La coronacrisis y la reordenación del capitalismo
Acceso a la presentación LA CORONACRISIS Y LA REORDENACION DEL CAPITALISMO
FAI. Segundas Jornadas Antiimperialistas
BORRADOR ECONOMÍA SOCIEDAD Y REORDENAMIENTO DEL CAPITALISMO
1.- ANTECEDENTES PRÓXIMOS DE LA CORONACRISIS
1.- En la crisis de las .com se consolidaban procesos que se han venido expandiendo durante años:
- Un sector industrial cuyos avances innovadores tienen en Internet y las tecnologías asociadas su punta de lanza y cuyo protagonista a nivel global es EE.UU. En un contexto económico donde se imponen las doctrinas neoliberales (Fukuyama declaraba el Fin de la historia en 1992), estas tecnologías son clave en la expansión de una economía globalizada.
- Un proceso de acumulación ingente de capital que invierte en las empresas tecnológicas que desarrollaban el mundo IP generando otra enorme burbuja especulativa.
- Cysco Systems como ejemplo (no tenía fábricas propias). Deslocalización de los procesos productivos al considerarlos como elementos que lastraban la cuenta de beneficios, había que mantener las actividades de mayor valor añadido y subcontratar/deslocalizar el resto de actividades.
- El balance ya no era la tradicional diferencia entre ingresos – gastos, era la distancia al umbral de ganancias prometidas al accionariado.
- Se impone el cortoplacismo en las políticas empresariales para mejorar la cotización bursátil, al tiempo que se generaliza el hecho del pago con acciones de la empresa a sus directivos y personal de cierto nivel. Se desmantela buena parte de la actividad industrial en los países desarrollados bajo la razón del aumento de competitividad y la reducción de costes.
- El trabajo por objetivos se abre espacio rompiendo convenios colectivos al tiempo que la precarización se extiende.
- Pero todas la burbujas sectoriales tienen una vida limitada cada vez más corta, ya que por muy amplio que sea el sector, el proceso de acumulación de capital inversionista es de tal calibre que agota los procesos de extracción de beneficios con altas tasas de rentabilidad en tiempos cada vez menores.
- La información, materia prima de las nuevas tecnologías y de la seguridad nacional, es fundamental para el desarrollo exponencial de un sistema financiero que se hace: planetario, permanente, inmaterial e inmediato.
2.- La crisis de 2008:
- Es una crisis global que a diferencia de otras crisis también afecta de lleno a las metrópolis del imperio.
- Está consolidada la gran deslocalización de procesos productivos hacia el sudeste asiático lo que pone encima del tablero el protagonismo de la economía financiera como instrumento de aceleración del proceso de acumulación por desposesión.
- La tasa de ganancia de la actividad industrial no puede competir con la financiera. (gráfico). La desindustrialización genera paro y precariedad haciendo que la demanda interna se desplome y con ella precios y márgenes de rentabilidad.
- El sistema acelera los procesos crediticios que permiten un rápido endeudamiento empresarial y ciudadano, al tiempo titulariza esa deuda a través de nuevos productos financieros.
- El sector inmobilario, con las hipotecas, se convierte en el epicentro de la nueva burbuja bajo procesos de creación de derivados financieros tóxicos que cuentan con la complicidad de los procesos desregulatorios, administraciones, agencias de calificación, gran banca privada y bancos centrales. Este dopaje económico para sostener la demanda y con ella la rentabilidad acaba estallando en 2008.
- La crisis se hace multidimensional. Su carácter financiero hace que la falta de liquidez se extienda rápidamente; decrece la actividad económica; aumenta el paro; con la falta de ingresos se extiende la insolvencia y la crisis social castiga a amplias capas de la sociedad incluyendo las clases medias. Esta situación desborda el papel de unos estados sistemáticamente debilitados, especialmente desde el punto de vista social, y la crisis financiera se hace productiva, social y política.
