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Lenguaje y comunicación. Juana León

No es la conciencia de los hombres lo que determina su ser social, sino que es su ser social el que determina su conciencia (de clase)

En un sistema social la ideología dominante es la de la clase dominante.

La Psicología, como ciencia de la mente y la conducta, también se enfrenta al importante hecho de explicar el lenguaje en tanto que actividad humana, pues los actos de decir y comprender constituyen una de las formas más específicas de su actividad, y porque el lenguaje se integra en la experiencia humana de forma tan imprescindible que sin él el mundo de los humanos se volvería inexplicable e ininteligible.

El concepto de lenguaje suele asociarse con los de “comunicación, información, conocimiento, gramática, voz… El uso común del lenguaje presenta una amplia representación, pues suele usarse para designar sistemas de signos o símbolos que operan como códigos de representación y/o comunicación para algún sistema (vivo o máquina) y, además, el término lenguaje tiende a aplicarse a la facultad específica humana.

Desde que Blumenthal sistematizara en 1970 los desarrollos y aportaciones de la Psicología del lenguaje desde el siglo XIX hasta 1960, aproximadamente, se produjo un “clima de opinión” favorable al reconocimiento de Wilhelm Wundt (1832/1920) como autor de la primera teoría psicológica sobre el lenguaje con significación paradigmática. Y su opinión fue que el habla natural tiene su inicio en la apercepción de una impresión general de la conciencia pues, al ser apercibida esta impresión, la atención realiza sobre ella un proceso de análisis que permite identificar sus componentes elementales y , al tiempo, identificar las relaciones estructurales que estos tienen entre sí.

Posteriormente surgió el funcionalismo del conductismo americano. Jhon Watson (1878/1958) y su obra, como la de la mayoría de los “padres” de la Psicología, no incluye una teoría completa y articulada del lenguaje. Y en su manifiesto fundacional del conductismo (1913) defendió la idea de que el estudio del comportamiento, y por extensión, del lenguaje, debía adoptar paradigmáticamente un vocabulario conductual en la descripción de la actividad capaz de dar cuenta, como en el funcionalismo, del carácter adaptativo de la conducta y de su estrecha dependencia respecto de la condiciones contextuales o ambientales en que se lleva a cabo.

Y con Skinner entramos en el conductismo radical basado en el condicionamiento operante mediante dos vías: a) negando su validez psicológica por su carácter mentalista y promoviendo su sustitución por “conducta verbal” , y b) negar la validez de toda explicación psicológica de la conducta verbal distinta de la que pudiera derivarse de los análisis funcionales de las respuestas externas de los sujetos y planteó que la posibilidad humana de hablar podría identificarse como la utilización de un repertorio de respuestas verbales adquiridas por condicionamiento.

Noam Chomsky (1928), lingüista, filósofo, politólogo y activista estadounidense de origen judío. Profesor emérito de lingüística en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, es una de las figuras más destacadas de la lingüística del siglo XX, gracias a sus trabajos en teoría lingüística y ciencia cognitiva, criticó a Skinner su reduccionismo positivista, su ambientalismo en la explicación de la adquisición del lenguaje y su incapacidad de dar cuenta de determinados aspectos de la conducta o el comportamiento lingüístico como tal, así como de lo que el lenguaje es en tanto que capacidad de los organismos (o de ciertos organismos) que puede ser descrita con independencia de las conductas lingüísticas concretas que realicen los individuos particulares de una especie a lo largo de su vida concreta.

La perspectiva cognitiva surge hacia 1987 y se ha extendido ampliamente lo que llaman “lenguaje cognitivo” como el paradigma más importante e influyente en la acción comunicativa; la lingüística cognitiva es un estudio interdisciplinario de la lingüística y la psicología cognitiva. Se dedica al estudio de los procesos mentales como la percepción, la planificación o la extracción de inferencias, o sea, procesos que históricamente se han entendido como privados y fuera del alcance de los instrumentos de medición que se han venido utilizando en estudios científicos. Según algunos autores el cognitivismo ha sido presentado por una comunidad de investigadores que querían llevar a cabo el estudio científico de los procesos mentales y más o menos desde los años 1960 formaron la corriente de esta vertiente de la psicología que, suponen, es hegemónica en el mundo

Posteriormente surgieron otros paradigmas como el conexionismo y el constructivismo.

El conexionismo es un conjunto de enfoques en los ámbitos de la inteligencia artificial, psicología cognitiva, ciencia cognitiva, neurociencia y filosofía de la mente, que presenta los fenómenos de la mente y del comportamiento como procesos que emergen de redes formadas por unidades sencillas interconectadas.

