Entrevista al FAI del blog El Frente del Este
Reproducimos a continuación la entrevista que hemos concedido al blog «El bloque del Este» recientemente, también disponible en inglés:
¿Qué es el FAI (Frente Antimperialista Internacionalista)?
El FAI es un espacio de confluencia, cohesión y organización de las luchas antiimperialistas e internacionalistas. En él se integran personas que militan en otras organizaciones, en movimientos de base, plataformas o coordinadoras, o que únicamente militan en el FAI. Todas ellas comparten los contenidos que se recogen en los documentos fundacionales y partiendo de ellos contribuyen a la construcción de la más amplia unidad antiimperialista posible.
Por que se forma este frente conjunto?
El Frente pretende elaborar teoría para orientar y ejecutar acciones antiimperialistas. La unidad de acción se construirá desde el análisis compartido sobre el imperialismo que permite establecer las prioridades de cada momento. Es decir, el objetivo del Frente es la organización de la inteligencia y la voluntad de acción colectiva en una unidad antiimperialista con capacidad de generar sus propios instrumentos en tres aspectos: análisis, formación y acción.
¿Qué es para vosotros el imperialismo?
El imperialismo es la forma que adopta el modo de producción capitalista en un momento de su desarrollo histórico y, como tal, expresión de la lucha de clases.
El imperialismo se desarrolla para superar las contradicciones del desarrollo capitalista nacional y proteccionista. En sus crisis locales produce excedentes de capital a los que hay que dar salida exportándolos y los procesos de concentración de capital pretenden controlar precios, costes y mercados para mantener la rentabilidad.
Por tanto, es su propia lógica la que impone la expansión imperial, no depende de la voluntad de los actores históricos concretos.
Los procesos específicos de dominación que genera la expansión imperial son más un medio, inevitable, que un fin en si mismo.
Si en el pasado hubo conflictos entre potencias imperiales, hoy no existen imperios en conflicto; existe un único imperialismo del gran capital trasnacional que pretende establecer su dominio planetario, dirigido fundamentalmente desde la coalición occidental liderada por EE.UU.
No hay diferentes imperialismos, sino contradicciones en el seno mismo del capitalismo en su forma imperialista, que desatan luchas internas por la hegemonía y luchas al exterior para remover cualquier obstáculo a su expansión. El poder hegemónico imperialista trata de disciplinar a las compañías y a los estados que tratan de mantenerse independientes en lo que respecta a los mecanismos de exportación de capital y/o control de precios y/o mercados.
¿El FAI se compromete por la paz y la soberanía de los pueblos del mundo? Constantemente se viola el derecho internacional o el pacto de Ginebra de 1949
Desde luego; el FAI entiende la paz solo como un estado ideal, una forma de que la humanidad se ha organizado en la que rige la justicia social y, por tanto, ningún grupo humano se ve en la necesidad de recurrir a su derecho a la rebeldía, utilizando cualesquiera medios legítimos, para superar las situaciones de opresión e injusticia. Por supuesto, este derecho alcanza al enfrentamiento bélico contra quienes ejercen tal opresión.
Tal como está organizado el mundo, el Derecho Internacional es el mejor de los instrumentos disponibles, dentro de sus limitaciones; hoy por hoy, son los estados-nación, en igualdad de derechos, los representantes de la soberanía en el concierto de las naciones. Además, las Naciones Unidas, el organismo creado para regular las relaciones entre países, poseen la autoridad para reconocer como legítimos representantes de naciones a ciertas organizaciones de grupos humanos que no han podido alcanzar la condición de estado-nación, como pueden ser Palestina o el Sáhara Occidental.
Para todos ellos, el respeto a la propia soberanía es condición indispensable para su propio desarrollo y para la convivencia pacífica entre las naciones. Es decir, el derecho inherente de los pueblos (articulados como nación o en vías de hacerlo) a regir sus propios destinos, a organizarse como libremente mejor le parezca a cada uno de ellos.
Esta debe ser la clave para entender la postura del FAI: la actuación de las fuerzas imperialistas está laminando, con mayor fuerza cada vez, todo el orden internacional trabajosamente construido desde el final de la Segunda Guerra Mundial para preservar la paz entre las naciones y favorecer su desarrollo. Son los estados del viejo mundo colonial y fundamentalistas del capitalismo (Europa, Japón, Israel…), organizados como aliados bajo la hegemonía de los EEUU, los que están imponiendo sus opciones, utilizando todos los recursos de fuerza posibles, haciendo caso omiso del Derecho Internacional si este supone la más mínima obstrucción a su programa.
