Han acabado con el panarabismo y el socialismo árabe. Josep Cónsola
El Partido Baaz, nacido de las cenizas del colonialismo europeo, ha reivindicado, desde su creación en 1947, el panarabismo y asentado con más o menos incidencia en diversos países del norte de África (Egipto, Argelia, Sudán, Mauritania, Túnez y Libia) y Oriente medio (Jordania, Yemen, Palestina. Líbano, Irak, Siria).
El sirio Michel Aflaq fue uno de los principales teóricos del socialismo y nacionalismo árabe y fundador del Partido Baaz Árabe Socialista. Tomó fuerza en Siria, donde se le agregaron militantes de grupos socialistas, comunistas y nacionalistas y en Irak donde se implantó fuertemente en el ejército.
No hay que confundir el socialismo árabe con el europeo, las características son muy distintas, así como el europeo tiene sus orígenes en las luchas obreras, el árabe tiene sus orígenes en las luchas de liberación nacional.
Con el asesinato de Saddam Hussein tras la invasión euro-norteamericana de 2003, las fuerzas de ocupación ilegalizaron y proscribieron el Partido Baaz iraquí en junio de 2003, si bien siguió funcionando en casi todo el país de forma clandestina bajo la dirección de Izzat Ibrahim ad-Douri elegido secretario general del Partido Baaz el 3 de enero de 2007 y fallecido el 25 de octubre de 2020.
En Egipto Nasser se adhirió a los postulados del socialismo árabe, impulsando la intervención estatal en la economía, nacionalizando empresas de capitales británicos y franceses. Su sucesor Al-Sadat se desmarcó del llamado socialismo árabe y se alineó con Estados Unidos
En Yemen Abdullah al-Sallal abolió la monarquía de Yemen del Norte en nombre del panarabismo de Nasser.
En Libia, aunque la revolución y desarrollo posterior tuvo un cariz panafricanista, la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista tenía mucho en común con el Baaz.
Con la destrucción de Irak y el asesinato de Hussein, siguió la destrucción de Libia y el asesinato de Gaddafi y finalmente la destrucción de Siria han convertido estos países nuevamente en protectorados occidentales.
En relación a Siria, el 27 de febrero de 2012 realizó un referéndum para aprobar una nueva Constitución, y el artículo que indicaba que el Partido Baaz es “el principal partido de la sociedad y el Estado” fue retirado, en un intento de contentar a los agresores euro-norteamericanos, que de nada sirvió. La agresión ha perdurado hasta este mes de diciembre de 2024 en que se ha puesto punto final a los rescoldos del llamado socialismo árabe.
Con anterioridad, en Túnez, el golpe de estado contra el presidente Habib Burguiba, y el Partido Socialista Desturiano, similar al Baaz, en 1987 está relacionado con la continuada agresión occidental. En Sudán con el nombre de Partido del Congreso Nacional, tenía, al igual que Baaz, como base el panarabismo y el nacionalismo árabe, partido que fue prohibido y sus bienes confiscados tras el golpe militar de 29 de noviembre de 2019 junto con la prohibición a todos sus miembros participar en elecciones u ocupar cargos públicos durante diez años.
Podríamos decir que se ha vuelto al estado colonial del siglo XIX y principios del XX, mediante un neocolonialismo causante de más mortalidad que el anterior y un grado de destrucción económica que es una panacea para las empresas del Imperialismo S.A., pues los nuevos colonizadores no pertenecen a un país concreto, sino a los Consejos de Administración de los grandes fondos de inversión.
Socialmente, la destrucción ha sido todavía peor, se ha desintegrado por completo la sociedad, y la cultura occidental euro-norteamericana es la única existente en estas nuevas colonias.
Sirva como ejemplo, en mayo de 2004, a algo más de un año de la cruel invasión, el Banco Mundial aprobó un crédito, de 60 millones de dólares al gobierno títere de Irak para financiar el proyecto: “Irak: Emergency Textbook Provision Project”1.
Este proyecto fue parte de un acuerdo marco firmado con los países invasores para la reforma del currículum, el cual busca “reformar y modernizar el sistema escolar iraquí”. El Banco Mundial reconoce que “tiene una experiencia considerable en apoyar proyectos de suministro de textos escolares a gran escala en contextos post-conflictos”. Entre las situaciones post-conflictos más recientes en las cuales ha intervenido el Banco Mundial se incluyen Timor-Oriental, Bosnia, Sierra Leona y Kosovo. Además, afirma el Banco Mundial que ha trabajado estrechamente con la UNESCO, UNICEF y USAID.
En la sección dedicada a los beneficios de este proyecto, el Banco Mundial afirma que: “Los textos escolares son un factor básico para facilitar el aprendizaje. La entrega a tiempo de los textos escolares tendrá un efecto directo en la enseñanza y el aprendizaje. Una mejora visible en la condiciones de aprendizaje puede jugar un papel fundamental en la construcción de la confianza en el nuevo Ministerio de Educación y el nuevo Gobierno”.
Las bombas mataban los cuerpos, los nuevos amos, ahora pretenden matar los cerebros, y nosotros desde nuestra atalaya bien resguardada no tenemos suficientemente en cuenta esta nueva mortalidad. Todo un trabajo que tenemos por delante.
(Publicado en MPR21, el 13 de diciembre de 2024)