En cuanto al término constructivismo, en la psicología se refiere a todas aquellas teorías que no consideran a los seres humanos como receptores pasivos de experiencias y aprendizajes, sino como constructores activos de su realidad y experiencias

El constructivismo aplicado a la educación es una corriente pedagógica que brinda las herramientas al alumno para que sea capaz de construir su propio conocimiento, resultado de las experiencias anteriores obtenidas en el medio que le rodea.

Entre las aproximaciones psicológicas aplicadas al lenguaje surgidas en Europa en la primera mitad del siglo XX destacan las propuestas de los psicólogos soviéticos y, de manera muy especial las de Lev Vygotski, Alexander Luria y Alexander Leontiev.

Las investigaciones de los psicólogos soviéticos de la Escuela de Moscú se han centrado en dos grandes grupos de problemas interrelacionados: 1) el problema del desarrollo de la función simbólica (relaciones entre pensamiento y lenguaje) y 2) el estudio de los mecanismos neurofisiológicos que subyacen y hacen posible el uso del lenguaje (la neurología del lenguaje).

A Vygotski, figura primordial de esta escuela se le debe atribuir, entre otras muchas, la lúcida y genial interpretación de que la función simbólica resulta genéticamente tanto de los factores cognitivos como de la interacción social, así como el descubrimiento de que el lenguaje, una vez alcanzado cierto grado de desarrollo en el ámbito de las interacciones sociales, se convierte en un mecanismo capaz de regular la propia actividad del sujeto.

  • En el estudio del lenguaje en la Escuela de Ginebra destaca el iniciador de esta Escuela, Jean Piaget (1896) con su valoración del ámbito evolutivo, su énfasis en el carácter constructivo y el hecho de que el lenguaje es un sistema de representación del conocimiento y, al tiempo, un tipo de conocimiento que el niño adquiere a partir de competencias simbólicas previas como las que se manifiestan en la imitación o el juego. El lenguaje tiene una importancia primordial para la formación del conocimiento y de la conciencia y es producto de la acción y la experiencia que nos sirve para guiar en las acciones siguientes.

En la situación actual, de imperialismo duro y radical, en la que las relaciones humanas, el intercambio social y con la propia naturaleza se han reducido a extremos insoportables, cargados de temores y miedo para todos los que tienen cierta conciencia solidaria y activa, debemos preguntarnos qué factores la determinan y cómo hacer frente al sistema social que las produce, a quiénes beneficia en última instancia este proceso de mediación e intermediación en el que la inmensa mayoría de las poblaciones del planeta la ignora y/o les produce indiferencia.

Para ello debemos tener en cuenta qué factores dan lugar a esa mentalidad débil y sumisa que impide un levantamiento efectivo y eficaz contra las élites del sistema. Y podemos destacar hechos como las guerras interesadas por esas élites avariciosas que no dudan en llegar al genocidio de los pueblos y la siempre presente violencia oficial y psicológica, la violencia de los medios de comunicación que impiden la llegada de la información veraz y señalar que la formación de la OTAN, así como su manipulación y sus técnicas, las encuestas siempre interesadas, los mitos de la sociedad occidental y la censura que impide que todos estos hechos LLEGUEN si no a la totalidad de las poblaciones, sí a la mayor parte de ellas: las clases trabajadoras y populares.

Parece que el concepto de información carece de profundidad como si fuese únicamente un negocio más; pero cuando encendemos la radio o la TV ya estamos recibiendo una información bien o mal intencionada y deformación de hechos que ocurren a diario y, como no los hemos visto, aceptamos como válidas esas opiniones, por ejemplo, las “informaciones” que se dan desde partidos políticos y gobiernos, publicidad comercial y cotilleos realizados en revistas y programas de radio y TV que van calando en las mentes de tal forma que acaba hablándose mucho más de lo que “viven” esas élites más o menos millonarias y feminoides que de la carestía de la vida y la ausencia creciente de servicios sociales públicos pagados con nuestros impuestos , así como las carencias que no permiten llegar a fin de mes. También se han ido extendiendo otros conceptos de información relacionado con opiniones de profesionales como físicos, matemáticos, biólogos, etc,, pero que al emplear un lenguaje profesional relacionado con sus competencias no dan lugar a que la gente se fije en ellos al no comprender esa información que le brindan. Pero, en la evolución histórica que ha tenido podemos comprobar que ya desde la época romana se hablaba de informare y que con esa palabra se significa “formación”, “configuración”, “educación”, que en sentido literal significa proveer a algo de forma, y en sentido figurado lo que hoy denominamos como formación o educación a través de las instrucciones o enseñanzas recibidas a través de un proceso. Y hablar es una de las acciones más corrientes, pero la mayoría de las afirmaciones que se hacen son falsas. Una parte de las clases trabajadoras ya hablan de que el dinero trabaja, cuando no es el dinero el que trabaja sino ellas, aunque los establecimientos bancarios repiten sistemática y alegremente “pon tu dinero a trabajar con nosotros” y hasta están tratando de introducirnos en el uso exclusivo de las tarjetas que, a quien realmente beneficia es a los grandes banqueros; y esto lo vienen repitiendo sesudos profesores de economía para convencernos de que el capital y el trabajo son los “factores” de la producción, así como los SMI y pensiones “sostenibles”…