- Dos recetas para afrontar la recuperación: austeridad alemana vs flexibilización cuantitativa estadounidense con tasas de interés cercanas a cero. Ambas conllevan dinámicas de concentración empresarial y bancaria. La primera sigue el guion para implantar la hegemonía alemana en la UE con el sufrimiento de las economías y sociedades de los llamados PIGS; la segunda para sostener la hegemonía económica global de EE.UU. con el salvataje de grandes corporaciones y emporios financieros demasiado grandes para caer (no solo estadounidenses según la auditoria de Fed) mientras la sociedad con menos ingresos vive en un desamparo creciente.
- En la UE el proceso de salvataje no disimula el expolio. El BCE genera dinero fiduciario y elabora paquetes económicos de ayuda a los estados para superar la crisis de liquidez. Estatuariamente este préstamo no puede hacerse directamente desde el BCE a los estados por lo que da el dinero a la banca privada a tipo de interés negativo y ésta la hace llegar a los estados a tipos de interés mucho mayores. El intermediario, generador de la crisis, resuelve su propia crisis de liquidez.
- Aumentan significativamente la desigualdad y los procesos de endeudamiento público.
- Mientras esto ocurría en Occidente, los países en vías de desarrollo que eran capaces de sostener su soberanía económica, concentraban los medios de producción y el acceso a las materias primas. Su capacidad de re-inversión pronto los situará a la cabeza de la economía Mundial. China se afianzaba como la gran fábrica del mundo, al tiempo que aumentaba sus reservas en dólares y bonos de deuda norteamericana. Otros países como India, Rusia, Brasil y algunos países del Asia oriental experimentan un gran desarrollo.
- Por otro lado, la crisis global favorece el fortalecimiento de pactos económicos regionales como Mercosur, la alianza de los BRICS, la firma en 2008 del Protocolo de Relaciones entre la Unión Africana y las Comunidades Económicas Regionales (CER)…
3.- La crisis de 2019
La crisis de las grandes potencias capitalistas ya está presente en 2019, es un hecho refutado por las instituciones internacionales en su momento, llegando a requerirse un nuevo Bretton Woods (gráfica con indicadores de facto como la deuda corporativa nortamericana que así lo corroboran).
Es una crisis que aparece en medio de un proceso de desgaste muy profundo de las potencias capitalistas occidentales. Incapaces de mantener su hegemonía económica a pesar de la guerra económica abierta contra varios países como Irán, Venezuela, Cuba, Palestina… y con sanciones a menor escala contra países como Rusia, pierden la guerra energética, y la guerra comercial declarada por Estados Unidos contra China.
Llegamos a esta crisis de 2019, con la crisis del 2008 “recuperada” en términos macroeconómicos pero sin resolver sus causas ya que las cantidades ingentes de dinero inyectadas en los procesos de flexibilidad cuantitativa no se han invertido en la regeneración del sistema productivo, sino que alimenta a las grandes fortunas, que descontando el desastre, comienzan un proceso de descapitalización y búsqueda de refugios para el capital inactivo. Se disparan las monedas Blockc Chain y el oro. El dólar (y el Euro) pierden progresivamente su valor como referente en las transacciones internacionales y ven como se degrada su poder adquisitivo.
A todo esto se suman el hecho de que el mercado todavía está lastrado por billones de $·en derivados financieros en los balances de la gran banca privada (Deutsche Bank), y la incapacidad de las potencias occidentales para recuperar la actividad productiva sin un alto coste en términos de competitividad.
A este panorama económico hay que añadir uno social marcado por el hecho de que mucha gente se ve inmersa en una nueva crisis sin haber salido de la del 2008 a pesar del gran esfuerzo cosmético que mediáticamente se ha llevado a cabo para negar esta realidad (Informe AROPE 2020).
