Elecciones en Nicaragua – la lucidez de un Pueblo Libre. Ramón Pedregal Casanova
La Revolución del Frente Sandinista se realizó venciendo al lacayo del imperio que había tirado las bombas atómicas, y había firmado antes el documento por el que se comprometía a exterminar el fascismo. ¿Y qué hizo cuando su dictador fue derrotado?: desató una guerra contrarrevolucionaria y un bloqueo por el que sería condenado en la Corte Penal Internacional, la primera vez que la CPI condenó a EEUU. Esa derrota le supo tan amarga que se marchó y no ha permitido que nadie pueda acudir a la Corte para reclamarle una vez más. EEUU, el imperialismo, el capitalismo calienta el huevo de la serpiente, y así salió nuevamente a la luz cuando tras ganar las elecciones el Frente Sandinista en 2007 se puso a la tarea de levantar un país al que los gobiernos neoliberales habían dejado en el segundo lugar de mayor pobreza del mundo, y la entrega revolucionaria del Frente Sandinista fue de tal profundidad que reflotó al pueblo hundido, y ya en 2018, tras haber vuelto a ganar las elecciones la fuerza Sandinista, el régimen imperial, lanzó a sus huestes fascistas contra el pueblo trabajador.
El imperialismo nunca cumple sus compromisos, siempre es opresor y, sin aprender la lección de otras guerras, en Nicaragua emprendió una de las características que había ensayado en otras regiones del mundo, revueltas callejeras, ataques de mercenarios criminales contra la población, contra los bienes de toda la sociedad, hospitales, centros de enseñanza, mercados, … rompiendo la vida productiva y la paz de Nicaragua. Y de nuevo, los neoliberales que habían calentado el huevo del fascismo hasta hacerlo salir, fueron derrotados. En noviembre de 2021 hubo elecciones generales, y el pueblo nicaragüense aupó al Frente Sandinista, el triunfo fue espectacular. Ahora, en las elecciones municipales, se elegían más de 6000 puestos de responsabilidad, y se ha vuelto a repetir la victoria, en medio de las sanciones de los neopromotores del monstruo fascista, pero no han levantado cabeza, las elecciones han sido en paz y por la paz de Nicaragua.
Repasemos el por qué el pueblo le da la razón al FSLN eligiéndolo:
Nicaragua con el FSLN es el país que, ya había desterrado el analfabetismo tras el triunfo de 1979, y después, venciendo en las urnas a la gobernación chamorrista que había llegado tras la guerra contrarrevolucionaria, decía que es el país que más ha reducido la pobreza y la desigualdad, situándose por encima de todos los de su entorno. Mientras Europa – EEUU han construido un sistema que produce en las mismas fechas más y más pobreza y desigualdad, y fascismo.
Pero ¿qué hace el gobierno revolucionario del Frente Sandinista: pone en manos de la clase trabajadora hasta el 80% de los medios productivos.
Y si hablamos de derechos sobre bienes sociales, sanidad, educación, vivienda, comunicaciones, … resulta que cuenta con cerca del 60% de presupuesto estatal.
La igualdad entre mujeres y hombres ha dado una gran lección a esos regímenes que se dicen democráticos en EEUU – UE, pues en los órganos de gobierno de cualquier altura, las mujeres disponen del 48,42% de los puestos.
Con el FSLN Nicaragua ha superado todos los límites imaginables en lo que se refiere a energía, el más del 80% es energía alternativa y cubre todo el país, haciéndolo independiente y autosuficiente. Eso mismo, la autosuficiencia se repite en la alimentación más del 93 %.
Termino con un dato tan reconocido como todo lo anterior por las organizaciones internacionales que representan al mundo: Nicaragua es el país más seguro de la región. Las elecciones, ejemplares en participación de política, han fortalecido la sociedad en paz, y una sociedad que se fortalece en la paz es una sociedad antifascista y antiimperialista, es una sociedad fortalecida con la defensa de su Revolución: es la lucidez de un pueblo libre.
(Artículo aparecido en Tortilla con Sal, el 9 de noviembre de 2022)