Manifestación unitaria en solidaridad con Palestina. Siempre con la Resistencia
Las Asambleas con la Resistencia Palestina participaron en las manifestaciones unitarias convocadas en diversas localidades el sábado 28 de noviembre, con motivo del aniversario de la Resolución de la ONU que estableció la Partición de Palestina en 1948.

En Madrid, el FAI participó y apoyó al bloque de la Resistencia, que defiende el derecho inalienable del pueblo palestino a enfrentar al sionismo por todos los medios a su alcance, incluyendo la lucha armada.
El bloque con la Resistencia en la manifestación de Madrid:
Manifiesto emitido por las Asambleas con a Resistencia Palestina:

Manifiesto de las Asambleas por la Resistencia Palestina para la manifestación del 29 de noviembre, día de la Partición
El día 29 de noviembre, es conocido como el Día de la Partición de Palestina, fecha en la cuál se emitió la Resolución 181, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que supuso la legalización de una ocupación en Palestina, alentada, protegida y financiada por las potencias europeas, los Estados Unidos y todo el sionismo transnacional, entregando así el 56% del territorio (para 1/3 de su población) al nuevo estado sionista. Un plan que no fue consultado con la población originaria de Palestina, a la que no se le permitió ejercer su derecho de autodeterminación, ni siquiera en el territorio que la ONU decidió que fuera palestino.
La partición desató un exterminio étnico por parte de los grupos terroristas sionistas que conformarían el núcleo del ejército del nuevo estado, para intentar cumplir con el proyecto del «Gran Israel». Como consecuencia, más de 700.000 palestinos fueron expulsados de su territorio.
Este hecho marcó el inició de una ocupación progresiva y violenta que lograría con los años y con el apoyo de los gobiernos imperialistas, arrinconar a la población palestina restante y atomizar el territorio ocupado en fragmentos cada vez más pequeños y aislados entre sí, mientras se privaba de derechos a todos sus habitantes.
La población palestina originaria nunca aceptó esta situación y ha luchado incansablemente por todos los medios para ejercer su derecho de autodeterminación. En tanto el estado sionista ha recibido el apoyo indisimulado del imperialismo euro-estadounidense y de todo el capitalismo transnacional para mantenerse como enclave imperialista para el control de la región.
La situación de hartazgo y humillación permanente llegó a su explosión con la heroica operación del Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre de 2023: una ofensiva militar de todas las fuerzas de la Resistencia Palestina en la franja de Gaza, que se levantaron y asaltaron las instalaciones militares y las colonias establecidas por el estado sionista a su alrededor para su control militar.
En contra de lo que la propaganda sionista sostiene, esta no fue una acción terrorista, sino una operación armada de legítima rebeldía de un pueblo oprimido por una potencia ocupante, un derecho reconocido en la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas 3070 de 1.973.
Sin embargo, bajo la excusa de su «derecho a defenderse», ésto dio el pretexto a la entidad sionista para desatar la más terrible operación de castigo colectivo contra la población de Gaza, que se ha cobrado un número de víctimas mortales que se cifran entre 67.000 y 680.000.
Esta masacre, calificada de genocidio por organizaciones e instituciones internacionales, ha sido alentada desde EEUU y las potencias de la OTAN, que han brindado todo el apoyo militar y político a la entidad sionista de Israel. Todo el capitalismo transnacional ha participado con su apoyo al Ente colonial sionista ‘Israel’.
De esta manera, el sionismo, que persigue el exterminio étnico y la extensión de su dominio al Gran Israel, desde el río Éufrates hasta el Nilo, ha encontrado su oportunidad para arrasar y vaciar la franja de Gaza, al tiempo que permite a sus colonos el hostigamiento sostenido contra los palestinos en Cisjordania y extiende su brazo armado contra Líbano, Siria, Irán, Yemen y cualquier otro foco de resistencia a su imposición.
La magnitud del genocidio ha elevado un clamor de condena en todos los rincones del planeta, incluso al interior de los países más comprometidos con el sostenimiento del estado sionista. Los pueblos ya no tienen duda de lo que representa el mal llamado estado de Israel.
