La decadencia de la hegemonía de EE.UU. Documento de análisis del FAI
I. El orden mundial, sometido a EEUU
Estamos viviendo una crisis estructural sin precedentes del capitalismo globalizado: las multinacionales industriales, los fondos de inversión y el complejo militar industrial de los países y especialmente el norteamericano, ven como merman sus plusvalías y consideran que les es imposible sobrevivir sin sobreexplotación, más concentración de capital y esquilmado de los recursos de este planeta allí donde se encuentren.
El orden mundial actual es arbitrario, no se ajusta a normas de consenso internacional: es el “orden basado en reglas” que EEUU establece y los demás aplican si quieren sobrevivir, y cuando no lo hacen les llueven las “sanciones” y la guerra; se trata de un orden sujeto a su hegemonía, determinado por la correlación de fuerzas, por el poder bruto de EEUU y sus aliados.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el orden mundial ha estado sometido a EEUU y a sus crisis. Manda EEUU, pero hoy su situación interna es explosiva, con una deuda impagable que se cuenta por billones y con gastos militares que no se tocan, desatendiendo a sus poblaciones, como se está viendo en el caso de las recientes inundaciones.
El capital globalizado de las grandes corporaciones y conglomerados financieros, de origen mayoritariamente anglo-sionista-norteamericano, es el que realmente mueve esta estrategia belicista como forma de sortear la crisis sistémica capitalista; para ello necesita la maquinaria militar de EEUU y sus aliados como elementos esenciales requeridos para provocar la guerra.
II. La emergencia del orden multipolar
Mientras tanto el crecimiento de la economía en el Sur global, en particular China es imparable y se está buscando con los BRICS un reordenamiento, un Nuevo Orden Mundial multipolar, con otras reglas, lo cual produce una pérdida irreparable de la hegemonía norteamericana.
Este reordenamiento no es revolucionario, no trata de alterar el modo de producción capitalista, se trata de hacerlo más inclusivo. Un orden en el que se respete la soberanía de las naciones, con independencia de sus sistemas políticos.
Por primera vez, las élites globalizadas están en pánico con que Rusia y China alteren el orden mundial y parece que, para evitarlo, quieren provocar un conflicto a gran escala en el que todos pierdan; de tal modo que cuando los países que forman los BRICS dispongan de una alternativa al dólar, solo les quedará el recurso a la guerra.
Rusia ya está poniendo en marcha un sistema internacional de pagos que va a ser discutido en la próxima reunión de esta organización en Kazán, a finales de octubre.
La solución de la guerra es buscada desesperadamente y provocada por EEUU y, como agentes del capital globalizado, Reino Unido y el ente sionista se apuntan con entusiasmo. La guerra tiene por objetivo el acoso a Rusia y China, que están trabajando por un reordenamiento del mundo. La Coalición Internacional por la Paz (CIP) señala como principal corresponsable al Reino Unido (RU), que entrega armas de largo alcance y propone objetivos para los ataques de Ucrania a Rusia, y presiona a EEUU para que se involucre más directamente en Oriente Próximo (OP).
La guerra tiene ahora dos frentes abiertos: Ucrania y Oriente Próximo; en ambos casos, Ucrania y el ente sionista son sus “proxis”, mientras se prepara a Taiwán para el mismo papel en Oriente lejano. En estas guerras se va a definir el futuro: quienes se someterán y quienes quieren relaciones más equilibradas.
En Asia/Pacífico, se prepara una nueva estrategia ofensiva de EEUU, un conflicto anunciado para el que no hay reglas acordadas sobre medidas disuasorias por las partes. Se construye una gran alianza militar al estilo de una OTAN asiática, que incluye a Australia, Japón y Corea, además de EEUU y RU. Recientemente, Japón ha modificado su constitución para admitir el rearme y el despliegue de armas nucleares de EEUU.
No hay que olvidar a la RPD de Corea: Kim Jong-un ha advertido que puede destruir toda Corea del Sur con bombas nucleares. Y el parlamento de la RPD ya ha aceptado la división definitiva del país, descartando la reconciliación tanto tiempo buscada.
Ahora, la RPD de Corea trabaja en la lógica de la multipolaridad, con un estrechamiento de sus relaciones con Rusia, a la que suministra munición y drones.
III. El imperialismo en Oriente Próximo
A diferencia de lo que suele argumentarse, EEUU no está “detrás” del genocidio sionista: al contrario, es quien lo impulsa, quiere incendiar el mundo y para ello, pretende ahora meter a Irán en la guerra contra Israel.
