Cuba: otra victoria moral. Cristóbal León Campos
Otra vez y como cada año, una nueva votación con una abrumadora mayoría en la Asamblea General de la ONU, donde 187 países sumaron sus voces y su voluntad para que, tras más de 60 años, se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que los Estados Unidos ejerce sobre Cuba, su Revolución y su pueblo. Así, el pasado 2 de noviembre, el mundo volvió a reclamar que esta irracional, genocida e inhumana medida del imperialismo finalice y se deje, como debe de ser, al pueblo cubano y a su Gobierno ejercer su autodeterminación sin ningún intento de injerencia y sin ninguna agresión externa.
El bloqueo (que sí existe, aunque aún hoy siga habiendo voces cínicas e ignorantes que lo nieguen, ya que la misma resolución votada lleva por nombre: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”) ha ocasionado a Cuba tan sólo entre marzo de 2022 y febrero de 2023, daños estimados alrededor de los 4,867 millones de dólares. Lo que representa una afectación superior a los 405 millones de dólares mensuales, y más de 13 millones diarios. Por lo que, si esta política criminal no existiera, el producto interno bruto (PIB) de la isla caribeña podría haber crecido un 9% en 2022.
Cada año esta votación deja en claro la realidad, pues mayoritariamente el mundo no puede negarse a la solicitud de un pueblo que ha dado ejemplo de lucha, resistencia y dignidad ante todo tipo de embates y que, a pesar del bloqueo, ha encontrado formas de subsistencia, lo que demuestra su potencial creativo, científico, académico, cultural, deportivo, educativo y de salud que la Revolución ha impulsado. Nadie puede negar que Cuba y su proceso revolucionario día a día se reconstruyen y extienden la mano a otras naciones, sin importar la permanente campaña mediática que intenta, sin lograrlo en totalidad, tergiversar la realidad de la isla.
Esta nueva victoria moral de la Revolución cubana acontece en un contexto político álgido, y para ello basta observar los votos, ya que las dos posiciones en contra fueron la de los Estados Unidos y la de Israel, es decir, el agresor imperialista que desarrolla el bloqueo, y su mayor aliado, quien ahora ha incrementado la violencia y despojo contra el pueblo palestino, un genocidio con el total y absoluto apoyo de los Estados Unidos, ambas naciones son cómplices de crímenes de Lesa Humanidad. Pero ojo, el voto de abstención fue sin casualidad el de Ucrania, nación dependiente del imperialismo y que se ha convertido en la punta de lanza de los intereses bélicos de Occidente contra Rusia y la región en disputa.
El bloqueo genocida provoca que el pueblo cubano padezca la carencia de productos básicos que si esta política no existiera llegarían a la isla o se producirían sin mayor problema, y esa es la estrategia que busca el imperialismo, que el pueblo se canse de lo que esta agresión genera y se oponga al Gobierno, pero, a pesar de algunos pequeños episodios, la verdad es que durante estas décadas la moral revolucionaria y la ética martiana del pueblo han dado la fortaleza necesaria para resistir y persistir sin caer en la trampa imperialista.
Por eso, nuevamente, Cuba, su pueblo y el mundo, exigimos: ¡FIN AL BLOQUEO GENOCIDA!