El espíritu de la comuna
Cuento entre mis orgullos íntimos, y lo digo modestamente, el haber servido de interlocutor al presidente Chávez en sus preocupaciones sobre la ciudad, a la que considero un tema fundamental de reflexión y acción para nuestros propósitos generales. Lo digo porque, si todo marcha como queremos, la ciudad, en una cierta etapa de su desarrollo histórico, pasará a identificarse con la comuna.
A lo largo de 2009, escribí y publiqué por mi cuenta una colección de siete cuadernos, uno de los cuales, justamente, llevaba el título de “El espíritu de la Comuna”.
Así, cuando en su intervención del 20 de diciembre de 2012, conocida como Golpe de Timón, el Presidente utilizó esa imagen del “espíritu de la comuna” para plantearnos a todos los presentes sus exigencias para la siguiente etapa, confieso que me sentí directamente interpelado: “ ¿dónde está la comuna, no la comuna, las comunas? ¿y entonces? ¿dónde vamos a crear las comunas, pues, las nuevas? ¡Ah, Farruco! Y allá en Ciudad Belén, y seguimos entregando las viviendas, pero las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de la comuna que es mucho más importante en este momento que la misma comuna, la cultura comunal…”
Como dije, el comandante Chávez había conversado conmigo varias veces sobre el tema de la ciudad que él, en su propuesta de Reforma Constitucional, ligó indisolublemente a la idea de comuna. Y creo de verdad que eso es una parte importante de su legado, particularmente en lo referente a “la nueva ecuación del poder”, donde relacionó territorio con poder popular en sus distintas escalas de actuación, particularmente la local y la nacional, para la construcción del socialismo. Allí propuso lo que denominó un concepto revolucionario de ciudad: “La unidad política primaria de la organización territorial nacional será la ciudad, entendida esta como todo asentamiento poblacional dentro del municipio, e integrada por áreas o extensiones geográficas denominadas comunas.”. “Estas son las escalas: comunidades, comunas, ciudades” nos dijo entonces. Y habló de la ciudad comunal como objetivo.
Con base a lo anterior, pienso que, para profundizar la comprensión de la comuna, deberíamos hacer un gran esfuerzo en entender muy bien la idea de ciudad (el lugar de la política) que es, tal vez, el mayor logro cultural del género humano después del lenguaje. A tal fin, creo que una lectura de aquel cuaderno de 2009, “El espíritu de la Comuna”, escrito con intención más didáctica que académica, pudiera ser de utilidad a quien quisiera adentrarse en el tema. Si ese es el caso, se puede descargar gratuitamente por https://farrucoenpdf.files.wordpress.com/2015/04/el-espc3adritu-de-la-comuna.pdf
(Publicado en Correo del Orinoco, el 8 de abril de 2021)