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VENEZUELA: LA PERMANENTE FIESTA DEMOCRÁTICA. Farruco Sesto

El año en curso, 2025, lleno de múltiples elecciones en Venezuela, luce de lo más interesante para la Revolución Bolivariana, que lleva veinticinco años sorteando todo tipo de agresiones.

No hay duda de que éste será un año pleno de intensidad en el ejercicio de la democracia, desmintiendo, una vez más, la falacia mediática generalizada que se recrea en la falsa imagen de un régimen autoritario.

Pues los hechos son tercos y desmienten las mentiras, las medias verdades manipuladas, y las posverdades.

Y esta vez los hechos nos dicen que el Consejo Nacional Electoral, CNE, uno de los cinco poderes que hay en Venezuela y que, justamente, está encargado de todo lo relativo a elecciones, va a tener bastante trabajo a lo largo del año.

Para empezar, están previstas cuatro grandes Consultas Populares Nacionales, con participación de más de cinco mil trescientos circuitos comunales, para decidir, en pleno ejercicio del Poder Popular, sobre temas que incumben directamente a las comunidades. De esas cuatro consultas, ya tuvo lugar la primera el pasado 2 de febrero. Y la segunda está pautada para el 27 de abril.

“Descubrimos la mina, la más grande riqueza que pudiera encontrar un país, y esa mina es el poder creativo de los vecinos, el poder comunal, el poder de construir hacia el futuro, con las cuatro consultas anuales”. Así lo afirmaba hace unos días el Presidente.

Por otra parte, por disposición constitucional, tocan este año tres grandes tipos de elecciones. A saber: Las de gobernadores en los 24 estados que incluye la elección de los miembros de los consejos legislativos estadales, las de la Asamblea Nacional y, por último, las Municipales (es decir, alcaldes y concejales) en los 335 municipios del país. No es poca cosa. A fin de facilitar los procesos, el CNE decidió convocar en la misma fecha, 23 de mayo, las dos primeras mencionadas. Aun no hay fecha para las municipales.

Hay que decir, con todo, que algunos sectores de la oposición de la extrema derecha, están llamando al desconocimiento de estos procesos y a la no participación en ellos.

Pero, más allá de esta postura de la oposición fascista conspiradora, esta secuencia de consultas y elecciones representa indudablemente una gran movilización democrática, tanto del pueblo como de las instituciones involucradas, como testimonio de la vitalidad, día a día refrendada, de la democracia participativa y protagónica.

Por si fuera poco, y he aquí el plato fuerte de este año, el presidente Maduro llamó a una Reforma Constitucional, para actualizar en algunos aspectos de la constitución vigente de 1999, y adecuarla a los tiempos actuales.

Tal como él lo dijo el 15 de febrero pasado, cuando lo anunció al país, se trata de “convocar a un proceso popular constituyente para rehacer Venezuela a través de una reforma incluyente, democrática, convocante, nacional, que permita un gran consenso nuevo, un gran consenso que avance hacia el futuro.” (…) “Creo que es el momento para unir a todo el que pueda ser unido en función de la paz, la democracia, la participación, la estabilidad política, el progreso económico de un modelo propio”.

Así el presidente, propone cuatro grandes temas para el debate.

En primer lugar, la ampliación y perfeccionamiento de la democracia participativa, protagónica, y de la democracia directa.

Como segundo tema, el de la naturaleza de la sociedad que se quiere construir, con sus valores, para constitucionalizar las tesis de lo que debe ser “el nuevo humanismo, el nuevo bolivarianismo, la sociedad del siglo XXI” ¿Cual ha de ser la visión de la nueva modernidad? “Llegó la hora, dice el presidente, de perfeccionar nuestra Constitución en esa dirección, de identificar los peligros y las amenazas”. Por ejemplo, la del fascismo.

En tercer lugar, las líneas constitucionales de un modelo económico diversificado, no dependiente, autosuficiente, para crear las bases materiales que garanticen la mayor suma de felicidad social. Y un cuarto tema, el de la actualización jurídica de la constitución de 1999, a la luz de las nuevas realidades del país.

De modo que vienen intensos día de debate en todo el territorio sobre la iniciativa presidencial. Posteriormente, la propuesta adoptada, será discutida artículo por artículo en la Asamblea Nacional, para su validación por las dos terceras partes, al menos, de los diputados.

Como último capítulo de este proceso democrático, el proyecto de reforma constitucional será sometido a la aprobación del pueblo, por medio de un referéndum nacional.

Con todo este panorama de participación y debate, por falta de elecciones que no quede. Contra viento y marea, en Venezuela hay una permanente fiesta democrática.

(Publicado en NÓSdiario, originalmente en gallego, el 7 de marzo de 2025)

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