¡PA’LANTE PRESIDENTE!
Pienso que el tema de la confianza está íntimamente ligado al de la lealtad para construir la unidad de la fuerza revolucionaria. Como la piedra preciosa que se encastra en el oro, para hacerse una sola cosa.
La fuerza revolucionaria, construida colectivamente, y de la que todos formamos parte en unidad que queremos perfecta, es nuestra joya, nuestro tesoro más preciado, con el que estamos en disposición de mantenernos en lucha permanente para ganar cada batalla y sacar adelante nuestro proyecto.
Confianza de todo el pueblo en nuestros líderes. Confianza de los líderes en el pueblo. Confianza de cada uno, de cada una, en sus camaradas.
Y lealtad permanente entre todos. Unidos como los dedos en un puño.
Confianza en que nos asiste la razón. Y lealtad a esa razón. Confianza en nuestros propósitos y objetivos generales. Confianza en las tácticas y estrategias, que se van afinando a cada paso. Confianza en nosotros mismos y lealtad a lo que representamos.
Confianza en la victoria de cada tramo que nos toca recorrer. Y lealtad al camino recorrido que nos trajo hasta aquí, hasta este punto. Sabiendo que ha sido, y que es, extremadamente duro, pero que “es el camino”, como lo decía Argimiro. Y sabiendo también que la tarea de los revolucionarios es emprender y continuar ese camino de por vida, sin desmayo, como lo dijo también el Comandante Chávez en un Jueves de Vivienda, el 8 de noviembre de 2012: “Así es la vida de los revolucionarios, así, no hay otro camino, no hay otro camino, no es que seamos masoquistas, es que el camino es así, el camino es así, no porque uno quiera que sea así. Estamos enfrentando poderes muy grandes, mundiales, internacionales, nacionales. Bueno, somos difamados, somos injuriados, somos señalados, asesinados, masacrados, torturados, vejados, muchas veces pues, muchas veces; no es que eso tiene que ocurrir así necesariamente, pero veamos la historia, veamos la historia.»
Lealtad, pues, a la memoria de quienes nos precedieron y acompañaron. Y confianza en la persistencia de su legado.
Traigo a colación estas reflexiones, para apuntalar con ellas nuestro testimonio personal de lealtad a nuestro pueblo y a nuestros líderes y de confianza en sus decisiones. Como uno más entre millones de patriotas que no entregarán la revolución.