En un documento de hace siete años1 ya se proponía cómo dirigir a Israel para que EEUU no se viera directamente implicado. Contemplamos hoy tiras y aflojas entre Israel y EE.UU. y quizás la relación sea más transparente una vez pasadas las elecciones de noviembre. Sin embargo, es claro que el lobby israelí es una realidad que sí es completamente transparente. También, que Irán es el adversario a batir desde 1979 y que Israel es un “proxy” en este sentido. Pero todo ello no impide que esté habiendo contradicciones en su relación. O que, llegado un momento de descontrol de Israel, EE.UU. intente sacrificarlo.
Israel es un caballo desbocado con la torpeza de la fuerza bruta, sin legitimidad alguna, practicando el asesinato en masa, hasta donde le dejen. El triunfalismo de la Resistencia no cuadra con la actuación distante de Irán; este país no va a actuar impulsivamente; como en el ajedrez, nos preguntamos si Irán también está dispuesto a sacrificar un peón.
Para entender a Irán, conviene recordar que los persas llevaban los negocios en la Ruta de la Seda por miles de años; no será fácil despertar su ira, pero Israel está quemando sus naves; mientras EEUU se enfrenta a una crisis interna enorme y a unas presidenciales inciertas, ¿quieren morir matando? Israel posee armas nucleares y está dispuesto a usarlas. EEUU lo tiene en cuenta pues si no, no le habría permitido adquirirlas, pero no sabemos cómo puede desarrollarse esto, con el estado norteamericano en decadencia, quebrados y sin limitaciones morales.
Irán no da crédito a las bravatas de Netanyahu, sino a lo que hace el CENTCOM sobre el siguiente ataque a Irán por parte del ente sionista. Un ataque a Irán por parte de Israel a sus instalaciones nucleares o petrolíferas no sería posible sin el concurso de EEUU, que tiene que reabastecer a los aviones israelíes en vuelo; pero los países árabes han manifestado en una reciente reunión con Irán que no prestarán sus bases para este ataque. Por otro lado, el candidato Trump ha dicho que lo primero que se debería atacar serían las instalaciones atómicas iraníes, mientras que Biden es más precavido y dice que no es el momento.
La situación en Oriente Próximo es muy dura, pero la Resistencia confía en la victoria y les sostiene la fe religiosa y fuertes convicciones nacionalistas. Se preguntan qué hace la comunidad internacional por ellos, entendiendo, como lo hace el FPLP, que la causa palestina es la clave de bóveda de la derrota del imperialismo.
Pese a su aparente triunfo, la debilidad del sionismo es manifiesta: Israel tiene abiertos 7 frentes, pero no consiguen la implicación directa de Irán; también Siria está a la expectativa. Israel muestra una gran debilidad como proxy de EEUU y cuando la situación no sea ya sostenible, EEUU puede abandonarle a su suerte.
Israel ha perdido toda la legitimidad que pudo alcanzar y hoy hasta Macron cuestiona ya mantener el apoyo de Francia. Israel ya no puede vender a sus propios ciudadanos y al mundo una imagen de seguridad e inviolabilidad; esa es una de sus grandes pérdidas, junto con las implicaciones morales del genocidio en Gaza, junto a su situación económica y podemos dudar que EE.UU., con sus problemas económicos, vaya a asumir la carga de mantener económicamente a Ucrania e Israel a la vez.
Otros hechos, como la manera en que asesinaron a Nasralá, muestran la debilidad de Israel: su éxito se debe a una combinación de factores, en los que la tecnología y el apoyo de EEUU son determinantes; pero el papel del Mossad, infalible según su propaganda, es relativo; si fuera tan buena su inteligencia no habrían necesitado 80 bombas de media tonelada para matar a bulto.
Israel es vulnerable; pero además es inviable por mera geografía: ha funcionado como un enclave, pero no podrá sostenerse mucho tiempo como comunidad étnica sionista en un entorno en el que son minoritarios. No podrá acabar con la Resistencia. Su propia propaganda resulta increíble. La poca legitimidad que tenía como única democracia de OP ha caído y es incapaz ya de convencer a las poblaciones árabes o del sur global; las consecuencias se están notando ya entre los aliados árabes de occidente: las empresas israelíes están teniendo que cerrar en estos países.
Por otra parte, no se entiende bien el papel de Rusia y China en la cuestión Palestina: ambos reconocen a Israel como estado y son tibios en la condena, mientras señalan a Hamás como “radicales” ¿Por qué no responden? No está claro su papel, pero se están moviendo con discreción y paciencia estratégica en negociaciones no abiertas.
En la construcción del nuevo orden multipolar, no les interesa que el mundo se incendie a corto plazo, necesitan ganar tiempo, seguramente para la consolidación del proyecto de los BRICS; tal vez esto explique su aparente pasividad.