Para el imperialismo actual resulta muy importante la violencia psicológica que le permite dominar psicológicamente a los sujetos y manipular su conciencia y necesidades para integrarlos más fácilmente en su sistema social mientras su conciencia está cada día más dominada por la industria de la comunicación masiva o en la cultura del “entretenimiento”, tal como la denominan otros. Actualmente la cifra de negocios de la comunicación del mundo se puede medir en billones de euros anuales; y si a este sector se le suma todo lo relacionado con el mundo de la información se tendría la principal industria de la actualidad, superior a la del automóvil o el petróleo.

La violencia también se ejerce desde los medios de comunicación: al hablar de los medios de comunicación podemos referirnos a la representación de la violencia física en ellos (lo que se denomina violencia simbólica). En 1970 los sociólogos franceses Bourdieu y Passeron escogieron el término de “violencia simbólica” para designar la capacidad de imponer significados mediante signos en el proceso de la educación. Pero fue el alemán Harry Pross el que lo desarrolló y aplicó en su relación con el proceso de socialización y comunicación. Pross define la violencia simbólica como el poder para imponer la validez de significados mediante signos y símbolos de una manera tan efectiva que la gente se identifique con esos significados .Por ejemplo, los representantes de los “valores supremos” aparecen siempre en la postura vertical y su pérdida equivale a la subversión., de modo que la figura erecta del vencedor simboliza siempre la miseria del vencido A la violencia y a la fuerza bruta, origen de la violencia simbólica, sólo se vuelve a recurrir cuando ya no resulta suficiente el control ejercido por esta última, tal como se está demostrando mediante la barbarie que llevan a cabo actualmente los anglosajones y sus multiplicadas bases de la OTAN en el mundo mediante una “dialéctica del poder” que lleva a imponer a la gente sus significados.

El desarrollo histórico de los medios, regido por la “ley de economía de señales”, o sea de alcanzar el mayor número de receptores en el menor tiempo posible y con el menor número posible de señales (palabras, signos o imágenes),ha llevado al predominio actual de los medios audiovisuales; y por otro lado, los nuevos medios electrónicos son, por su propia índole, fugaces… Pero la reflexión y la comprensión requieren tiempo.

Se nos vende como “progreso” la profusión de informaciones y comunicaciones, pero los estudios realizados indican que la “sociedad feliz” que los medios electrónicos nos prometen puede producir soledad y menor comunicación humana, ya que la ausencia de interrelación social nos incapacita para la acción común, desarrolla trastornos psíquicos y una inundación de estímulos nos pone nerviosos, neuróticos y agresivos.

Podría considerarse que tal abundancia de estímulos indica el progreso de la organización social moderna. Pero el desarrollo no debe medirse por la superabundancia de estímulos, sino por lo adecuados que éstos sean para perfeccionar la organización social y la creación de un medio humano más solidario y libre.

Los medios proporcionan poder porque pueden estimular y atraer la atención de otros seres humanos, pero también producen un “robo de tiempo” que está en la raíz de todo poder de unos humanos sobre otros. La dramaturgia apunta al inconsciente porque no tiene tiempo para formar lo consciente.

Respecto a los medios audiovisuales la violencia se presenta en los programas de actualidad y en los de ficción. Los formatos de los informativos se clasifican en abiertos y cerrados. Un formato es abierto cuando proporciona espacio, cuando se puede contestar y cuestionar la perspectiva oficial y se pueden presentar otras perspectivas; las ambigüedades, contradicciones y conclusiones finales del programa quedan sin resolver. Un formato es cerrado cuando opera dentro de los términos de referencia establecidos por la perspectiva oficial.