La coyuntura que tiene que enfrentar el capitalismo es de gran calado. En su necesidad de expansión constante, de crecimiento indefinido, se ha extendido territorialmente mediante la globalización; lo ha hecho temporalmente mediante deuda; ha privatizado amplios sectores de la actividad económica para insertarlos en la dinámica del mercado; ha financiarizado la economía para generar mecanismos especulativos de precios; ha mercantilizado todos los aspectos de la vida que ha podido (recientemente hemos asistido a la bursatilización del agua en los mercados de futuros habiendo sido declarado en 2010 un derecho humano en la ONU con 700millones de personas que sufren escasez en 43 países); ha deslocalizado los procesos productivos para aumentar su tasa de beneficios; ha impulsado las guerras económicas y bloqueos controlando los instrumentos de intercambio bancarios internacionales; ha impuesto una moneda de referencia, el dólar, sin otro respaldo que el del complejo industrial militar; ha construido una institucionalidad internacional que ha respaldado su forma de hacer durante décadas y que pide un nuevo Bretton Woods. Y a pesar de todo ello el barco hace agua. Todo apunta a un nuevo proceso de “destrucción creativa” y eso son muy malas noticias, especialmente, para quienes la crisis es ya un estado crónico vital.
2.- EL IMPACTO DEL COVIT-19 Y LOS FALSOS DILEMAS
El COVID pone de manifiesto las debilidades que arrastra el sistema, así como sus contradicciones. Ver el petróleo cotizando en valores negativos en el mercado de futuros; las cadenas de suministro, producción y distribución cortadas a nivel global por el confinamiento chino; a los socios europeos disputándose los respiradores o la gente pagando 23€ en una farmacia por una mascarilla FPII son ejemplos que todo el mundo ha visto.
Y en medio de todo este caos, se introducen los falsos dilemas surgidos de una lógica que ha renunciado a abordar la realidad de una forma integral. Se nos pide optar entre salud y economía. Si nos confinamos se destroza la economía y eso conlleva pobreza y enfermedades; si no nos confinamos el virus se extiende, se colapsa el sistema sanitario y el riesgo vital se multiplica. Dos visiones parciales en las que siempre se pierde. Pero eso no funciona. Las situaciones de muchas personas que no pueden guardar un confinamiento porque viven en situaciones precarias, en economía informal o carecen de un medio de vida estable, no se deben al virus, el virus las puede agravar pero su causalidad es otra.
La salud no es solo la ausencia de enfermedad. La salud, más allá de intereses mercantiles, desde una visión integral (Alma Atá, 1978), tiene una dimensión bio-psico-social que debe ser políticamente protegida. Esto nos habla de sistemas sanitarios públicos bien dotados, con redes de atención primaria potentes, con una medicina preventiva en la que las condiciones materiales de vida son una parte fundamental del diagnóstico.
Cuanto más nos alejamos de una visión integral de la salud más duro se hace el discurso hasta llegar a la petición del sacrificio de los más débiles con pretextos patrióticos (Dan Patrick vicegobernador de Texas en su defensa de la economía frente a los posibles confinamientos afirmaba «Estoy dispuesto a jugarme mi supervivencia a cambio de mantener América tal y como es… Creo que muchos más abuelos se sienten como yo»).
El COVID contagia a ricos y pobres, a jóvenes y mayores, pero no de igual manera. Es un virus que entiende de condiciones materiales de vida y, por tanto, tiene un componente de clase muy marcado. La gente va tomando conciencia de lo importante de preservar los sistemas públicos de salud, pero necesitamos hacer llegar el mensaje de que desde un punto de vista integral, ensanchar la desigualdad económica es un atentado contra la salud pública. Optar por salud o economía en un sistema que debilita sistemáticamente los sistemas públicos sanitarios y acrecienta la desigualdad es un debate que justifica cualquier decisión que adopten los responsables políticos, siempre se les dará una coartada.