La gran prolongación del genocidio palestino demuestra que los pueblos organizados sí pueden hacer frente a los más perversos e «intocables» del mundo; también pone al descubierto la nula capacidad de las instituciones internacionales para proteger los derechos humanos, provocando una indignación de tal magnitud que ha prendido chispas de rebeldía en todo el planeta.
Estas chispas que ya se están convirtiendo en llamaradas en contra del imperialismo mundial, ha movido al presidente de EEUU, Donald Trump, a proponer un «acuerdo de paz» que él vende como definitivo, con el único propósito de intentar engañar a los pueblos movilizados, para apaciguar las revueltas; pero como práctica normal de los fascistas, se sabía de antemano que la violación a estos acuerdos no tardarían.
La primera fase del acuerdo, aceptada por las organizaciones de la Resistencia como un alto el fuego para detener el indecible sufrimiento de su pueblo, ha conseguido dos objetivos inmediatos: la demostración de que es imposible vencer a la Resistencia del pueblo palestino y la devolución de un gran número de prisioneros en las cárceles sionistas.
Cabe recalcar que muchos de los presos fueron devueltos muertos, en pedazos, torturados y sin órganos, lo cuál demuestra que los sionistas no sólo roban la tierra palestina para beneficiarse de ella, sino que también comercian con sus cuerpos.
Mientras tanto, el sionismo violando desde las primeras horas la firma de los acuerdos, ha continuado con sus matanzas en Gaza, con el pretexto de que los restos de los soldados israelíes muertos durante el asedio no han sido devueltos: vano pretexto, pues son evidentes las dificultades para su recuperación bajo toneladas de escombros, en un espacio cercado y sin acceso a maquinaria.
El falso «plan de paz» de EEUU, aprobado el 17 de noviembre por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con la abstención de usar su derecho a veto por parte de Rusia y China, pretende ahora que la Resistencia se desarme e introducir tropas extranjeras para conseguir lo que no han logrado las fuerzas sionistas en más de dos años de genocidio: la ocupación militar de Gaza y profundizar la criminal colonización.
Sin embargo, el pueblo palestino ha aprendido de su historia duras lecciones acerca de las trampas de la diplomacia de los imperialistas y sionistas. Las fuerzas de interposición de la ONU en Líbano (UNIFIL) colaboran con el ejército sionista para contener a Hezbollah. Y el desarme de la resistencia solo sirve para dejar las manos libres al sionismo para sus orgías de sangre contra los que considera como subhumanos, como sucediera con las masacres de Sabra y Chatila en 1982.
La Resistencia no se va a desarmar y mantendrá su firme compromiso de defender a su pueblo mientras sus fuerzas se lo permitan, así como lo hicieron hace 78 años y lo siguieron haciendo en esta larga noche.
En estos tiempos en que el tramposo «plan de paz» parece haber desactivado en buena parte las muestras de solidaridad con la causa palestina, no podemos renunciar, de ninguna manera, a mantener nuestro apoyo internacionalista con la Resistencia Palestina hasta la eliminación total del colonialismo sionista, la desaparición del estado de Israel, el retorno de todos los expulsados y el ejercicio soberano de la libre determinación del pueblo Palestino.
Exigimos el cese inmediato y efectivo de las acciones militares contra Gaza y la entrada sin restricciones de la ayuda humanitaria, la liberación de todos los prisioneros palestinos y el retorno de todos los refugiados. Por parte de nuestro gobierno, exigimos el embargo integral y efectivo de armas, la ruptura total de relaciones diplomáticas, militares, culturales, académicas y comerciales con el régimen genocida, el cierre de todas las empresas armamentísticas sionistas en el estado español y la denuncia del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. ¡Basta de complicidad del gobierno, instituciones y empresas con la ocupación!
¡Desde el río hasta el mar, Palestina Vencerá!
¡Viva la Resistencia Palestina!
Asambleas con la Resistencia Palestina, 29 de noviembre de 2025
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