Frente a ello, la respuesta debe ser el internacionalismo: la lucha por la liberación de la opresión de pueblos y naciones no puede basarse en la mera caridad asistencial, ni siquiera en la solidaridad; es precisa la colaboración activa entre todos los agentes de resistencia y de luchas de liberación en un frente común, coordinado y consecuente: el internacionalismo como expresión política de esa voluntad de transformación real.
Con la pandemia del COVID19 ¿Se ha llevado a cabo un mayor número de agresiones imperialistas?
Desde luego, se ha intensificado la agresión contra las naciones díscolas; en parte, haciendo caso omiso de las recomendaciones de la ONU de detener los conflictos por la pandemia; en parte, con una utilización descaradamente política y propagandistica de un mal que aqueja a todos, para denigrar a los países que han dado una respuesta a tal situación de alarma generalizada alejada de las fórmulas de mercado y de obtención de beneficios; también aprovechando la coyuntura para endurecer la guerra económica y los bloqueos contra estos países, en la esperanza de que la situación de escasez y privaciones produjera levantamientos populares contra los gobiernos incómodos; pero también, privando a los países sin capacidad de producir vacunas de participar en un reparto equilibrado de ellas, negándose a liberar las patentes y obstaculizando la distribución de las desarrolladas en Rusia, China o Cuba.
Pero, sobre todo, la pandemia ha sido utilizada por los grandes poderes económicos como excusa para justificar una reordenación acelerada del capitalismo, que ya desde la crisis de 2008 arrastraba signos de agotamiento, hacia lo que denominan el gran “reset”: otra vuelta de tuerca a la explotación capitalista enmascarada tras fetiches tales como las virtudes del teletrabajo, el “Green New Deal”, la economía de las partes interesadas frente a la de los inversores o el desarrollo acelerado de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial como claves para la resiliencia a la pandemia, orientando hacia ello gigantescas inversiones públicas, que habrán de ser eventualmente satisfechas como deuda pública a pagar por las clases populares y por los países del sur global.
¿Por que la gran mayoría de medios globales no dejan de hablar de Cuba y sin embargo no se ha enfocado tanto en otros países como Colombia, Haití, Sudáfrica, el golpe de estado en Birmania, las revueltas de los/as agricultores en la India…?
Cuba representa un real faro de luz para innumerables pueblos de América Latina y de todo el mundo, que ven con esperanza que hay otra forma de organizar una sociedad atendiendo verdaderamente a las necesidades de sus poblaciones, en lugar de que sus gobiernos estén sometidos a los intereses del capital y orienten su acción a la protección de los negocios.
Los mal llamados medios de comunicación tienen la función de diseminar la propaganda dictada desde los centros del poder imperialista, por lo que amplifican y deforman los problemas de Cuba con mensajes reiterativos y constantes para desacreditar a su gobierno, mientras mantienen bajo sordina los problemas mucho más graves y la incapacidad de otros gobiernos de hacer frente a sus problemas estructurales de los que no podrán salir si no es rompiendo la situación de dependencia.
¿Qué opináis del bloqueo que hay sobre Cuba y las sanciones de USA contra la isla caribeña?
Cuba ha resistido los embates de EEUU durante más de 60 años; las circunstancias de la pandemia ha dado la oportunidad de hacer un nuevo asalto, utilizando en este caso el descontento de ciertos sectores sociales que habían venido siendo instrumentalizados y financiados desde las agencias gubernamentales de los EEUU (National Endowment for Democracy, USAID). El endurecimiento de las sanciones, la asfixia económica, las dificultades creadas por la necesaria unificación de la moneda… junto con un repunte de las víctimas del COVID y las dificultades para abastecerse de los insumos necesarios para hacerle frente, dieron la excusa para magnificar en los medios unas protestas que pretendieron que aparecieran como un cuestionamiento del propio sistema socialista cubano.
Las llamadas sanciones esconden en realidad una estrategia de guerra: el estado de sitio, tantas veces utilizado a lo largo de la historia, que consiste en rendir por hambre al enemigo y, si no se entrega, hacer que se rebele contra sus propios gobernantes. Como es evidente, es una estrategia criminal y genocida que revienta todas las normas internacionales de respeto a la soberanía de las naciones y que fue abrumadoramente condenada en esos términos por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sesión del 21 de junio de 2021.
