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Mapas

Amo la geografía. Seguramente por motivos familiares y de conexión personal, pero también por razones de pensamiento. Me identifiqué con el comandante Chávez cuando nos alentó a que “así como la geografía el imperio la usa para dominar el mundo, nosotros usemos la geografía para ayudar a la liberación del mundo, de nuestro país. (HCH.21.01.07)     Decía él que la geografía…»tiene un gran peso para entender nuestra realidad y para transformarla..” (H.CH.21.1.07) Muchos años antes, ya le había oído ese concepto a Alfredo Maneiro, que logró convencer a varios de nuestros compañeros de militancia a que estudiasen geografía.

¡Ah, pero es un hecho: quien ama la geografía, ama los mapas!  Ellos son la representación gráfica del territorio, en todos sus aspectos y contenidos. No sólo hablo de aquellos que conocemos como mapas físicos o político-administrativos, sino también los de cualquier otro contenido posible que nos parezca interesante para transformar esta realidad nuestra.

Reflexiono sobre esto cuando leo las declaraciones del ministro Mervin Maldonado informando que ya se ha logrado levantar la cartografía social en 34 mil 704 comunidades del país. No sé exactamente que mapas de necesidades, recursos y potencialidades está levantando el pueblo cuando elabora su cartografía en colectivo, pero confieso que es una noticia que me cae de maravilla.  ¡El pueblo elaborando su cartografía! Me entusiasma eso.

Cuando pienso en el poder popular, y en el conocimiento del territorio que debe tener el pueblo para ejercer su autogobierno en la escala que le corresponda, mi imaginación vuela y comienzo a vislumbrar centenares de mapas posibles y en algunos casos, indispensables.

Mapas de quienes somos y de cómo somos. Mapas de la distribución urbana por clases sociales. Mapas de la producción. Mapas de la historia local y la memoria compartida. Mapas culturales. Mapas del patrimonio material y del intangible. Mapa del estado urbanístico.  Mapa de las condiciones para seguridad y defensa. Mapa de ubicación de organizaciones.  Mapa de riesgos. Mapa de instituciones. Mapa de vegetación. Mapa de suelo urbano cultivable. Mapa de lugares de reunión. Mapa de lo común…. Todo ello para ser visualizado en el territorio en que hacemos vida. Mapas a disposición de todo el pueblo y no sólo de los especialistas. Mapas para la democracia representativa y protagónica. Mapas para el ejercicio pleno del Poder Popular.

Y entonces, ya lo digo, mi imaginación se dispara y no tiene límites.  Mapa de equivocaciones. Mapa de la violencia cotidiana. Mapa de posiciones políticas. Mapa de propuestas revolucionarias…. Y hasta uno que le gustaría a María Cristina:  el Mapa de los sueños.

(Publicado en Correo del Orinoco, el 17 de junio de 2021)

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