Los telediarios tienden a presentarse en un estilo que oculta el proceso de selección y decisión que subyace tras la información y que apenas deja margen para el comentario o la argumentación; las opiniones que se presentan casi siempre son las de los que detentan el poder (ministros y políticos de los partidos y sindicatos mayoritarios, miembros destacados de la policía, de la judicatura y de la organizaciones de la patronal así como de la iglesia y otras organizaciones profesionales); el resultado constituye una de las formas más “cerradas” de presentación y generalmente opera en términos de la perspectiva oficial. La mayoría de las noticias sobre violencia la proporcionan las autoridades, pero no se explican los objetivos por los que se ha producido esa violencia y casi nunca los justifican, pues el lenguaje sigue siendo uno de los principales instrumentos de la violencia simbólica y podemos tomar como ejemplos el significado que tienen y se dan a palabras y conceptos como orden-frente a legalidad, Oriente-Occidente, sistema comunista-sociedad de libre mercado; daños colaterales-víctimas… Y podríamos continuar llegando a hacer un listado kilométrico.

El lenguaje importa e importa cómo lo utilizan los medios. Si se puede violentar al público de que el Estado tiene razón, si se le puede persuadir hasta el punto de que se identifique con los significados oficiales, se le puede movilizar para que apoye y acepte la transferencia de fondos del “estado del bienestar” a la seguridad y al “Estado de guerra”. La violencia simbólica ejercida por los medios de comunicación podría combatirse mostrando de manera comprensible, reducible a la experiencia y a la vida cotidiana, los límites entre imagen y cosa, percepción y representación, deseo y satisfacción… Así aprenderíamos a no engañarnos a nosotros mismos y a no dejarnos engañar; esto es, convertir a los medios en “fábrica de pensamiento” en lugar de “fábrica de sueños”, en actividad en vez de accionismo o en creatividad en lugar de imitación. Y podría terminarse con una sociedad productora de alienación, pues tal sociedad es caldo de cultivo para la violencia: los estereotipos, el fanatismo, el dogmatismo y la intolerancia se generan por unas condiciones de alienación en las que los pocos “hacen su agosto a costa de los muchos”… Y esto tiene solución combatiéndolo con una elevada cultura de diálogo, una comunicación democrática, participativa, multidireccional y no unidireccional, esto es, interesada, colonizadora, explotadora y siempre violenta hasta grados que pueden llevar a la destrucción a la especie humana.

La distracción de los problemas cotidianos mediante las distracciones se ha convertido en una de las principales industrias-negocios en la eufemística sociedad de libre mercado. Estas industrias (del sometimiento) se ejercen de modo menos manifiesto y/o detectable y exigen mucho más esfuerzo para su detección y reconocimiento. A esto se resiste la misma conciencia de los individuos sometidos porque con el entretenimiento abordamos el mundo de la imaginación y los deseos confesables o inconfesables, conscientes o inconscientes.

Las distracciones y el entretenimiento nos ponen en contacto con lo que tenemos y deseamos (ser ricos y guapos, países exóticos, ganar el premio de la lotería…) y nos hacen olvidar las desgracias, catástrofes, hambrunas y guerras, sufrimientos y muertes que “siempre” ocurren a otras personas en otros lugares y a otros grupos sociales. Además, está la TV a la que se dedican entre 3 y 8 horas diarias, según las edades; hasta los telediarios tienen como tarea primordial cautivar a la audiencia entreteniéndola y reteniéndola para venderla luego a los anunciantes “a tanto el millón de telespectadores”; los programas están ahí para enmarcar y vender los anuncios. Este puro accionismo apela a y estimula los sentimientos. También entorpece la formación de opiniones basadas en las experiencias propias y la argumentación; por ello es lógico que la gente que más televisión ve, como los norteamericanos, sea la menos informada porque la reflexión requiere tiempo y reposo.

También tenemos periódicos, revistas, películas, libros de bolsillo, etc., que presentan una imagen interesada y distorsionada de la realidad y se oponen al conocimiento en lugar de facilitarlo. Así mismo, hay científicos muy especializados que se dedican a averiguar cómo se pueden difundir ideas de modo que la gente se las crea… Y para ello están precisamente los encuadrados en la industria de los sondeos de opinión, estudios de imagen… El pensamiento crítico, diferenciado, exige el esfuerzo constante de las personas para aplicar el razonamiento a su entorno, pues es precisamente en los momentos de crisis cuando la ausencia de razonamiento, la magia, restablece el equilibrio de las personas. Debemos recordar que es en los momentos de crisis cuando se acentúa la fragmentación social y surgen múltiples sectas y grupúsculos que se consideran los depositarios de la verdad absoluta y nos aseguran muy metafísicamente que llegará la salvación del individuo, pero… no nos encuentran un puesto de trabajo fijo y digno. La clave de este poder “mágico” de la comunicación de masas reside en la repetición: la repetición regular y periódica activa la disponibilidad a la regresión en la identificación de los hechos reales en el mundo que nos rodea.