Hay quienes se sienten de “izquierdas” y aceptando la dualidad salud-economía se sienten bien ubicados aceptando la opción de la salud. Eso no tiene sentido, porque es dejar la economía en manos de las “derechas” y es repetir los errores de siempre.
Junto a esta dinámica de falsos dilemas hay que denunciar otra, la que determina a nivel global que todos los recursos han de priorizarse en combatir el COVID19 como si no hubiera otras dolencias, siendo así que los brotes de otras enfermedades están aumentando en muchos países. Se estima que más de 5 millones de niños menores de 5 años se enfrentan a las amenazas del cólera y la diarrea acuosa aguda. Y que el modo de abordar esta pandemia podría revertir 20 años de progreso en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y el paludismo, lo que supone duplicar el número anual de muertos por estas otras causas.
Lo cierto es que el panorama social que deja tras de sí la pandemia es dantesco. Destrucción de cientos de millones de jornadas de trabajo a tiempo completo a nivel global; abandono del sistema educativo de millones de estudiantes; aumento en casi un centenar de millones de personas que retroceden al estado de pobreza extrema; cierre de millones de empresas, 86.000 en España. Todo apunta a un sistema social cada vez más inestable a pesar de las muchas iniciativas de autoorganización vecinal y popular para sobrellevar la situación.
3.- ¿CÓMO PRETENDE SOBREVIVIR EL CAPITALISMO?
Lo primero que hay que poner de manifiesto es que en este panorama se consolida la dinámica imperialista de guerra económica, continúan los bloqueos, las sanciones, los embargos, las guerras comerciales, de divisas, la financiación de corruptos locales que venden la soberanía de su país. El imperio no ha aflojado el nudo pero sabe que tiene que revertir el contexto global.
Para salir adelante a corto plazo lo que ha hecho es poner encima de la mesa toda la artillería monetaria, lo que no invalida la posibilidad de una salida bélica, especialmente con los demócratas en el Capitolio. Se repite el esquema de flexibilidad cuantitativa inyectando billones de $ en la economía de forma coordinada por parte de los principales bancos centrales (Europeo, Inglaterra, Japón y la Fed). La emisión de deuda de los estados es adquirida directamente por la Fed, o por el BCE con la intermediación bancaria privada. Y no sólo se da este mecanismo de compra de deuda pública, también se da la compra de bonos de deuda corporativos.
Esta forma de proceder, de facto, pone de manifiesto que el libre mercado es una entelequia, un gran mito neoliberal que ha disparado la desigualdad global durante décadas, y que con él se han construido toda una seria de serie de dogmas (Consenso de Washington) y argumentos insostenibles como el de la libre competencia o el de la igualdad de oportunidades.
Sin embargo, esta solución no tiene recorrido. El hecho de dar 1200€ a cada adulto estadounidense no es más que una forma de enmascarar un mecanismo perverso que a través del efecto Cantillon (las ayudas se empiezan a repartir por arriba y son esos los que más se benefician ya que a la base llega la ayuda tarde y disminuida) ha permitido que las grandes fortunas de este mundo se hayan incrementado en un semestre en más de un 25%. Es más, a pesar de inyectar billones de $ en la economía norteamericana no han conseguido ni aumentar la velocidad de circulación del dinero. Las élites y las grandes corporaciones son los grandes beneficiados de la flexibilidad cuantitativa.
En medio de esta debacle, con un desplome generalizado del PIB en casi todos los países excepto China, hay quien sigue mirando a Wall Street, a los indicadores bursátiles del S&P500 o el tecnológico Nasdaq como un elemento irreductible de este capitalismo maltrecho. Es necesario mencionar que el apalancamiento de las grandes corporaciones en muchos casos no revierte en un saneamiento real de sus balances sino en la compra de las propias acciones, una práctica prohibida hasta hace pocos años, que sirve para maquillar un proceso que descapitaliza la empresa, engorda los bolsillos de directivos cuya remuneración se hace en parte en acciones, y la dirige hacia el colapso que se evita con dinero público si se es demasiado grande para caer. Siendo esto así es fácil comprender cómo la bolsa norteamericana parece estar reflejando la situación de otro planeta.
