Con motivo del XX Congreso del PCCh. Farruco Sesto
¿En cuántas guerras participó China? ¿A cuántos pueblos conquistó y colonizó? ¿A cuántos países invadió? ¿A cuántos bombardeó? ¿A cuántos gobiernos derrocó? ¿A cuántas naciones tiene bloqueadas y sancionadas? ¿A cuántas amenaza? ¿Cuántas son las bases militares que ha desplegado por el mundo? ¿En cuántos océanos tienen presencia sus portaviones? ¿A cuántas culturas intenta imponer la suya, por la extorsión o la fuerza? Y por ahí podríamos seguir…
Si alguien tiene respuestas reveladoras de tales crímenes de China en su relación con otros países, que por favor las anote en un papelito. Y lo digo con toda la ironía del mundo.
Porque se da el caso de que nosotros vivimos en este lugar autodenominado Occidente, cuyo prontuario criminal no cabría con letra pequeñita de 6 puntos en un volumen de 1000 páginas. Lo sabemos muy bien en Latinoamérica, como en tantas otras partes, por experiencia propia.
Pues bien, este mismo Occidente, organizado en esa “brutal alianza militar”, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que es, según Fidel “el más pérfido instrumento de represión que ha conocido la historia de la Humanidad!”, ha tenido la desfachatez, en su última cumbre en Madrid, de establecer que China es su “desafío estratégico”, en cuanto “socava la seguridad, los intereses y los valores de la OTAN”.
¿Por dónde será que respiran estos países?
Pues, justamente, el gran mérito de China, y eso es parte de lo que no perdona Occidente, es que ha ido logrando superar sus problemas y desarrollarse en paz, económica y socialmente, sin meterse con nadie, sin amenazar a nadie, convirtiéndose en referencia de lo que es posible lograr cuando es el pueblo quien está al mando.
Toda esto viene al caso, ahora que nos llegan las noticias de la instalación del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, con la presencia de 2.296 delegados sesionando en el Gran Salón del Pueblo de Beijing a partir del 16 de octubre.
¡Vaya, que fuerza humana estará allí presente! La de una organización que, superando los noventa millones de militantes, es vanguardia y partido de gobierno de un país con más de 1.400.000.000 habitantes.
Pero, aunque las cantidades nos abruman para la escala a la que estamos acostumbrados, hay algo más allá de ellas que es lo significativo. El sentido profundo de esa larga marcha de la República Popular China hacia un mundo mejor y más justo.
Sin que me lo pregunten, me permito afirmar que este Congreso del PCCH, es sin duda el acontecimiento más importante de estos días en el escenario internacional. Atentos a sus conclusiones.
(Publicado en Correo del Orinoco, el 20 de octubre de 2022)