ArtículosCampaña por el Retorno a PalestinaDestacadosMundo árabe/musulmánVíctimas y Resistencias

Cuando el cerebro quiere hacer saltar el cráneo. El lince

No hace falta estudiar medicina para saber que el cerebro, la parte más grande del encéfalo, controla el pensamiento, el aprendizaje, la resolución de problemas, las emociones, la memoria, el habla, la lectura, la escritura y los movimientos voluntarios, entre otras cosas. Tampoco que el cerebro está protegido por el cráneo. Y el cráneo occidental es muy duro, sobre todo porque, hasta ahora, se le ha roto en contadas ocasiones. Ahora hay un mundo en marcha que está rompiendo el cráneo occidental.

Eso quiere decir que el cráneo no piensa. Y eso es lo que pasa en Occidente, que quienes nos gobiernan (porque nos dejamos) son simples mamporreros que utilizan el cráneo como instrumento de ataque. O de defensa, como acaba de pasar cuando alguien que tiene cerebro quiere hacer saltar el cráneo.

Es lo que acaba de pasar cuando (día 18 de este mes) un centenar de expertos de la ONU han publicado un manifiesto, y han obligado a que la propia ONU lo tenga que reflejar, advirtiendo que «el orden internacional pende de un hilo», por lo que instan a los estados a cumplir la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia que dijo hace un par de meses que la ocupación israelí del territorio palestino es ilegal.

Por supuesto que al muy democrático Occidente le importa una mierda, como está demostrando en Gaza y ahora en Líbano, pero para los incoloros, insípidos, timoratos e incautos que todavía sueñan con la superioridad moral de Occidente y sus «valores democráticos» no está de más que alguien lo recoja.

La ONU está celebrando su asamblea anual y se siguen oyendo las estupideces habituales, empezando por las de su secretario general. Porque, como dicen estos expertos, aunque no nombran a nadie, «la mayoría de los Estados no toman medidas significativas para cumplir con sus obligaciones internacionales reafirmadas en el fallo».

Es una cuestión de derecho internacional, y por eso Occidente abomina de ello con su «orden basado en reglas», su orden y sus reglas. Porque en esa resolución de la CIJ se dice expresamente que es ilegal la ocupación del territorio palestino «que abarca Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, y la Franja de Gaza», por lo que «las acciones de Israel equivalen a una anexión». No hay, por lo tanto, ninguna legalidad en lo del pretendido «derecho a la autodefensa» del IV Reich sionista, antes conocido como Israel. Mantener eso, como hace el muy «democrático» Occidente, es ir contra el derecho internacional. Así de simple.

Porque la CIJ dijo que «las acciones de Israel incluyen traslados forzosos, discriminación racial y segregación o apartheid, y una violación del derecho a la libre determinación del pueblo palestino». Acogiéndose a esto, los expertos de la ONU, los que piensan, añaden que «particularmente alarmante es el impacto de estas violaciones en generaciones de niños palestinos y los efectos desproporcionados en las mujeres, las personas con discapacidad y las personas de edad». A lo mejor el muy «democrático» Occidente les premia alguna vez, si es que sobreviven al genocidio, con una visita al Parlamento Europeo o al Capitolio de EEUU para que vean «la cuna de las democracias».

Y es más: los expertos que piensan, y no quienes nos gobiernan (porque nos dejamos), recuerdan que la CIJ «ha reafirmado que la realización de la libre determinación no puede dejarse en manos de negociaciones bilaterales entre dos partes desiguales y asimétricas: el ocupante y el ocupado». Por ello, recuerdan que la CIJ «no solo ha pedido a Israel que ponga fin de inmediato a sus actividades ilegales de asentamiento y se retire de esas zonas lo antes posible» (como ha vuelto a verse en la reciente votación de la Asamblea General de la ONU que da un plazo de un año para que se haga), sino que «ha dado instrucciones inequívocas sobre las responsabilidades de los Estados y las organizaciones internacionales en relación con la ocupación ilegal de Israel».