Las élites conscientes del proceso apuntan, desde hace ya tiempo, a la necesidad de revertir esta situación y el coronavirus les ofrece una coartada sobre la que formular la necesidad de reiniciar el capitalismo apoyándose en 3 premisas: olvidar lo pasado, no importa lo objetivamente justo y actuar salvaguardando el orden liberal (Kissinger). Esto es, reiniciar conlleva la impunidad.
Lo que se nos propone con el término reiniciar no significa cambiar de programa es tan sólo una actualización del mismo. Hacia más capitalismo, pero esta vez revestido de piel de cordero como se recoge en la formulación de dos de las corrientes más difundidas por las élites: El capitalismo de partes interesadas (Davos) y el capitalismo inclusivo (Rosthschild + Vaticano).
El capitalismo inclusivo pretende reformar el capitalismo desde dentro, “aprovechando el potencial del sector privado para construir una base económica más inclusiva, sostenible y confiable para el mundo”, bajo 4 principios: igualdad de oportunidades, resultados equitativos, equidad entre generaciones y equidad con aquellos de la sociedad cuyas circunstancias les impiden participar plenamente en la economía.
Por su parte el Foro Económico Mundial plantea que las grandes corporaciones deben atender no sólo a la dinámica del beneficio accionarial (Milton Friedman) sino al de las partes interesadas (clientes, empleados, proveedores, y comunidades donde se implanta la actividad, además de generar valor a largo plazo para los accionistas). Una propuesta que no responde a un proceso de transformación estructural, sino a un proceso de reforma que empieza por blanquear la imagen de las grandes corporaciones, pero que va más allá.
Todo esto tiene su recorrido en la opinión pública y está estudiado (Las empresas que miran más allá del beneficio accionarial tienen un incremento medio de ingresos superior en un 47% respecto a las que no lo hacen; en 2025 el 75% de la fuerza laboral mundial serán los millennials (1981 a 1993) y entre los jóvenes en USA el 88% quieren trabajar en una empresa que refleje sus propios valores; Salesforce hace casi 20 años, creó el modelo 1-1-1: devolver el 1% de su tiempo, producto y beneficio a la comunidad, y más de 5000 empresas de 80 países lo han implementado).
El juego ha empezado. El principal lobby empresarial norteamericano (BR con 181 CEOs, 8 millones de empleados, beneficios anuales de unos 7 billones de $, 8000 millones de $ anuales en donaciones y generación de 488.000 millones de $ de ingresos para pymes ) ya ha hecho una declaración pública de apoyo al capitalismo de partes interesadas. Por su parte, la iniciativa del capitalismo inclusivo (asociación sin ánimo de lucro que cuenta con un Consejo de 27 líderes entre los que se encuentran además de los Rosthchild, los presidentes de la Fundación Rockefeller, de la fundación Ford e incluso el presidente de State Street Corporation) ha conseguido el sello del Vaticano, como elemento de legitimación moral.
Estas iniciativas por sí solas no son más que parte del andamiaje de un capitalismo que necesita reformularse. Las élites han puesto encima de la mesa algo más consistente, herramientas que en el imaginario colectivo se asocien a un mayor progreso y eso se concreta en la 4ª Revolución industrial. Una revolución que anuncian va a suponer un nuevo contrato social, transformación de las subjetividades, de la forma de relacionarnos, de producir, de consumir y hasta de entender la propiedad. Klaus Schwab que preside el Foro Económico social lo formula así: “Una de las características de la Cuarta Revolución Industrial, es que no cambia lo que hacemos, sino lo que somos”
Ese alcance multidimensional, queda reflejado en el logo del Foro Económico Mundial de Davos para anunciar ese gran resteo. Algunos aspectos de interés pueden acercarnos a este proceso:
- Para el 2025 la proporción de habilidades básicas que cambiarán para los trabajadores que conserven su puesto de trabajo será del 40%, y el 50% de todos los empleados necesitarán volver a capacitarse.
