A seguir así, valientes. El lince
Seguimos aferrados a nuestros viejos parámetros de pensamiento, occidental, por supuesto, y no vemos la realidad. Verla significa reconsiderar esos parámetros, como los que siguen diciendo que Occidente, con EEUU a la cabeza, tiene un indiscutible poder económico y financiero. Hace mucho tiempo que esto es cuestionable, pero voy a dar por hecho que sería el único poder que le queda (ya no lo tiene en el ámbito político, ni militar, ni cultural) aunque, si así fuese, no insistiría tanto en las famosas sanciones (ilegales, según el derecho internacional).
En cualquier caso, los datos son los datos y solo con referencia al zombi europeo el Eurostat vuelve a poner en su sitio todo: el segundo trimestre de este año, o sea, hasta junio, las declaraciones de quiebra de las empresas europeas aumentaron el 3’1% respecto al primer trimestre. Al mismo tiempo, los famosos «emprendedores» lo tienen crudo porque los registros de empresas han disminuido el 2’4% también en estos tres meses. Si el mantra capitalista es que las empresas generan riqueza, ahora el zombi europeo es el 5’5% más pobre que hace tres meses.
La cosa va de capa caída desde que todo este corifeo plutocrático de valientes, que alaban el genocidio del neonazismo sionista pero son inclementes con Venezuela porque no han ganado los suyos, decidió apostar todo por apoyar a los neonazis del país 404, antes conocido como Ucrania.
Vuelve a ser Alemania el «enfermo por excelencia» de Europa, pero es un fenómeno general en todo el zombi europeo. Son ya todos los sectores los que se ven afectados, con el 4’7% de descenso en el comercio, el 3’6% en la industria, el 3’4% en educación y actividades sociales o el 0’7% en actividades financieras.
Los sectores que lideran en crecimiento del número de quiebras son la construcción (3’8%), la actividad financiera (2’6%), el comercio (2’4%) y la industria (1’5%).
El contexto es vario, desde la debilidad que se viene arrastrando desde el COVID-19 hasta el apoyo suicida a los neonazis del país 404. Pero en lo que todo el mundo coincide es en las sanciones contra Rusia, que han sido un boomerang. El Occidente drogadicto utiliza las sanciones en sus dosis de droga hegemónica.
La penúltima estupidez del zombi europeo (con Occidente nunca hay que decir la última) han sido las sanciones a China por los vehículos eléctricos. China respondió imponiendo una restricción draconiana a la carne de cerdo que la UE exportaba a China. La conclusión: las empresas rusas van a hacerse con el 10% del comercio de la UE con China en carne de cerdo (hasta ahora, Rusia suponía el 3% del comercio de carne de cerdo en China, por lo que va a triplicar sus exportaciones).
A ver si adivináis, con esta ayudita, cuáles son los países más perjudicados por la enésima estupidez, «democrática», eso sí, del zombi europeo.
No está mal, valientes. A seguir así. Ellos en su estupidez psicópata y psicotrópica y nosotros en nuestra imbecilidad anonadante y pasiva.
Hasta esta penúltima estupidez europea, Rusia ocupaba el cuarto lugar del mundo en volumen de producción de carne de cerdo después de la propia China, de la UE y de EEUU. Ahora, sin el comercio con China, los europeos vamos a tener que comer mucho cerdo (y sería de desear que barato, pero eso no lo veremos) y los rusos se pasarán a la ternera.
(Publicado en el blog del autor, el 20 de agosto de 2024)