Por qué China está ganando la guerra tecnológica y comercial de Estados Unidos. Pedro Barragán
China ha estado ganando terreno en la guerra tecnológica y comercial contra Estados Unidos mediante la planificación estratégica, la inversión masiva en innovación y el dominio de las cadenas de suministro. Ha desarrollado una gran infraestructura y una política que le han permitido avanzar en sectores clave como la inteligencia artificial, las telecomunicaciones y la manufactura de semiconductores.
Las prohibiciones impuestas por Estados Unidos a China, lejos de frenar su avance tecnológico, han servido como un catalizador para la autosuficiencia y el crecimiento acelerado del sector tecnológico chino. Aunque las sanciones tenían como objetivo limitar el acceso de China a tecnologías clave, en la práctica han impulsado la inversión en desarrollo interno y han fortalecido la determinación del país asiático de reducir su dependencia de Occidente.
El lanzamiento de DeepSeek representa un avance crucial en la independencia tecnológica de China, especialmente en el sector de inteligencia artificial y computación avanzada. Su diseño compite con los procesadores de Nvidia y AMD, refuerza la capacidad de China en IA, big data y supercomputación. Su desarrollo demuestra que las sanciones de Estados Unidos no han detenido la innovación china, sino que han acelerado su autosuficiencia. DeepSeek podría reducir la dependencia de China para aplicaciones avanzadas, fortaleciendo su industria tecnológica. Además, impulsa el ecosistema de startups y empresas de IA en el país, brindando alternativas locales a modelos de computación de alto rendimiento. Su impacto global puede generar una reconfiguración del mercado de semiconductores, desafiando el dominio de empresas occidentales. También refuerza la posición de China en la carrera de la inteligencia artificial, dándole ventajas en sectores estratégicos. DeepSeek marca un punto de inflexión en la guerra tecnológica y podría cambiar la dinámica de la industria a nivel global.
Quizás el más claro síntoma del impacto de DeepSeek en Occidente, más allá del descalabro bursátil de las tecnológicas norteamericanas, sea la noticia de El País que tendenciosamente titula “DeepSeek no es un juego: el peligro para la privacidad de la nueva IA china. Las descargas masivas de la aplicación del país asiático amplían el potencial de controlar, desinformar y erosionar principios democráticos”. Una estrategia que viene a ser más de lo mismo a lo que Occidente nos tiene acostumbrados: “tapemos la derrota embarrando y difamando a China para desviar el debate”.
La guerra tecnológica de Estados Unidos contra China
Las medidas de Estados Unidos contra China en la guerra tecnológica han incluido sanciones y restricciones comerciales para frenar su avance en sectores estratégicos. Una de las principales acciones fue la prohibición de exportación de chips avanzados y equipos de fabricación de semiconductores a empresas chinas como Huawei y SMIC. Además, Estados Unidos ha presionado a países como Países Bajos y Japón para limitar la venta de máquinas de litografía avanzada, esenciales para producir chips de última generación. También ha incluido a varias empresas chinas en la lista negra comercial, restringiéndoles el acceso a tecnología estadounidense. En telecomunicaciones, prohibió la participación de Huawei en la infraestructura de 5G en Estados Unidos y alentó a sus aliados a hacer lo mismo. En inteligencia artificial, impuso restricciones a la exportación de chips de Nvidia y AMD, esenciales para entrenar modelos avanzados de IA. Washington también ha restringido inversiones estadounidenses en empresas chinas de alta tecnología. Además, ha impulsado la reubicación de fábricas de chips en Taiwán y Corea del Sur a Estados Unidos para reducir la dependencia de China. A pesar de estas medidas, China ha acelerado su autosuficiencia en sectores clave, dejando de manifiesto su capacidad para superar estas restricciones.
Los antecedentes del despegue chino anteriores a DeepSeek
Antes del lanzamiento de DeepSeek, el gran avance tecnológico de China en la industria de los semiconductores para dispositivos móviles fue el chip Kirin 9000S de Huawei. Este procesador sorprendió al mundo en 2023 al ser incluido en el Huawei Mate 60 Pro, marcando un hito en la autosuficiencia tecnológica de China.
El Kirin 9000S, fabricado por SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation), se convirtió en un símbolo de resistencia frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Huawei había sido severamente afectada por las restricciones de acceso a chips avanzados de fabricantes como TSMC y Qualcomm, lo que parecía limitar su capacidad de competir en el sector de smartphones de alta gama. Sin embargo, el lanzamiento del Mate 60 Pro demostró que China podía producir chips avanzados sin depender de tecnología occidental.
Este procesador fue fabricado con un proceso de 5 nanómetros, una hazaña impresionante dado que Estados Unidos había prohibido la exportación de equipos avanzados de litografía, como los de la empresa holandesa ASML, que son esenciales para la producción de chips de última generación.
El éxito del Kirin 9000S generó alarma en Estados Unidos, ya que mostró que las sanciones no habían detenido el desarrollo tecnológico de China. Washington comenzó a endurecer aún más sus restricciones, presionando a países aliados como Países Bajos y Japón para limitar la exportación de tecnología de fabricación de semiconductores a China. Sin embargo, no ha logrado detener el progreso de Huawei y SMIC, quienes continúan desarrollando nuevas versiones de sus chips.
