Periodismo por la verdad, por la dignidad. Farruco Sesto
La vida es bastante complicada de por sí. ¿Quién puede no saberlo? Y en ella hay infinidad de cosas que nos salen mal, algunas más o menos, y unas poquitas que nos salen bien del todo. Sobre estas últimas, cuando pensamos sobre ellas, es imposible no mostrar un sentimiento de orgullo. Pues humanos somos.
Una de las cosas que por las cuales yo siento ese orgullo especial, es por haber podido estar acompañando hasta ahora, con insistencia revolucionaria y terquedad semanal, esta aventura que lleva por nombre Correo del Orinoco. Una aventura con espíritu de misión, ideada por el presidente comandante Chávez, y asumida como tal por un equipo de compañeras y compañeros que, me consta, le entregan diariamente lo mejor de sí mismos.
Este martes pasado, nuestro Correo del Orinoco acaba de celebrar su cumpleaños. En lo personal me siento enormemente satisfecho de que se me haya permitido aportar mi granito de arena semana tras semana, avanzando en tan buena compañía.
¡Trece años ya! Mis felicitaciones más sentidas. Al periódico, y a la revolución que lo dio a luz.
Oigamos al comandante en unas palabras de aquel día, 30 de septiembre de 2009, con las que, en medio de una rueda de prensa, se refiere al nacimiento del “Correo del Orinoco, que ha nacido para bien de este país, de nuestro país, y del periodismo por la verdad, por la dignidad”.
“Salió el Correo del Orinoco, nuevo diario venezolano, artillería del pensamiento, es parte de la nueva historia” … “Es el primer número de esta nueva etapa del Correo del Orinoco de 1819. Vuelve el Correo del Orinoco, recomiendo su lectura, es periodismo por la verdad” … “Ya el Correo comienza bien, denunciando las agresiones contra el pueblo, denunciando al enemigo…”
En verdad, Chávez estaba muy emocionado con ese proyecto. Y nosotros con él. Fue, si no me equivoco, en ese primer número uno, donde estrené también mis colaboraciones periódicas con un pequeño texto que se publicó con el título de LA CANALLA MEDIÁTICA, en el que intentaba describir el universo mediático avasallante contra el cual iba a insurgir el Correo del Orinoco. Allí decía: “Mienten todo el tiempo. Pero eso no es lo importante. Por más que nos asombre en cada caso su desvergüenza para tergiversar los hechos, lo peor no son sus mentiras continuas, puntuales, una al lado de otra. Lo verdaderamente maligno es su capacidad para crear un universo donde la verdad y la falsedad se confunden, se entretejen la razón y la locura y se le liman los bordes a la sensibilidad para domesticarla.”
En aquel texto terminaba afirmando: “! ¡Contra el veneno de la canalla mediática, hay un antídoto denominado conciencia! “
¿Y qué mejor expresión de esa conciencia, me digo yo ahora, trace años después, que la propia existencia del Correo del Orinoco?
(Publicado en Correo del Orinoco, el 1 de septiembre de 2022)