Israel ha atacado recientemente un almacén de armas iraníes en una base rusa de Siria: ¿Pretende también arrastrar a Rusia a la guerra contra Israel? Rusia no ha reaccionado. Una posible, no sabemos si probable explicación, es que haya sido una represalia israelí por el apoyo ruso prestado a Irán en su ataque a Israel con misiles balísticos el 1 de octubre (tal vez apoyo con satélites e inteligencia). También parece que Rusia ha suministrado a Irán sistemas de defensa antimisiles desde que Irán anunció que respondería al asesinato del líder político de Hamás en Teherán. Rusia es líder en estos sistemas, no tiene rival por el momento.
Por tanto, hay una gran incertidumbre: no sabemos lo que Rusia y China hacen bajo la mesa con Irán y otros actores, pues sus objetivos son a largo plazo. Ya vimos todo lo que hizo Rusia por evitar la guerra en Ucrania. En la cumbre de los BRICS de octubre se decidirán los plazos para definir su postura política: Rusia calcula que se necesitan 5 años, China, 10. Por el momento, solo hablan en términos genéricos. ¿Se van a jugar la consolidación de los BRICS por Palestina?, nos preguntamos.
También hay que considerar la posibilidad de que EEUU pretenda mantener la guerra contra Rusia abierta, atacando a su flanco de Irán, en el caso de que tengan finalmente que renunciar a la guerra directa en Ucrania, según ha anunciado el candidato Trump.
IV. La posibilidad de un conflicto nuclear
En cuanto a la perspectiva nuclear, Putin ya ha advertido que en caso de llegar a la guerra nuclear, EEUU no se va a librar. Solo una guerra en su propio territorio puede disuadir a EEUU de meterse en ella.
¿Cómo se realiza la disuasión ahora? Antes había reglas acordadas y aceptadas, pero no ahora. ¿A quién interesa esta incertidumbre? Cuando se produjo la crisis de los misiles en Cuba, los dos presidentes habían luchado en la SGM y sabían lo que era una guerra; hoy, los dirigentes europeos son unos ignorantes y además, no escuchan más que a sí mismos. Hay generales advirtiendo de esta situación de imprevisibilidad ante la escalada a la guerra nuclear. El peligro es evidente: en Cuba, había un lanzador móvil no detectado que resultó definitivo como factor de disuasión; los misiles nucleares que EEUU instalará en Alemania, si el pueblo no lo impide, van montados en camiones que no se distinguen de los comerciales desde drones o satélites. Por otra parte, Rusia ha advertido sobre su capacidad de estacionar submarinos nucleares frente a las costas de EEUU, lo que llevaría la guerra a su propio territorio.
En 2023 se hicieron en EEUU varios simulacros de juegos de guerra: todos ellos conducían irremediablemente a la guerra nuclear. Según expertos, en 72 minutos morirían 85 millones de personas.
Por último, hay que considerar que EEUU está consiguiendo hundir a Europa, que tendrá que hacerse cargo de la guerra en Ucrania. El antiguo embajador de EEUU en Rusia ha advertido a Europa que no se confíen, que EEUU no se arriesgará a defender a Europa en caso de peligro para su territorio en una guerra nuclear. EEUU dejará que se descuelgue Europa, abandonándola a su suerte, eliminando así además a un posible competidor en un nuevo orden multipolar; por ahora, prefiere tenerla sometida como su bastión en un conflicto nuclear.
V. Nuestro curso de acción
Hay información que no nos resulta accesible, información confidencial, por ejemplo. Hay que asumir esa limitación, lo que no impide alcanzar las fuentes de información que estén disponibles. Es inevitable ir a remolque de los acontecimientos. Es tiempo de gran complejidad con incertidumbres y zonas de sombra.
Pero sería un éxito identificar unas líneas de análisis que permitan comprender y ubicar en ellas los nuevos acontecimientos que vayan surgiendo, pues EEUU juega a varias bandas: induce a pasividad y confusión. Hay que intentar que no nos dejen sin capacidad de reacción.
En cuanto a la guerra nuclear, no hay nada que podamos hacer. Lo único válido es intervenir para crear un clima desfavorable a la lógica belicista. Construir los fundamentos para poder explicar estas cosas.
Frente Antiimperialista Internacionalista
16 de octubre de 2024
(Descargar en PDF)
https://frenteantiimperialista.org/wp-content/uploads/2024/10/06_iran_strategy.pdf, en el capítulo 5 «Dejádselo a Bibi permitiendo o alentando un ataque militar israelí» ↩
[…] Frente Antiimperialista Internacionalista ha elaborado el documento de análisis adjunto en el que se trata de desvelar las claves de la actual situación internacional a la que el imperialismo nos ha conducido con los más recientes acontecimientos y que amenaza con destruir la vida toda del planeta. […]