La hipócrita e irresponsable actitud del gobierno del PSOE sobre Venezuela
Deseo manifestar mi más enérgica condena y repudio de la posición manifestada por el Presidente del Gobierno del Reino de España, concediendo 8 días de plazo para que el Estado Venezolano convoque elecciones presidenciales, so pena de reconocer como Presidente legítimo al fantoche Guaidó.
¿Piensa el señor Pedro Sánchez que hay alguna posibilidad, siquiera remota, de que el Estado Venezolano acceda a tan inconcebible demanda? ¿Qué sentido tiene para el señor Pedro Sánchez el concepto de soberanía? ¿Desde cuándo son admisibles en derecho internacional chantajes de este estilo mafioso? Las elecciones o la presidencia de la República de Venezuela es un asunto que incumbe únicamente a los venezolanos ¿Por qué no se deja de hipócritas propuestas y no plantea lo que de verdad subyace en tan disparatada propuesta, esto es, que Maduro abandone la Presidencia de la República? ¿Es que no se atreve o es que pretende que nos creamos, otra vez, su papel de «moderado» en el criminal hostigamiento a la Patria Venezolana?
Para cualquier observador mínimamente atento a la realidad resulta evidente que Sánchez, por los obvios vínculos culturales e intereses económicos españoles en Venezuela, ha recibido el encargo de presentar a la Unión Europea una postura común sobre el particular, bajo presiones de Alemania, que a su vez replican las procedentes del otro lado del Atlántico. La oposición política interna en Venezuela no pinta ya nada, desde que fracasaran sus desesperados intentos de golpe por la vía de las acciones terroristas de las guarimbas. Es el tiempo del acoso descarado desde el exterior, liderado por los EEUU y secundado por lo que pretenden es la «comunidad internacional», pero que no es otra cosa que un conjunto de gobiernos lacayos de la Unión Europea y latinoamericanos, cobardes agentes de las élites locales que se enriquecen a costa de sus pueblos de la mano de las grandes corporaciones. El señor Guaidó es un pelele del imperio que no tardaría en ser desechado en cuanto hubiera cumplido a cabalidad su papel de presidente alternativo.
¿Es consciente el Señor Sánchez de a donde lleva su delirante e irresponsable propuesta? El Señor Sánchez sabe perfectamente que el pueblo venezolano no va a permitir que le arrebaten su dignidad y le priven de su soberanía potencias extranjeras. Y conoce también que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y las Milicias Bolivarianas están bien determinadas a no ceder en la defensa de la patria. Los gobiernos corruptos y criminales de Colombia, Brasil y Guyana pueden prestar sus ejércitos, mercenarios o sicarios para la intentona militar que los propios ejércitos de los EEUU son incapaces de llevar a cabo, pero saben que no pueden ganar esta guerra. Y saben que una intentona de este tipo les pondrá en situación muy delicada frente a sus propios pueblos, que no van a tolerar el exterminio del chavismo. El Señor Sánchez conoce todo esto perfectamente, pese a lo cuál se presta irresponsablemente a un juego que solo puede conducir a un terrible derramamiento de sangre.
El señor Sánchez se coloca de esta manera en la estela del más criminal de los gobernantes de nuestra historia, el señor Aznar, que actuara como ariete del golpe de estado contra Chávez de 2002. Felizmente, en aquella ocasión, el noble y valiente pueblo venezolano y sus leales Fuerzas Armadas consiguieron revertir el intento, si bien las acciones injerencistas no han cesado desde entonces.
Desde aquí reclamo del Señor Pedro Sánchez que se enfrente a las responsabilidades históricas que le perseguirán por el resto de sus días por tan descabellada acción. Y que no nos vengan más con el cuento de que ellos son la alternativa de progreso para este país.
30 de enero de 2019
Defenderse de las sinrazones de estos mierdas conlleva malgasto de tiempo, similarmente a como el toro que embiste trapos rojos. Es triste tener a esa basura por doquier al frente y/o en el marco de las instituciones.
Por otra parte he de decir que soy radicalmente antifascista y pienso que los bolivarianos tenían que haber hecho mucho más y mejor a cómo lo hicieron.