Mediante la repetición más arriba señalada nos manipulan. Manipular, según el diccionario de la lengua tiene, entre otras acepciones, la siguiente: intervenir con medios hábiles y a veces arteros, en la política, en la sociedad, en el mercado, etc., con frecuencia para servir los intereses propios o ajenos; lo que significaría una intervención consciente en un material con un fin determinado. Y aquí hay que señalar que nos manipular cada hora, cada día en todas las actividades que llevamos a cabo y, peor aún, en las que NO llevamos a cabo. No llevamos a cabo como pueblo/s la reflexión necesaria para entender y tener presente que han sido asesinados/as más de 40.000 civiles palestinas/os, entre ellos 20.000 niñas/os y que se desconoce el número las personas que han quedado bajo los escombros ; que las enfermedades provocadas por el hacinamiento y la falta de recursos sanitarios básicos, los abortos, la brutal expansión del número de huérfanas/os y los traumas de estrés postraumático, sobre todo en la población infantil, están provocando una quiebra social sin precedentes entre la población palestina, una quiebra que a los/as niños/as es posible que les duren casi toda su vida. Todo esto aparte de la total destrucción de sus ciudades, sus medios de producción, su agricultura y todo lo que da sentido a su vida. Se trata de una intervención USA-OTAN que tiene unas consecuencias sociales y que, por consiguiente, constituye un acto político; acto/s que están llevando a cabo los sionistas que colonizan las tierras de Palestina desde 1948, por lo que los/as palestinos/as tienen el perfecto derecho, reconocido por NN.UU, de levantarse en armas para recuperar todo lo que es SUYO.

Y ya no podemos pensar sólo en los medios y los mensajes de la industria de la conciencia sean manipulados o no, sino en quién los manipula, en provecho de quién y al servicio de qué intereses. Porque este genocidio está ocurriendo en el contexto de una SUMISIÓN INACEPTABLE PARA AUTÉNTICOS SERES HUMANOS DE LAS CONCIENCIAS y de la formación de la opinión. Y tenemos y debemos entender esta terrible manipulación como una comunicación de los pocos, las élites imperialistas, orientada al dominio de los muchos, desde nuestros propios pueblos hasta toda la UE, que se ha arrodillado ante el imperio una y otra vez, cada ocasión en la que han permitido la instalación de bases OTAN en cada país y los pueblos BIEN MANIPULADOS LO HEMOS PERMITIDO SIN ENFRENTARNOS A ELLO porque no hemos pensado que la riqueza gastada en armamento es la riqueza que nos está faltando en la Sanidad, la Educación, la Investigación propia (no la ajena), la Vivienda, las Residencias …, en fin, cada imperiosa necesidad que está sin cubrir en todos nuestros pueblos.

Debemos reflexionar para darnos cuenta que el primer paso para ser dueños de nuestras vidas y nuestro futuro se inicia con el conocimiento de las trabas y obstáculos interesados/as que las élites del verdadero poder nos ponen en el camino a través de convencernos de que echar una papeleta en una urna cada 4 años es democracia y llevarnos a su huerto.

La manipulación significa la deformación de la conciencia del pueblo privándonos de nuestras facultades y actividades creadoras y que, a través de ella, se desprecia la subjetividad de las personas, es decir, se desprecia a cada persona en sí. El receptor y consumidor de los mensajes y productos de la industria de la conciencia y las distracciones/entretenimientos no participan en la planificación, la dirección, las decisiones ni la gestión de esta macabra producción. Para conseguir la uniformidad de la conciencia en una sociedad dividida en clases antagónicas las élites aplican métodos psicológicos que se han confirmado con éxito en la “publicidad “ comercial, en la industria del reclamo.

