Unas jornadas extraordinarias. Farruco Sesto
No hallo como calificar estas jornadas del PSUV que se vivieron, en todo el territorio venezolano, los últimos fines de semana. Porque tal vez la utilización de los adjetivos que apunten a la humana belleza de esas jornadas colectivas, a la hermosura de ese latido, acompasado y en común, no sea suficiente. Habría que referirse también a lo aleccionadoras que fueron, a lo gratificantes para el alma entregada a la política, a lo auto afirmativas en su alegría compartida, a lo absolutamente exitosas. Y también ¿cómo se diría eso con un adjetivo? a su papel de demostración contundente de la fuerza de un pueblo en revolución.
Yo no pude asistir por razones de trabajo y distancia, pero no dejo de imaginar esa poderosa ebullición popular en las comunidades de todo el país. Es decir, en todos los espacios habitados donde la geografía y las culturas se entrelazan para formar verdaderas comunidades. Ya saben ustedes, en llanos y sabanas. En las montañas andinas y en las distintas sierras que atraviesan el territorio en varios lugares. En las selvas amazónicas y en el Delta del Orinoco, con sus hábitats ancestrales. En los áridos espacios, casi desiertos, situados en zonas del noroeste del país. En las costas e islas. En las medianas o grandes ciudades, donde quiera que se sitúen, con sus barrios y urbanizaciones populares, pero también ¿cómo no? con sus zonas, digamos, urbanamente “formales”, donde ya hoy el pueblo trabajador ha ido logrando en revolución conquistar también sus espacios de vida.
A propósito de eso, me pregunto: ¿Cómo se habrá comportado ese corazón que late, por ejemplo, en las nuevas viviendas de la Avenida Bolívar o de la Avenida Libertador, en Caracas? Me refiero, se entiende, a los conjuntos residenciales que surgieron durante el impulso de la Gran Misión Vivienda Venezuela, tras el deslave de 2010 y su marea de refugiados. Me lo pregunto, y mi imaginación vuela hasta esos lugares con la certeza de que nos comportamos allí a la altura de lo esperado.
Para quienes pudieran no estar enterados del todo y lean estas notas, les cuento que durante estos días se renovaron, mediante el voto popular, las estructuras de base del Partido Socialista Unido de Venezuela. Esto es: los jefes y jefas de calle, de comunidad y de UBCH (Unidades de Batalla Bolívar Chávez). ¡Grandioso! ¿Qué otro partido, sino éste, fundado por el comandante Chávez, puede dar tal ejemplo de conciencia, organización y disciplina revolucionaria? ¡Millones de personas, hombres y mujeres que constituyen el cuerpo y alma del poder popular, organizándose democráticamente con aquel entusiasmo desbordado de dignidad!
¡Verdaderamente todas y todos somos Chávez
(Publicado en Correo del Orinoco, el 8 de septiembre de 2022)