- “La tecnología que está desarrollando China de control en las fábricas, les ponen electrodos en la cabeza para saber si están concentrados en el trabajo o se están distrayendo” Pedro Baños.
- La supresión de la propiedad privada argumentando que lo fundamental es ver cubiertas las necesidades vía servicios sin necesidad de ser propietarios. Los ejemplos de Uber el mayor suministrador del servicio de transporte privado sin coches en propiedad, o de Amazon el mayor minorista del mundo sin una sola tienda son ejemplos de esta nueva era de los servicios. El ciudadano deja de ser propietario, pero no se nos dice que no haya propiedad, ni en manos de quién va a estar.
- El Estado Mayor británico ha afirmado que en menos de diez años el 30% de los soldados serán robots soldados, y el coronel Pedro Baños afirma que “el otro 70% serán soldados robots. Es decir, soldados transhumanos que habrán sido potenciados física y mentalmente” Hay muchas maneras de potenciar mentalmente a un soldado “desde implantes a psicofármacos tremendamente potentes que ya se están utilizando, psicofármacos que pueden ser tanto para activar como para desactivar. Incluso se está hablando de modificaciones genéticas que puedan ser reversibles. Esta es la realidad que se está trabajando en un mundo militar que, por desgracia, sabemos que suele ir mucho más avanzado que el mundo civil.
- Los algoritmos estarán presentes en todas nuestras acciones cotidianas capturando información a través del internet de las cosas para cuyo desarrollo es fundamental el 5G y una implantación masiva de dispositivos sensores que se espera alcancen el billón en pocos años, gestionando nuestras agendas, los contenidos informativos de nuestro interés, nuestras inversiones… Todo ello apoyado en la Inteligencia artificial que hace posible el tratamiento de tanta información y en manos de la nueva cibercracia que en caso estadounidense se concreta a día de hoy en GAFAMT (Google, Apple, Facebook, Amazon, Microsft y Twitter)
El mito del libre mercado puede estar dejando paso a otro, el del desarrollo tecnológico. El desarrollo tecnológico es consustancial al desarrollo humano pero sólo es condición necesaria, el mito surge cuando se trata de convertirlo también en condición suficiente. Su analogía ya la hemos vivido cuando han querido implantarnos una economía de mercado y no una economía con mercado. El mercado no ha sido el culpable del neoliberalismo, son quienes lo han controlado y lo han elevado a mito.
Conviene llamar la atención sobre el hecho de que las revoluciones industriales a lo largo de la historia han acumulado procesos de desigualdad. La segunda revolución industrial todavía no ha podido ser plenamente experimentada por el 17% de la población mundial, pues casi 1.300 millones de personas carecen de acceso a la electricidad. Esto también es válido para la tercera revolución industrial, con más de la mitad de la población mundial, 4.000 millones de personas, la mayoría en el mundo en vías de desarrollo, sin acceso a internet.
Con la 4ª rev industrial está servida la batalla por el dominio de las nuevas tecnologías. Es una batalla sin cuartel que de momento va ganando China en aspectos como la IA, 5G, computación cuántica, o en la implantación robótica, aunque todavía está por detrás de EE.UU en la fabricación de chips y en tecnología militar. Pero la tendencia a futuro no apunta bien para el hegemón de estas últimas décadas.
