Cuba y la continuidad del socialismo
Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos!
Fidel Castro Ruz
La reciente celebración del 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba ratificó la continuidad del proyecto socialista y de la revolución en medio de una serie de reformas iniciadas años atrás que buscan contribuir al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo cubano. En el evento también se vivió la transición del poder de manos Raúl Castro Ruz y la histórica generación revolucionaria a las nuevas fuerzas y cuadros encabezados por el actual presidente y nuevo secretario del Partido, Miguel Díaz-Canel. La relevancia histórica de los acontecimientos se enmarcó en el aniversario sesenta de la declaración del carácter socialista de la revolución que hiciera el comandante Fidel Castro Ruz el 16 de abril de 1961, asediados por las acometidas imperialistas que desencadenaron el bloqueo económico total y la invasión de Playa Girón, saliendo hasta la fecha, el imperio derrotado y la Revolución cubana avante de estas y otras agresiones.
Lejos de las pretensiones del imperialismo y sus aliados neocoloniales, la Revolución cubana se sostiene en el deseo mayoritario del pueblo por continuar y profundizar el socialismo, algo que niegan muchas agencias de inteligencia-comunicación capitalistas, el sentir en las calles y los barrios no se conduce hacia la involución contrarevolucionaria como aconteciera en la URSS y el bloque socialista del Este tras las traiciones y desviaciones burocráticas-oportunistas ya conocidas; muy al contrario, uno puede conversar con la clase obrera y los sectores populares cubanos y escuchar su adhesión al socialismo y su reafirmada conducta antiimperialista, y aunque como todos los seres humanos del mundo desean mejoras sustanciales en su vida, esto no significa ni demuestra el fin del socialismo como anunciaran aquellas apocalípticas frases del fin de las ideologías y la perpetuidad capitalista; lo que significa el sentir del pueblo cubano es que siendo consciente de su realidad y su contexto, mantiene su soberanía, autodeterminación y trabaja cotidianamente por rectificar los errores y continuar los logros revolucionarios.
Algunos años atrás, Fidel Castro lo anunciaba, cuando en su discurso del 26 de julio de 1989 dijo ante la inminente desintegración de la URSS que: “¡Cuba y la Revolución Cubana resistirían! […] Es hora de hablarles claro a los imperialistas y es hora de hablarle claro a todo el mundo. Nosotros no bromeamos”. Posteriormente, el 10 de octubre de 1991, habiendo ya acontecido la hecatombe del bloque socialista, mencionó al pueblo de cubano que: “Hoy nos corresponde a nosotros una responsabilidad universal. Somos el único país socialista en medio del occidente, de todo el occidente y de una parte del oriente, el único. Y qué odio nos tienen algunos por la capacidad de nuestro pueblo, de nuestra patria de aceptar ese desafío y de mantener en alto sus banderas y su disposición a defender esas banderas […] Hoy luchamos no solo por nosotros mismos, no solo luchamos por nuestras ideas, sino luchamos por las ideas de todos los pueblos explotados, subyugados, saqueados, hambrientos de este mundo; luego, nuestra responsabilidad es mucho mayor”.
La continuidad del socialismo en Cuba subyace en la conciencia proletaria y popular de su pueblo basada en los ideales libertarios y revolucionarios de José Martí y del marxismo-leninismo, a pesar de las nuevas agresiones imperialistas de todo tipo, pues el socialismo estará vigente mientras exista la depredación y el inhumano accionar del capitalismo. El socialismo en Cuba se enraíza al bienestar y al porvenir de la humanidad.