DeepSeek es solo la punta del iceberg
DeepSeek es solo la punta del iceberg en la guerra tecnológica entre China y Estados Unidos, marcando el inicio de una nueva era de autosuficiencia e innovación en semiconductores e inteligencia artificial. Aunque representa un avance significativo en computación avanzada y modelos de IA, es solo una pieza dentro de un panorama mucho más amplio. China ha estado invirtiendo miles de millones en el desarrollo de su propia industria de semiconductores, impulsando proyectos de chips avanzados, supercomputadoras y software de IA que compiten con gigantes como Nvidia, AMD e Intel.
El progreso en semiconductores, reflejado en la fabricación del Kirin 9000S y otros chips de alto rendimiento, demuestra que China está logrando independizarse de la tecnología occidental. Además, el país está apostando por la computación cuántica, la robótica avanzada y la expansión de redes 6G, que podrían redefinir la conectividad global en la próxima década.
Las sanciones de Estados Unidos han acelerado esta transformación, obligando a China a desarrollar alternativas nacionales en sectores clave como el software, los sistemas operativos y la infraestructura de IA. Mientras tanto, el gobierno chino sigue impulsando el crecimiento de empresas locales, fortaleciendo su ecosistema de innovación y reduciendo su dependencia de la tecnología extranjera.
En este camino ha desarrollado un ecosistema de inteligencia artificial sólido y en rápida expansión, con múltiples empresas compitiendo a nivel global. Además de DeepSeek, varias compañías chinas están liderando el desarrollo de modelos de IA, chips especializados y aplicaciones avanzadas. Aquí algunas de las más importantes:
Baidu. Baidu es uno de los gigantes tecnológicos chinos con un enfoque fuerte en inteligencia artificial. Su modelo ERNIE Bot 4.0 es la respuesta china a ChatGPT y ha sido integrado en múltiples aplicaciones, desde búsqueda hasta asistentes virtuales. Baidu también lidera en vehículos autónomos y en el desarrollo de chips de IA como el Kunlun AI chip.
Alibaba Cloud (DAMO Academy). Alibaba, a través de su división DAMO Academy, ha desarrollado el modelo Qwen 2,5-Max, su propia IA generativa que compite con OpenAI. Alibaba también ha creado hardware para IA y ofrece servicios en la nube que impulsan el desarrollo de startups chinas de inteligencia artificial.
Tencent AI Lab. Tencent, el gigante de los videojuegos y redes sociales, está invirtiendo en IA para juegos, chatbots y modelos de lenguaje. Su IA se usa en plataformas como WeChat y en análisis de datos para entretenimiento y publicidad.
ByteDance. El modelo Doubao 1.5 Pro de la empresa matriz de TikTok compite con ChatGTP-4o en retención de conocimiento, programación, razonamiento y procesamiento.
IFLYTEK, SenseTime, Megvii, 4Paradigm, Cambricon, Horizon Robotics, Zhipu AI, etc. son otras empresas punteras compitiendo en el mercado chino de IA.
En resumen, las sanciones norteamericanas contra China en la guerra tecnológica han fracasado en su objetivo de frenar el avance del país asiático. En lugar de debilitar a sus empresas, las restricciones han acelerado la autosuficiencia china en semiconductores, inteligencia artificial y telecomunicaciones. Huawei sorprendió al mundo con el lanzamiento del Kirin 9000S, empresas como DeepSeek, Baidu, Alibaba y SenseTime han creado modelos de IA competitivos, fabricantes como Cambricon y Horizon Robotics han crecido rápidamente, impulsando todos la influencia global de China en 5G, IA y vehículos eléctricos.
La clave de China: solo busca el progreso de la humanidad y no el predominio político
El éxito de China en la tecnología y la economía global se ha construido sobre una estrategia de desarrollo sostenible, innovación y autosuficiencia, con un enfoque en el progreso de la humanidad en lugar de la búsqueda del predominio absoluto. A diferencia de la política de sanciones y restricciones que han caracterizado la estrategia de Estados Unidos, China ha optado por invertir en infraestructura, educación y tecnología para impulsar el crecimiento de su país y contribuir al avance global.
El código abierto de DeepSeek es un ejemplo del compromiso de China con el desarrollo colaborativo en inteligencia artificial, permitiendo que investigadores y empresas globales accedan a su tecnología. Al hacer pública su arquitectura, China fomenta la innovación y reduce la dependencia de modelos cerrados como los de OpenAI y Google. Esta estrategia fortalece el ecosistema de IA y promueve un desarrollo más equitativo a nivel mundial.
Mientras algunas potencias buscan mantener su liderazgo mediante sanciones y restricciones, China ha demostrado que el desarrollo basado en la inversión, la innovación y la cooperación internacional es más efectivo. Su éxito no es el resultado de una carrera por el predominio, sino de una estrategia enfocada en el trabajo, la investigación y el desarrollo, que a largo plazo beneficia tanto a su propia población como a la comunidad global.
(Aparecido en Público, el 31 de enero de 2025)