades coexisten, esta es la dialéctica de la historia. La asociación estratégica integral de coordinación entre China y Rusia nunca está dirigida a un tercero, ni está sujeta a la interferencia de un tercero, y mucho menos a la coerción de un tercero. Porque las relaciones entre China y Rusia tienen una sólida base política, económica y de civilización, y tienen la calma y la sobriedad después de resumir la experiencia histórica, y porque la multipolarización del mundo y la democratización de las relaciones internacionales que apoyamos conjuntamente se ajustan al desarrollo, tendencia de los tiempos y los deseos de la mayoría de los países. China está dispuesta a trabajar con Rusia para mantener el enfoque estratégico, profundizar la confianza política mutua, fortalecer la coordinación estratégica, ampliar la cooperación práctica, salvaguardar los intereses legítimos de los dos países y desempeñar un papel constructivo en la promoción de la paz y el desarrollo mundiales».
Por supuesto que no hay nadie en el Occidente ignorante, inculto y atrasado que sepa leer e interpretar lo que está pasando. Como tampoco conocen la historia del Monte Tai, donde la tradición china dice que el sol comienza su recorrido diario. La referencia de Wang Yi al Monte Tai es algo más que una elemental lección de geografía, de historia y de tradición: está diciendo al mundo lo que está pasando, que el sol sale por el Este (el nuevo mundo multipolar) y que se pone por el Oeste (el fin de la hegemonía occidental).
Algunas imágenes del Monte Tai, construido hace 3.000 años, con sus 7.200 escalones de subida y que muy pocos occidentales conocen (mucho esfuerzo para ellos, porque no se hace en menos de cuatro horas, o más).
La Puerta del Cielo
P.D.- Irak se convierte en el 26 país que anuncia el uso del yuan en el comercio bilateral con China. Hace dos semanas, Brasil hizo lo mismo.