Bajo la capa de una supuesta libertad de expresión los pocos que realmente disfrutan de ella, o sea los pocos que disponen de los medios para expresarla intentan y consiguen demasiado frecuentemente moldear la conciencia de millones de personas, los condenan a una minoría de edad intelectual duradera, los “educan” para ser dóciles, para soportar sin críticas el imperialismo y explotación dominantes y para considerar como propios los “ideales” falsos del sistema… Las actuaciones y conductas resultantes se presentan como decisiones “libres”, autodeterminadas, cuando realmente son inducidas, heterodeterminadas ya que la manipulación va dirigida al pensamiento, los sentimientos, las acciones u omisiones de los sujetos. La manipulación de las mentes es una guerra psicológica planificada, dirigida con conocimientos científicos contra el desarrollo progresista, el desarrollo social y cooperativo de los seres humanos y el objetivo final de la manipulación es la pasividad y la sumisión.

En la sociedad de “mercado libre” el fin de la industria de la comunicación, como en el de cualquier industria, consiste en producir beneficio, en estimularlo y, sobre todo, en manipular a la mayoría de la población para que no luchen y se enfrenten con el sistema de economía privado, sino que lo apoyen y extiendan.

En fin, se manipula cuando se producen informaciones que no reflejan los intereses y necesidades de los consumidores, cuando se producen acciones deliberadas de las mayorías contra las minorías explotadoras y no concuerdan con la realidad social.

Entre las técnicas de manipulación podemos apuntar:

La selección, esto es seleccionar y difundir las informaciones y conocimientos que satisfacen los intereses y objetivos de los poderosos.

El silenciamiento o comunicar tan sólo lo que a uno le conviene como la negativa a sacar a la luz el golpe de Estado realizado con el franquismo contra la II República o lo realmente ocurrido en los cientos de guerras de todo tipo llevadas a cabo por USA y la implantación su SU OTAN.

La comunicación protocolaria: la mayoría de las noticias de los medios de comunicación, especialmente los de TV, se refieren a las actividades de los gobernantes y prefieren las noticias que se puedan presentar en imágenes.

Los mitos de la sociedad occidental: a) el mito del individualismo y la decisión personal, b) el mito de la neutralidad, el mito de la naturaleza humana inalterable; c) el mito de la ausencia de conflictos sociales; d) el mito del pluralismo de los medios.

Las encuestas y sondeos de opinión que se han convertido en una auténtica industria de la que ya no puede prescindir la política y la mayoría del resto de industrias; son técnicas para averiguar y determinar los hábitos y preferencias individuales y colectivos y que se emplean para dirigir los gustos y decisiones tanto en los objetos de consumo como en las elecciones políticas.

La censura, que es la forma más brutal de intervención para manipular las conciencias. Las censuras se pueden vencer con la motivación (como cuando oíamos “la Pirenaica” durante la dictadura fascista.

La personificación de la política: los acontecimientos sociales se personifican dejando de lado los orígenes de los conflictos sociales que se presentan como conflictos de personalidades y no del sistema capitalista e imperialista que es el que produce el acontecer de los conflictos, desde la pérdida de las pensiones y puestos de trabajo hasta el gasto en armamento para las guerras coloniales para la explotación y adueñamiento de los recursos que roban a los pueblos colonizados.

La presentación lingüística: las noticias se presentan casi siempre sin ninguna conexión entre ellas, por lo que esta falta de relación dificulta e impide su comprensión, ya que sin contexto no hay significado.

La manipulación ideológica también tiene sus puntos débiles Las contradicciones se pueden camuflar e interpretar falsamente, pero no se pueden superar ni eliminar bajo este capitalismo imperialista que está en el punto de vencer o morir aunque las desigualdades y conflictos sociales cada día son más evidentes: cada día hay menos milmillonarios o simplemente ricos, pero el incremento de pobres, trabajadores, parados, tirados por las calles y hambrientos está siendo imposible de disminuir, por el contrario cada día se multiplican.

Para terminar, va mi agradecimiento al que fue camarada V. Romano, que ya no está entre nosotros, pero que nos ha dejado una “herencia” que nos permite, como a mí en este trabajo, poder llevarlo a cabo y que nos dice que el ser social no se modifica con una conciencia manipulada. Que el carácter antihumano de este sistema social se va conociendo con la experiencia y la lucha y que gracias a ello aprendemos a ser más críticos con los medios de comunicación, con los periodistas que entran en la categoría de ser “LOS BIEN PAGAOS”. Que tenemos que ser más exigentes con la calidad de los productos materiales y culturales y a reflexionar sobre las causas del abismo existente entre la realidad y lo que esos medios de masas nos presentan. Que los límites de la manipulación y la represión tenemos que buscarlos en las contradicciones del propio sistema.

 

 

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