El apoyo occidental del muy «democrático» Occidente al genocidio en Gaza y la actual matanza en Líbano llevan a los expertos de la ONU a ser muy contundentes: «al seguir haciendo la vista gorda ante la terrible situación del pueblo palestino, la comunidad internacional está fomentando la violencia genocida».

Y añaden gráficamente: «Gaza sigue sitiada y sometida a intensos bombardeos, y las viviendas, las escuelas, los hospitales y los campamentos de desplazados densamente poblados que albergan a miles de personas son atacados sistemáticamente. Todavía no se ha evaluado plenamente el alcance de la destrucción y contaminación ambiental resultantes en Gaza. La escala de la destrucción del paisaje y el tejido urbano palestinos, incluidas las escuelas, las universidades y los hospitales, las violaciones de las viviendas, la tierra y la propiedad, la contaminación y la degradación del medio ambiente y la explotación de los recursos naturales, es extrema en Gaza y se está extendiendo al resto del territorio ocupado, lo que ha dado lugar a acusaciones de domicidio, urbicidio, escolasticidio, medicidio, genocidio cultural y, más recientemente, ecocidio. La violencia extrema y la intimidación contra los palestinos en Cisjordania y los ataques militares contra las ciudades de Jenin, Nablus, Tulkarem, Tubas y en las zonas rurales donde los palestinos practican el pastoreo están aumentando».

Todos los Estados tienen la obligación jurídica de cumplir con el fallo de la CIJ y deben promover la adhesión a las normas que protegen a los civiles. Por lo tanto, los  expertos de la ONU, los que piensan, dicen que los estados deben:

1.- Revisar inmediatamente todas las interacciones diplomáticas, políticas y económicas con Israel para garantizar que no apoyen ni proporcionen ayuda o asistencia a su presencia ilegal en el territorio palestino ocupado.

2.- Abstenerse de reconocer o tomar medidas para revertir cualquier reconocimiento de cualquier cambio en el carácter físico o la composición demográfica, la estructura institucional o el estatuto del territorio palestino ocupado, incluso en sus relaciones convencionales con Israel, y mientras actúen como miembros de organizaciones internacionales.

3.- Adoptar todas las medidas para garantizar que el pueblo palestino en el territorio palestino ocupado pueda ejercer y realizar plenamente su derecho a la libre determinación, incluido el reconocimiento del Estado de Palestina.

4.-Imponer un embargo total de armas a Israel, deteniendo todos los acuerdos, importaciones, exportaciones y transferencias de armas, incluidos los artículos de doble uso que podrían emplearse contra la población palestina bajo ocupación.

5.- Prohibir la entrada en su territorio y mercados de bienes y servicios procedentes tanto de la colonización del territorio palestino ocupado como de otras actividades ilegales que puedan ser perjudiciales para los derechos de los palestinos, y adoptar medidas para etiquetar y permitir los bienes y servicios procedentes de personas y entidades palestinas en el territorio ocupado.

6.- Cancelar o suspender las relaciones económicas, los acuerdos comerciales y las relaciones académicas con Israel que puedan contribuir a su presencia ilegal y al régimen de apartheid en el territorio palestino ocupado.

7.- Imponer sanciones, incluida la congelación de activos, a personas y entidades israelíes, incluidas empresas, corporaciones e instituciones financieras, involucradas en la ocupación ilegal y el régimen de apartheid, así como a cualquier entidad e individuo nacional o extranjero sujeto a su jurisdicción que suministre bienes y servicios que puedan ayudar, asistir o facilitar la ocupación y el apartheid.

8.- Impedir que todos sus ciudadanos que tengan doble ciudadanía con Israel presten servicio en el ejército israelí o en otros servicios que contribuyan al régimen de ocupación y apartheid, o que compren o alquilen propiedades en cualquier lugar del territorio palestino ocupado.