No solo está en juego si vamos a teletrabajar o si vamos a ir al puesto de trabajo presencialmente, si van a desaparecer el 50% de los puestos de trabajo actuales susceptibles de ser reemplazos por la robótica eso repercute en la relación capital-trabajo. Además, hay que considerar la articulación de una estructura de control social sin parangón en la historia, donde la información no solo es la materia prima del poder por excelencia, sino que las herramientas tecnológicas despliegan la capacidad de transformar esa información en conocimiento de forma cada vez más eficiente, y ese conocimiento a través de algoritmos en gestión y construcción de la realidad de acuerdo a los fines perseguidos. Una concentración de poder cibernético que permite acuñar el término cibercracia y convertir el acceso a los datos en un tema de seguridad nacional que va más allá de las ciberguerras que conocemos.
Sin duda la cuarta revolución industrial nos va a dotar de mayores herramientas para el progreso de la humanidad, pero va a ser un elemento fundamental en el proceso de destrucción creativa del capitalismo en la que muchos van a quedar en el camino.
4.- ¿QUIÉN VA A PONER ROSTRO A ESTA NUEVA FASE DEL CAPITALISMO?
El sistema financiero está totalmente desprestigiado y el volumen de derivados financieros acumulados de dudoso valor que no se pueden materializar es tremendo. El Estado, debilitado e infradotado durante décadas de políticas neoliberales, ve como su papel se degrada pasando a convertirse en un instrumento de soporte que se verá desbordado tanto en su vertiente como garante del orden (aumento de la represión sobre sus poblaciones) como en el de asegurar unos derechos sociales amplios que vayan más allá de la pura superviviencia (endeudamiento masivo). A las élites les quedan las grandes corporaciones que han de ser actores fundamentales en el desarrollo de la 4º Rev industrial.
Pero cuidado eso no significa un cambio en las estructuras de poder. Conviene recordar que las grandes corporaciones son instrumentos supranacionales y que a su vez hay un control accionarial supracorporativo. Los 3 grandes fondos de inversión norteamericanos: Black Rock, State Steal Coorporation y el grupo Vanguard, juntos, son los accionistas institucionales mayoritarios de más del 80% de las empresas del S&P500. Es más, cuando la Fed anunció a mediados de junio de 2020 que comenzaría un programa de compras de bonos corporativos de hasta $ 250 mil millones, el programa Línea de Crédito Corporativo del Mercado Secundario puso al frente de su gestión a BlackRock.
Sería un error pensar que sistema financiero y grandes corporaciones son mundos estancos, hay tremendas tensiones y contradicciones internas y entre ellos, pero también límites en el “no nos vamos a hacer daño” y en el “demasiado grandes para dejarlos caer” que lleva a colectivizar las pérdida privadas.
Por último, las propuestas que hacen no son creíbles, dan más tiempo a las élites pero ello no las exime de buscar soluciones a la situación actual. No son creíbles por la propia praxis de las grandes corporaciones (Tratado vinculante de la ONU sobre empresas transnacionales y derechos humanos; evasión fiscal generalizada; aumento de las desigualdades salariales y precarización laboral; una RSC endeble basada en la voluntariedad, la autorregulación, la autoevaluación y la no exigibilidad; la existencia de Tribunales internacionales de Arbitraje asociados a los tratados comerciales…).
El reseteo que proponen no aborda cómo se articula el reconocimiento de la soberanía de los pueblos donde se invierte; no concretan cómo piensan mantener su tasas de ganancias sin recurrir a mecanismos de explotación laboral y precariedad; no mencionan cómo van apostar por un sistema de relaciones comerciales justas; no dicen cómo van a respetar los sistemas fiscales; no fijan criterios que pongan límite a la iniquidad que generan; no ponen límites a sus políticas depredadoras medioambientalmente hablando; en definitiva no tienen una estrategia en pos de un desarrollo humano integral.