Lo que resulta más escandaloso es que, pese a la retórica de condenar el bloqueo en la Asamblea General de las Naciones Unidas, la mayoría de los aliados de EEUU (entre ellos, España) se prestan obsequiosos a la estrategia de agresión con declaraciones injerencistas, dando cobijo a los criminales golpistas o convalidando las medidas de bloqueo.
¿El FAI está al tanto de los sucesos en América Latina?
Hacemos un seguimiento de los acontecimientos de interés, en especial, de las agresiones imperialistas y de las diferentes expresiones de lucha que se están produciendo por todos sus rincones: el contragolpe en Bolivia, el paro nacional en Colombia, el proceso constituyente en Chile, los nuevos actores al frente de los gobiernos de México y Perú… Todo ello nos muestra una panorama en ebullición, de unas clases populares que están llegando al hastío tras décadas de gobiernos neoliberales y que se han mostrado incapaces de hacer frente a la pandemia.
Al mismo tiempo, observamos cómo se multiplican las amenazas, los bloqueos y las intervenciones de los EEUU y sus aliados occidentales, incluso del ente sionista; es una expresión de su rabia e impotencia, al tiempo que la constatación de su fracaso generalizado en su ansiado proyecto de reordenación del Medio Oriente Ampliado: Irak, Afganistán, Siria… son plazas perdidas ante el empuje de los nuevos actores globales. El carácter de hegemón agonizante les hace regresar a su “patio trasero” con mayor empuje, en la certeza de que la recolonización del continente les garantizará los recursos necesarios para extender cuanto puedan su dominio.
¿Qué opinión os merece que haya fuerzas políticas en España y en la UE que blanqueen los ataques mediáticos contra los países acosados por USA?
Existe una internacional de la intervención en Latinoamérica que se articula entre Miami y la propia España. Allá residen buena parte de los herederos de las fortunas que hubieron de abandonar Cuba, después de que la Revolución expropiara su negocios criminales. Alrededor de este núcleo se han venido agregando todo un aluvión de exiliados de toda Latinoamérica, en especial, aquellos a quienes gobiernos antineoliberales despojaron o limitaron su capacidad de enriquecimiento. Este núcleo ha llegado a tener un enorme poder de influencia en el gobierno de los EEUU, hasta el punto de que Florida es uno de los estados clave en el proceso de elección del Presidente, que habrá de devolver los favores una vez en el cargo. Sabemos además que Miami se ha convertido en la meca de la música popular latinoamericana, de manera que el artista que no se pliegue a sus dictados es automáticamente marginado, no tendrá acceso al mercado audiovisual. Es el caso de muchos de los músicos españoles más relevantes en la escena internacional, algunos de los cuales se han prestado a abominables maniobras, tales como el concierto “Venezuela Aid Live” que precedió a la entrada forzada de supuesta ayuda humanitaria a Venezuela en febrero de 2019.
Pero además, en los últimos años ha habido una huida masiva de capital de las grandes fortunas venezolanas hacia el negocio inmobiliario en Madrid. De manera que en Madrid reside una notable colonia de venezolanos poderosos, que han tejido además estrechas relaciones con personajes de la derecha y la extrema derecha nacional. Recordemos el caso de Leopoldo López Gil, venezolano nacionalizado español con un gran patrimonio inmobiliario en la capital y que funge como diputado del Parlamento Europeo por el Partido Popular. Además, es padre del opositor Leopoldo López que había sido condenado por la justicia venezolana por instigar las violentas protestas contra el gobierno de 2014, que se saldaron con la muerte de 43 personas y cientos de heridos. Beneficiado por el gobierno de Maduro con la prisión domiciliaria, rompió su confinamiento para refugiarse en la embajada española en Caracas tras un intento fallido de golpe de estado. Posteriormente, escaparía a España, ayudado por el embajador.