9.- Investigar y procesar a aquellos sujetos bajo su jurisdicción que estén involucrados en crímenes en el territorio palestino ocupado, incluidos los ciudadanos con doble nacionalidad que sirven en el ejército de Israel, incluidos los mercenarios o aquellos involucrados en la violencia de los colonos.

10.- Derogar la legislación y las políticas que criminalizan y penalizan la defensa de los derechos palestinos a la autodeterminación y la oposición no violenta a la ocupación y el apartheid de Israel, incluido el apoyo al movimiento de boicot, desinversión y sanciones (BDS).

11.- Difundir ampliamente las conclusiones de la Corte, garantizando que el estatuto de ocupación de Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental y la Franja de Gaza, y la ilegalidad de la presencia de Israel se reflejen en los documentos públicos y los sistemas educativos.

12.- Presentar presentaciones a la CPI para que investigue los crímenes internacionales incluidos en la opinión de la CIJ.

13.- Convocar Asambleas Generales de los Estados Partes en el Estatuto de Roma o el Cuarto Convenio de Ginebra, para asegurar el pleno cumplimiento por todas las partes en Palestina e Israel del derecho internacional humanitario y el derecho penal internacional.

14.- Garantizar la plena protección de los palestinos, especialmente las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad, estableciendo una presencia protectora y garantizando un acceso seguro y pleno a los expertos independientes y a los mecanismos encargados de supervisar e investigar las violaciones de los derechos humanos y los crímenes internacionales en el territorio palestino ocupado.

Es un ejercicio de reconocimiento inusual de lo que está pasando. Conscientes de que los gobiernos no van a hacer nada al respecto, estos expertos apelan a «las organizaciones de la sociedad civil y a las instituciones nacionales de derechos humanos a movilizarse y pedir a sus estados que cumplan con la histórica Opinión Consultiva de la CIJ». No me imagino a las ONGs, que cobran de los gobiernos, haciendo algo similar. El dinero es el dinero. Y los viajes de los cooperantes también salen de ahí. Por mucho que estos expertos que piensan apelen a que «se lo debemos especialmente a las mujeres y los niños, que se han visto desproporcionadamente afectados por la catástrofe actual» y que digan que «no actuar ahora pone en peligro todo el edificio del derecho internacional y el estado de derecho en los asuntos mundiales».

Occidente sabe que está ante el abismo de su desaparición, que ya no son las potencias hegemónicas, que ya hay otro mundo en marcha. Pero como toda fiera herida, está dispuesto a morir matando. Esto se ve no solo en el país 404, antes conocido como Ucrania, sino en Gaza y en Líbano. Y en cualquier otro lugar. Por eso los expertos lanzan un último y desesperanzador mensaje: «el mundo está al borde del abismo: o avanzamos colectivamente hacia un futuro de paz y legalidad, o nos precipitamos hacia la anarquía y la distopía, y hacia un mundo donde la fuerza hace el derecho».

Bueno, es una forma de decir que es lo que hace Occidente, el muy «democrático» Occidente. Por eso lo de su insistencia en el «orden internacional basado en reglas». Su orden y sus reglas. El cerebro ha hablado para hacer saltar el cráneo. Pero el cráneo sigue siendo duro. Hasta que lo partamos.

Mientras tanto, un medio del estercolero mediático del IVRS llamado Canal 12 dice que los ataques de Hizbulá de estos tres días a Haifa, Tel Aviv y otras ciudades ha causado pérdidas al IVRS por un total de 1.070 millones de dólares. Haifa es el principal puerto de entrada de mercancías al IVRS y está totalmente cerrado. El otro, Eilat, lleva cerrado meses por el bloqueo hutí del Mar Rojo. Con un Occidente en crisis total, incluyendo a EEUU, no hay ayuda alguna que Occidente proporcione a los genocidas para tapar este agujero. Al contrario que el IVRS, los ataques de Hizbulá están siendo muy selectivos y dirigidos a ámbitos económicos principalmente. No os creáis mucho lo de la invasión terrestre. El IVRS no tiene fuerzas para ello, pese a las bravuconadas habituales. Y si lo hace, recibirá un palo impresionante.

