Bases materiales, bases políticas. Farruco Sesto
Más allá de la situación de guerra a que está sometida Venezuela, pero sin dejar de tomarla en cuenta, me pongo a reflexionar sobre las estrategias fundamentales indispensables para seguir adelante en la construcción del socialismo y alcanzar el nivel de prosperidad que nos merecemos como pueblo.
Me digo a mi mismo que la tarea fundamental no puede ser otra que avanzar en el desarrollo de las bases materiales y políticas sobre las cuales asentar el proceso.
Por bases materiales entiendo el resultado del despliegue de la capacidad productiva de nuestro pueblo, concretada intensa y extensivamente en todo el territorio.
Por bases políticas entiendo el resultado del despliegue del conocimiento científico y tecnológico, de la cultura como compresión del mundo, de la conciencia de ser quienes somos, de la organización necesaria y activa para mantener el poder en manos del pueblo, y del compromiso vital con el proyecto de emancipación, incluyendo también la defensa incondicional de nuestra soberanía, hasta en el último rincón de la Patria.
Estoy consciente, por supuesto, de que también hubiéramos podido definirlas como bases espirituales, pero me parece que al denominarlas así, de esta manera, bases políticas, en el sentido amplio de la palabra, podemos entender con mayor claridad de lo que se trata.
Hagamos entonces un repaso por partes. Comencemos por las bases materiales. ¿Como avanzar en ellas y asentarlas con mayor firmeza mientras construimos el socialismo? ¿Cómo convertirnos en una sociedad verdaderamente productiva?
Creo que aquí la insistencia del comandante presidente Chávez en la idea de Comuna, se conecta directamente con ese empeño en la producción y organización dentro de nuestra visión de sociedad. “Comuna o nada”, nos dijo varias veces. “Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida: Las comunas, el estado social de derecho y de justicia».
He allí el núcleo del asunto, cuando nos entendemos en toda nuestra diversidad geográfica y cultural.
¡Comuna, comuna, comuna! En el campo, en la ciudad, en los llanos, en las selvas, en las montañas, comunas productivas y a pleno funcionamiento para sentar las bases materiales y producir los bienes necesarios, en el entendimiento de que si no se produce riqueza, para superar el rentismo, no habrá riqueza que repartir y que disfrutar.
¡Producir, producir, producir! Todo la pasión política al servicio de esta tarea., visualizándola como un esfuerzo con un componente individual y familiar, ciertamente, pero, sobre todo, con el componente colectivo indispensable para mover los grandes motores productivos.
En el mismo sentido en que Chávez nos hablaba de la comuna, marcha también la insistencia del Presidente Nicolás Maduro en impulsar los CPTT. Así lo pienso. Creo que esto es clave. Es una idea guía que hay que extender y generalizar. En días pasados, nos lo recordaba en un twitt el propio Presidente: “Con los Consejos Productivos de Trabajadoras y Trabajadores (CPTT) hemos demostrado lo que se puede lograr cuando unimos nuestras capacidades organizativas y productivas por un solo objetivo: la recuperación de nuestra economía. ¡Orgulloso de la clase obrera venezolana!”.
Ambos instrumentos son fundamentales para impulsar la producción , al tiempo que se construye el socialismo, tanto las comunas como los CPTT.
Si me permiten exponer modestamente la opinión de un viejo militante, el gran peso del esfuerzo nacional y popular para vencer esta batalla y todas las batallas de los próximos años, tiene que ver con esto. Les pido por favor que no lo descuidemos.
Vayamos ahora al otro punto: el de las bases políticas, a las que ya hemos definido más arriba. A mi modo de ver, su construcción tiene que ver con la del bloque hegemónico de poder.
Hay que reconocer que en este sentido, no es poco lo que se ha logrado, pues no en balde la revolución tiene ya 23 años en el gobierno. Pero creo también que aquí hay que dar pasos de gigante, para conseguir la irreversibilidad de este proceso. Es mucho, mucho, mucho, todavía, lo que falta por hacer para terminar de construir ese nuevo “sentido común” del que nos hablaba el comandante Chávez, rememorando a Gramsci. Y pienso que el PSUV tiene una gran responsabilidad en esta labor.
Ojo a la conducción, ojo al ejemplo, ojo al sentido de militancia, ojo al poder moral del que también non hablaba Chávez.
Bases políticas, bases espirituales, bases ideológicas o culturales. Llámenle como quieran. Pero lo importante es dejar atrás la lógica criminal del capitalismo en nuestra manera de ser, de comportarnos y de organizarnos. Y particularmente en el uso y cuidado del poder que nos pertenece como pueblo, para que nadie venga a arrebatárnoslo.
Farruco Sesto.
Caracas.
(Publicado en Correo del Orinoco, el 2 de marzo de 2023)