Resulta evidente toda una trama de intereses entre la derecha española y los actores contrarrevolucionarios en América Latina. Estos se benefician (pese al carácter criminal de sus más conspicuos representantes) de una suerte de cobertura de legitimidad internacional, desde las naciones “serias” y de operar con el apoyo entusiasta de todas las fuerzas políticas del arco parlamentario y de todos los medios de comunicación, públicos o privados, que no se atreven a poner en cuestión los dictados del gran capital y de las corporaciones en España. La derecha española, por su parte, atribuye al actual gobierno la condición, bien alejada de la realidad, de “bolivariano”, “castrista” o “socialcomunista”, utilizándolo como ariete contra un gobierno que ya no es suyo y que están dispuestos a recuperar a cualquier precio. De manera que hay una perfecta simbiosis entre ambas partes, que les funciona de maravilla en estos tiempos de ofensiva del capital contra todas las manifestaciones de liberación de los pueblos.
Una pregunta que me causa curiosidad ¿Que relación tenía la OTAN con los antiguos oficiales del ejercito nazi alemán de la Segunda Guerra Mundial?
La OTAN está constituida por estados, muchos de los cuales tuvieron relaciones con los nazis antes e incluso durante la SGM; en especial, los servicios secretos y las fuerzas especiales. Hay que tener en cuenta que el verdadero enemigo de las “democracias” occidentales era la Unión Soviética, por lo que sus gobiernos coquetearon con los nazis en la esperanza de que estos le hicieran el trabajo sucio de acabar con la URSS. Cuando ya era evidente que Alemania sería derrotada por la URSS, EEUU, muchas de cuyas grandes industrias había suministrado materiales y armas a los nazis, entró en la guerra en Europa.
Una vez la derrota del eje era evidente, se crearon los fundamentos del nuevo orden mundial: la ONU, los acuerdos de Bretton Woods, el dólar como moneda de intercambio, etc. Aún cuando la URSS aparecía entre los promotores de estos instrumentos en igualdad de condiciones con las otras tres grandes potencias, la realidad es que para estas últimas y para las burguesías industriales y financieras, la animadversión contra la URSS recobraba vida. El mensaje de las dos explosiones nucleares contra un Japón virtualmente rendido iba dirigido expresamente a la URSS, como advertencia de lo que estaban dispuestos a hacer en caso de un enfrentamiento con los EEUU.
De manera que todas las estructuras de seguridad e inteligencia de los EEUU se activaron para aprovechar en lo posible el conocimiento y capacidad de los nazis para su propia guerra silenciosa contra la URSS. En esa estrategia, implicaron a los servicios secretos de los países aliados, que no pusieron muchos reparos en su guerra no declarada contra el comunismo y en la que todo valía.
Resulta muy significativa la Red Gladio, organizada desde los servicios secretos de varios de los países aliados como un ejército en la sombra, con participación activa de grupos de exnazis o de extrema derecha y cuyo papel sería actuar de quinta columna en el caso hipotético de que la URSS invadiera la Europa capitalista. Nunca se dio ese caso, pero sus estructuras fueron utilizadas en varios de ellos (Italia, Bélgica, España…) para ejecutar atentados terroristas cuya finalidad era evitar el acceso al gobierno de partidos considerados amigos de la URSS.
¿Compartís opiniones o espacios con elementos de la derecha en España que se proclaman contra USA y Israel?
En España siempre ha habido sectores de la derecha que se han manifestado contra el ente sionista de Israel, pero no deja de ser la componente antisemita de su concepción del mundo.
También hay sectores de la derecha que no perdonan a España la vergüenza de haberles arrebatado las ruinas del imperio.
Ambas posturas tienen aspectos que no compartimos en absoluto: somos antisionistas, en el entendido de que el sionismo es una expresión política de un sentimiento mesiánico de superioridad sobre el resto de la humanidad, con derecho otorgado por dios para ocupar Palestina y gobernar sobre los gentiles. Nada que ver con el antisemitismo, que es una postura racista inaceptable.
También estamos en contra del imperialismo de los EEUU, uno de cuyos más notables hitos fue el robo de las colonias de Cuba, Puerto Rico, Filipinas, Guam… al imperio español; pero tampoco somos nostálgicos de tal imperio. Estamos por el derecho de los pueblos a su autodeterminación y soberanía, a organizarse como mejor les parezca y nunca, a favor de la explotación de tierras y hombres, colonizados por otras potencias imperiales.
¿Por qué se esta denunciando al sandinismo en Nicaragua? Se compara a Daniel Ortega con Somoza según la oposición nicaragüense….