P.D. 1- En eso, en lo de partir cráneos a los occidentales, los hutíes (a quienes a partir de ahora llamaré por su nombre, Ansarolá) ya nos llevan una considerable ventaja. Ayer se difundió una versallesca, o sea, teatral versión sobre que un buque cisterna de la armada de EEUU había encallado en las costas de Omán. ¿Cuál es la razón? No se dice. Lo que se dice en la neolengua occidental es lo siguiente: «El USNS Big Horn sufrió daños mientras operaba en el mar en el área de operaciones de la Quinta Flota de EEUU durante la noche del 23 de septiembre. Todos los miembros de la tripulación están actualmente a salvo y la Quinta Flota de EEUU está evaluando la situación».

Sufrió daños, genial. ¿Quién se los produjo? Ansarolá. He aquí lo que ocurrió, según los árabes de la zona, o sea, Qatar y Omán. «El barco fue alcanzado por un misil antibuque desde una zona costera no identificada. El incidente ocurrió en el Golfo de Omán, en el Mar Arábigo. Posteriormente, el Big Horn fue remolcado a puerto. Este es el único gran buque cisterna de suministro para la Armada de los EEUU en Medio Oriente y proporciona AUG para el portaaviones de propulsión nuclear Abraham Lincoln. Ahora los estadounidenses tendrán que esperar a que llegue un barco similar o buscar petroleros civiles con tripulaciones entrenadas. Además, los petroleros comerciales son significativamente más lentos que los militares, lo que hace que el portaaviones sea más vulnerable al abastecimiento de combustible».

Otro zapatazo de alguien que sí practica la solidaridad con los palestinos (y con los libaneses). Acciones, y no palabras.

P.D. 2- Intentando explicar lo que es más que sabido, el por qué del desastre del los partidos que conforman el gobierno en Alemania en las elecciones de Turingia, Sajonia y Brandeburgo, ayer se publicó una encuesta significativa: el 68% de la población está preocupado o muy preocupado por la actitud del gobierno con el apoyo al país 404 porque «Alemania puede verse directamente involucrada en una guerra en Europa», el 67% está descontento o muy descontento con la postura del gobierno y el 41% rechaza «totalmente» un aumento del apoyo al país 404. Pero en la ONU estos payasos han desoído a su población y han seguido insistiendo en lo mismo, que hay que derrotar a Rusia. Id mirando algún coche que no sea alemán si os pensáis comprar uno. Ya lo dijo la descerebrada y fanática verde que es la ministra de Asuntos Exteriores: «apoyaré a Ucrania aunque mis electores digan lo contrario». Ya lo han dicho en Turingia, Sajonia y Brandeburgo, y ahora en la encuesta. Pero el gobierno alemán sigue su sumisión enfermiza a EEUU y apoyando a los neonazis del país 404.

P.D. 3- Un país 404 que tiene de presidente, ilegal, a un bufón que recibe páginas y páginas pero que se oculta que habla a la nada. Fuera del muy «democrático» Occidente, no le escucha nadie. Esta imagen de su discursito en la Asamblea General de la ONU criticando el plan de paz de China y Brasil os lo dice todo.

P.D. 4- Un plan de paz, el de China y Brasil, que será presentado oficialmente mañana, día 27, en la misma ONU. Será Celso Amorim, asesor presidencial de Lula, quien lo haga y ya han confirmado su presencia Colombia, Egipto, Indonesia, México, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Sudáfrica. Es lógico suponer que se sumarán muchos más, y hay que añadir que los países europeos no han sido invitados a la reunión en que se hará, al menos en el momento de publicar esto.

(Publicado en el blog del autor, el 26 de septiembre de 2024)

Comments are closed.