Biden sionazi. Ramón Pedregal Casanova.
Biden, representante del imperio, fue días atrás a Palestina invadida y, al bajar del avión, declaró en rueda de prensa: Soy sionista, pero para eso no hace falta ser judío”. Para ser nazi no hace falta ser alemán. Para ser esclavista no hace falta tener esclavos. Para ser machista no hace falta asesinar mujeres. Para ser antiobrero no hace falta ser explotador de obreros.
La declaración de Biden parece extraída del nazi Xavier Vallat, comisario de Asuntos judíos en la Francia de Vichy, que publicó un artículo en 1967 cuyo título debió hacer mella en Biden: Mis razones para ser sionista. El colaboracionista del nazismo escribía: No hay solución racional y eficaz del problema judío más allá de un sionismo integral.
Biden también habló de considerar la posibilidad de las fronteras de 1967 como las de dos Estados. ¿Qué recordará Biden de ese año?. En ese año, 1967, Biden se casaba y su padre le regalaba un coche, como venía haciendo cada año durante su graduación. Quizás leyó lo que otro nazi adorador del sionismo, y por tanto antisemita, el francés Lucién Rebatet, escribió durante la Guerra de los Seis Días en la revista nazi Rivarol: La causa de Israel es allí la causa de todos los occidentales, por lo que se desea la victoria del ejército sionista. La memoria de Biden debe tener guardados discursos como esos a montones.
Biden utiliza la ruleta según cada momento, aprueba y da su apoyo a los asentamientos recoloniales de mercenarios llevados de cualquier parte del mundo, aprueba y da su apoyo al proyecto sionazi de expansionismo, aprueba y da su apoyo a la guerra contra los países árabes que no se someten a EEUU, aprueba y da su apoyo a la alianza militar en la región que de soporte al expansionismo sionista, aprueba y da su apoyo al plan atómico del sionazismo y su ocupación territorial y lo alimenta con miles de millones de dólares y armas para su sostenimiento porque es un ente fabricado artificialmente y fracasado.
¿Por qué insiste Biden en la construcción de la entidad sionazi? Biden tiene mayoría de ministros y consejeros que son sionazis, el equipo es de procedencia sionazi, y todos ellos son conocedores de lo escrito por Herman de Vries de Heekelingen, que en 1941, un año antes de que naciese Biden, escribía sosteniendo lo expuesto por el conductor del sionazismo moderno, Theodore Herzl: Francia y Europa sólo podrán recuperar su pureza cuando los judíos edifiquen en Oriente Medio un Estado lo suficientemente extenso como para que pueda reabsorber la diáspora entera: dicho Estado abarcará Palestina, Cisjordania e incluso también una parte de Siria y de Mesopotamia. Pero, ¿qué hacer con aquellos que ocupan actualmente estos territorios? Si quieren emigrar, a los árabes no les faltará dónde hacerlo; harán bien en aceptar el Traslado a otras partes de Asía Menor o de África. … Occidente debe llevar hasta el final la solución de la angustiosa cuestión judía; por lo tanto, si los árabes siguen oponiéndose al sionismo, habrá que saber recurrir a la mano dura. Poblaciones enteras fueron deportadas durante la Primera Guerra Mundial, ¿por qué no se habría de actuar de modo análogo con los árabes? Es el precio que se ha de pagar por la realización de la Solución final de la cuestión judía. Esta última expresión parece anticipar la que a continuación utilizaran los nazis: sin embargo, en el autor francés no significa el exterminio de los judíos, sino la deportación de los árabes. El modelo que tiene en mente parece ser la deportación que sufrieron los armenios y que en realidad condujo a un genocidio.
Biden aclara a quien todavía no se da por enterado: Soy sionista, pero para eso no hace falta ser judío. Como durante la instalación del nazismo, también ahora se protege a los sionazis, el imperio financia a la ultraderecha en el mundo y el ejemplo actual y a la vista de cualquier observador, entre los muchos golpes de Estado que reconoce el asesino Bolton, EEUU da el golpe en 2014 en Ucrania, con intervención directa de Biden y su drogadicto hijo, mediante los terroristas nazis, lo que se denominó el Euromaidan. Biden está implicado de forma personal, y con todo su servicio sionazi como ministros y consejeros, de ahí que la relación entre el régimen nazi ucraniano y el ente sionista de israel conlleve el intercambio de sionistas ucranianos que quieran hacerse mercenarios en la ocupación recolonial de Palestina.
Biden y su equipo saben que Jüdische Rundschau, el órgano de los sionistas, salga sustancialmente ileso de la oleada de prohibiciones y persecuciones que sacudió a la prensa alemana poco después del incendio del Reichstag, el 27 de febrero de 1933. Pocas semanas más tarde, el 7 de abril del mismo año, este periódico llama a sionistas y nazis a comportarse como compañeros honestos. A finales de ese mismo mes un oficial de las SS que se ocupa de la cuestión judía, el barón Leopold von Mildenstein, visitaba Tel Aviv y otros asentamientos y se formaba una impresión positiva: Sacaron algunas fotografías y se llevaron a Alemania numerosos recuerdos. Aproximadamente dieciocho meses después, Der Angriff publicó una detallada serie de crónicas ilustradas bajo el título “Un nazi en Palestina”. El periódico de Goebbels se sintió tan orgulloso de esta serie que acuñó una medalla conmemorativa como celebración del viaje: por una cara había una esvástica, por la otra una estrella de David. (Todas estas notas pertenecen al apartado El sionismo como una especie de antisemitismo, perteneciente al libro, muy recomendable, El lenguaje del Imperio, cuyo autor es Doménico Losurdo, y lo ha editado Escolar y Mayo).
Biden ha declarado su sionismo, ya sabemos lo que eso significa, pero ha salido de Palestina-Medio Oriente sabiendo que ante el final del imperio yanqui, “occidental” como le llama Blair, el criminal de guerra, sus planes de formar una OTAN árabe que proteja al ente sionista no han cuajado, o eso parece, y la recolonización de Palestina y la destrucción de la Resistencia a su imperio más la división del mundo para que todos se pongan como carne de cañón en la 3ª Guerra Mundial que quieren emprender, va a depender de su complejo industrial militar. Ahora Biden y sus sionazis del Departamento de Estado yanqui, sopesan la posibilidad de una guerra contra Rusia con armamento atómico, una enseñanza más del nazismo que debido a la derrota que le infringió la URRSS en la 2ª Guerra Mundial, los nazis no pudieron llevar a efecto, y el bombardeo atómico sí lo hizo el imperialismo yanqui sobre Japón, cuando Japón estaba rendido. El imperialismo yanqui asesinó masivamente a la población civil japonesa, ¿no creen que fue un gran crimen? Los yanquis lo cometieron para amenazar al pueblo – ejército soviético, que les había demostrado la mayor capacidad de sacrificio por la libertad de los pueblos del mundo, que había derrotado al supremacismo, al nazismo.
Biden el sionazi, se ha ido de Medio Oriente rumiando los planes que parecen fracasados de protección árabe al ente que le hace de punta de lanza en la región, ente artificial y atómico que se cuartea en descomposición acelerada. Y la piedra con que tropieza y se da en la boca es Palestina, que resiste al sionazismo.