Nicaragua representa una piedra en el zapato de los EEUU, que no ha cesado de intervenir militarmente en su contra; aunque hemos de decir que la historia de la agresión está plagada de fracasos: a un coste enorme, pero fracasos: Sandino fue capaz de expulsar a las fuerzas norteamericanas del país en 1933; pese a la sanguinaria guerra irregular de la “contra”, EEUU fue incapaz de evitar la revolución sandinista y el regreso al poder de Daniel Ortega en 2007.
Los éxitos económicos, de redistribución, de extensión de derechos y de participación popular han dado al gobierno sandinista un respaldo popular sin precedentes. Hay elecciones presidenciales en noviembre, por lo que se repite la estrategia que ya han ensayado en otros países latinoamericanos: sembrar todas las dudas sobre la limpieza de las elecciones para declararlas invalidadas en el caso más que probable de que gane Ortega. Es la estrategia que usaron en Bolivia (con éxito parcial), en Venezuela, en Ecuador, en Perú… Consiste en sembrar todas las dudas, sobre todo, de cara al exterior, con el auxilio de la OEA (el ministerio de las colonias, como lo calificara el Che Guevara) sobre su validez, de manera que se pueda revertir su resultado en base a presiones exteriores en caso desfavorable para los intereses del capital trasnacional y las burguesías lacayas.
Las denuncias de dictadura, de no respetar los derechos de las mujeres, etc, son elementos de agitación para preparar el terreno y para ganar adeptos, especialmente entre los sectores jóvenes desideologizados y más sensibles a los discursos feministas, ecologistas, LGTBI, etc. Por supuesto, hay también investigaciones que denuncian la intervención de las agencias de los EEUU en la formación de núcleos de furibundo activismo antigubernamental, con empleo masivo de las redes sociales y un discurso único desde los medios corporativos.
Fuera de los debates mediáticos ¿Que ha sucedido en Haití y por qué casi no se está hablando?
Jovenal Möise era un fusible al servicio de los intereses de la oligarquía haitiana, beneficiaria de los negocios del capital extranjero. Su mandato estaba ya caducado y se negaba a convocar elecciones. La situación del país era de una gran inestabilidad y pobreza. Por alguna razón, que no percibimos todavía con claridad, los auténticos poderes en Haití decidieron que Möise era ya una baza perdida y había que quitarla de enmedio.
Mercenarios colombianos, entrenados por EEUU e Israel y expertos en la guerra irregular contra la guerrilla colombiana, resultaban elementos fáciles de reclutar para ejecutar el magnicidio. Veintiocho colombianos y dos haitianos con nacionalidad estadounidense, además de otros seis colombianos prófugos, participaron en el ataque. El director de la Policía Nacional de Colombia, Jorge Luís Vargas, confirmó que 4 empresas colombianas habrían reclutado a los presuntos asesinos y que seis de ellos son militares activos del ejército de Colombia.
No se habla de esto porque deja en muy mal lugar a las maneras de actuar del imperialismo, poniendo en evidencia sus prácticas más criminales. Contra toda la propaganda que muestra a Colombia como ejemplo de democracia y derechos en Latinoamérica, este suceso pone en evidencia su carácter de narcoestado, corrompido hasta la médula y que funciona alimentado por la producción de cocaína y la exportación de sus prácticas más violentas.
¿Por que el FAI se proclama contra el estado de Israel?
El FAI, como la mayoría de las poblaciones árabes, considera que no se puede hablar del “estado” de Israel, sino del ente sionista de Israel; reconocemos su existencia de facto, pero no su derecho a existir como estado. Hay que tener en cuenta su origen, cuando la administración colonial británica abandonó el territorio de Palestina sin un auténtico proceso de descolonización; y que las Naciones Unidas se limitaron a aceptar la ocupación por la fuerza de una gran parte del territorio en lo que se conocía como el Plan de Partición. A partir de entonces, el gobierno del ente no ha hecho sino aumentar su territorio en base a guerras de conquista y ocupaciones ilegales que rellena con colonos venidos de todo el planeta, mientras expulsa en cuanto puede a sus habitantes originarios, impide el regreso de los refugiados y limita los derechos de los pobladores que no son judíos. Todo ello, en contra de los Convenios de Ginebra sobre la ocupación de territorios y saltándose a la torera las innumerables resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en su contra, amparados siempre por el veto de los EEUU en contra de medidas efectivas para limitar los abusos del ente sionista.