Huelga ofensiva contra otro buen ejercicio de democracia occidental. El lince
Mañana hay convocada otra huelga general en Francia. La segunda en quince días. El gobierno ya ha dicho que pase lo que pase, por muy seguida que sea, no cambiará nada su decisión de aumentar la edad de jubilación de los 62 años actuales a 64. A ver si me aclaro: en otros lugares los gobiernos «tienen que escuchar el clamor de la calle», pero cuando ese clamor se produce en Occidente «no cambia la decisión». Otro buen ejercicio de democracia occidental y sus consabidos «valores».
Desde la primera huelga el 19 de enero, los perros de la manada se han desatado. Todos, y cuando digo todos digo todos, los medios de propaganda han dedicado sus tertulias e «informaciones» a convencer a los franceses de los beneficios y méritos de la «reforma de pensiones», neolengua para hablar del aumento de la edad de jubilación. Es lo que han venido llamando, al unísono con el gobierno, un «ejercicio pedagógico».
Así, los muy democráticos medios de propaganda, haciendo un buen uso de la libertad de expresión -uno de los sacrosantos valores democráticos- preguntan a los ciudadanos «¿Vas a bloquear Francia este martes?». No preguntan si van a participar en la huelga, sino si van a bloquear Francia. Ni más ni menos. (Esto se ha oído en uno de los «informativos» de la cadena BMFTV)
La contestación social es inexistente para esta peña, y si la hay, hay que satanizarla. «¿Condenas los actos de violencia, sí o no?», es otra de las cosas que se están oyendo estos días.
Las encuestas dicen que se ha incrementado el apoyo a la huelga y al rechazo al aumento de la edad de jubilación. Si el 19 de enero eran el 66% de los franceses quienes se oponían a ese aumento, ahora son el 72%. Y de ese porcentaje, el 57% dice que apoya el bloqueo del país para hacer frente a la cerrazón gubernamental.
Pero eso no arredra al muy democrático gobierno francés, que dice que no le importa porque «no es algo negociable», según la primera ministra, pese a reconocer que la movilización del 19 de enero fue «importante». Pero «el gobierno tiene que ir de frente» y aprobar ese aumento. Dice esto porque el gobierno no tiene mayoría parlamentaria para aprobarlo, por lo que ya ha dicho que recurrirá a un artículo de la Constitución que le permite hacerlo por decreto, algo que no ha sucedido nunca hasta ahora en la Quinta República (la vigente). Y este es un proceso, el de aumento de la edad de la jubilación, que se está extendiendo en toda la Unión Europea por imposición de la plutocracia de Bruselas.
¿Democracia? Ni por el forro. Este es el «jardín» occidental, por eso el jardín apoya a los neonazis ucranianos.
El pulso está echado, y las muestras de la verborrea «democrática», también.
En algunos ayuntamientos, gobernados por La Francia Insumisa, se ha aprobado permitir que los trabajadores participen en la huelga sin descontarles ese día.
La CGT, el principal sindicato, habla de «huelgas ofensivas», mientras que el resto de sindicatos se mantienen a la defensiva y se contentan con que el gobierno dé marcha atrás o se avenga a negociar ese aumento de la edad de jubilación.
Por eso la CGT está poniendo en marcha acciones de «Robins de bois» («Robin de los bosques»), en las que -como en la huelga anterior- garantiza el suministro de gas y electricidad a escuelas, complejos de vivienda pública y hospitales, al tiempo que restablece el suministro de energía a quienes se les ha cortado por impagos. En contraposición, se reduce el suministro de energía a las grandes empresas.
Cada vez hay una mayor conciencia de que hay que ir a la ofensiva para ganar, que la cosa no es solo oponerse al aumento de la edad de jubilación sino de la distribución de la riqueza y de la crítica al sistema actual, con una clara identificación del enemigo de clase.
Mientras tanto, en África, organizaciones de 11 países -ex colonias francesas- han creado la Organización de los Pueblos de África Occidental con la finalidad de «defender la soberanía de los pueblos y su derecho a construir el sistema político y económico de su elección». El eje de actuación será «crear redes de solidaridad activa, lucha antiimperialista y patriótica entre los pueblos de África Occidental contra la dominación imperialista, la ocupación de nuestros territorios por ejércitos extranjeros, el saqueo de nuestras riquezas».
En este sentido, se saluda y apoya la decisión del gobierno de Burkina Faso de exigir a Francia la retirada de sus tropas del país, siguiendo a otras medidas similares tomadas por República Centroafricana y Malí.
No está de más, os recuerdo esta canción que es todo un símbolo de lo que está ocurriendo. Occidente y su neocolonialismo hacen agua por todas partes: «Independence Cha Cha». Con ritmo cubano, además.
(Publicado en el blog del autor, el 30 de enero de 2023)