Lo que sí tienen delante es un gran competidor económico y tecnológico, China, que con su particular modo de entender el socialismo genera una alternativa que rompe la hegemonía unipolar de occidente. Como botón de muestra su aprobación de la FIL (Ley de inversión extrajera) el 1 de enero de 2020 abriendo buena parte de su economía a las empresas extranjeras en igualdad de condiciones, sin tener que ir de la mano de una empresa china o de la obligatoriedad de cesión del “Know how”. Gracias a esa reforma en noviembre de ese mismo año asistimos a la firma del mayor tratado comercial multilateral del mundo la RECP (Asociación Económica Integral Regional con casi 1/3 del PIB y de comercio mundial) a nivel de Asia-Pacífico con 15 países que incluyen como miembros a Corea del Sur, Japón y Australia. Y como cierre de año se produjo el anuncio de un principio de Acuerdo de inversiones China-UE. Esto consolida un proceso geopolítico claro.
Aunque China también ha de cuidar los pasos que da. Xi Jinpin acaba de parar la mayor salida a bolsa de la historia (Ant Group una empresa de servicios financieros propiedad de Jack Ma, el fundador de Alibaba). Jack había criticado al vicepresidente chino afirmando que el sector bancario chino funcionaba con la vieja mentalidad de “una casa de empeños”. El retraso se estima le puede costar casi 2600 millones de $. Pero la prudencia del gobierno chino está justificada. Black Rock ya ha dicho que la actuación de las autoridades chinas para suprimir restricciones a la inversión extranjera “brinda una flamante oportunidad de inversión que no puede seguir obviándose” y conviene tener presente que Mike Pyle, jefe estratega de inversiones globales en BlackRock, será el economista en jefe de la vicepresidenta, Kamala Harris.
Nada es simple, con los demócratas y sus antecedentes bélicos, menos aún. Y tengamos en cuenta que las vacunas no van definir las reglas de la “nueva normalidad”, no podemos quedar atrapados en el presentismo que imponen los mass media.
(Falta por desarrollar el tema de las farmacéuticas como negocio, configurares del concepto de salud y el reflejo de los procesos de desigualdad en el proceso de vacunación que se va a hacer a nivel global)
ESQUEMA:
- LAS CRISIS ACUMULAN PROBLEMAS SIN RESOLVER
- LA CORONACRISIS ACENTÚA LA DEL 2019
- LA SITUACION ACTUAL DEL CAPITALISMO ES DEMOLEDORA
- Y COMO EN TODAS LAS CRISIS LOS FALSOS DILEMAS: SALUD O ECONOMIA
- UNA SITUACIÓN SOCIAL Y HUMANITARIA DANTESCA
- ¿COMO SOBREVIVE EL CAPITALISMO? FLEXIBILIDAD CUANTITATIVA Y WALL STREET COMO ESCAPARATE. LA CAIDA DEL MITO DEL MERCADO.
- REINICIAR, UNA NECESIDAD: REINICIO E IMPUNIDAD
- DOS PROPUESTAS DE LAS ELITES: CAPITALISMO DE PARTES INTERESADAS Y CAPITALISMO INCLUSIVO
- LA 4ª REV INDUSTRIAL: CAMBIA LO QUE SOMOS, NO LO QUE HACEMOS.
- UN NUEVO MITO: LA TECNOLOGÍA
- BATALLA TECNOLOGICA POR LA HEGEMONÍA.
- NUEVOS SUJETOS PROTAGONICOS: LAS CORPORACIONES QUE HAN DADO UN PASO ADELANTE (BR)
- PODER SUPRACORPORATIVO Y CIBERCRACIA
- ESAS PROPUESTAS NO SON CREIBLES
- SILENCIOS ELOCUENTES. MÁS CAPITALISMO NO ES SOLUCIÓN AL CAPITALISMO
- CHINA ROMPE LA UNIPOLARIDAD ECONOMICA Y LIDERA EL MULTILATERALISMO PERO TENDRÁ QUE CUIDAR MUCHO SU PROPIA CASA.
(Acceder a la proyección, en PDF, presentada por nuestro compañero en las Segundas Jornadas «Imperialismo y coronacrisis»)