De paraísos y de resistencias. El Lince
En el paradisíaco mundo de EEUU, el país de las oportunidades, el país líder del mundo libre, el adalid del capitalismo y las bondades que conlleva, acaba de salir un sorprendente y esclarecedor estudio sobre «las ciudades más necesitadas», eufemismo que encubre la pobreza general del país, en términos, entre otras cosas, de pobreza infantil, de inseguridad alimentaria, de cocinas inadecuadas y de deficiente suministro de agua y electricidad.
Según este estudio, Detroit, con un índice de pobreza del 37’9%, es la ciudad más pobre de EEUU, con un índice, entre otros, del 20% de toda su población (4’3 millones) deshauciada de su domicilio habitual o amenazada con ello por impago de alquileres y mensualidades hipotecarias. El ayuntamiento reconoce que 61.000 inquilinos están «en riesgo inmediato». Si se tiene en cuenta una familia de cuatro miembros, eso significa que casi 250.000 personas estarán viviendo en la calle antes de que termine el mes de enero. Aquí hay una causa evidente, que recoge el estudio: el aumento de los tipos de interés bancarios como consecuencia del intento del gobierno estadounidense (algo que ha sido seguido por todos sus lacayos a través del Banco Central Europeo) de frenar la inflación como consecuencia inmediata de la crisis de Ucrania.
Siguen en el nivel de pobreza Cleveland (32%), Laredo (30’6%), Gulfport (29’2%), Brownsville (27’2%), Fresno (23’5%), Filadelfia (23’3%), Nueva Orleans (23%) y Los Ángeles (20’4%). En esta última ciudad, 40.000 personas viven en las calles.
Una de las causas de este altísimo nivel de pobreza es el bajo aumento de los salarios, siempre muy por debajo de la inflación. La gente, como en Gran Bretaña, tiene que gastar mucho más que hace un año para tener lo mismo. Y no llega. Solo que en Gran Bretaña hay resistencia en forma de huelgas y en otros sitios no.
El capitalismo está en fase terminal, al menos como lo conocemos ahora, y estos datos nos muestran de forma fehaciente la evolución de una crisis, de la crisis, de larga duración -se inició en 2008- que está provocando el declive de la hegemonía euroatlántica en todo el mundo. Porque estos datos son de EEUU, pero pronto veremos una extrapolación a Europa.
La crisis de Ucrania no es más que la punta del iceberg de la descomposición capitalista occidental. Se ha producido la fragmentación del mercado global, las sanciones occidentales -ilegales, según el derecho internacional- están siendo un boomerang contra el propio Occidente y todo está patas arriba y el futuro no es prometedor. Hasta las propias «biblias» del capitalismo lo reconocen: «asistimos al fin de la era de las sanciones», aunque lo pongan entre interrrogaciones. Y dicen más: «Rusia y China ponen fin a la era de las sanciones económicas de EEUU… porque han obtenido una victoria aplastante en su lucha contra ellas».
Al mismo tiempo, y a modo de ejemplo de lo que han hecho, se dan tres respuestas «convincentes»: «la creación de swaps de divisas bilaterales que les permiten no utilizar el dólar; el desarrollo de sistemas de pago no occidentales como la altermativa china al SWIFT, a la que ya se han sumado más de 1.300 bancos de más de 100 países, y la introducción de la moneda digital».
Para Occidente, la fiesta ha terminado y las flores del jardín se marchitan sin remisión.
Mientras tanto, las tonterías habituales y adormecedoras sobre el país 404 (antes conocido como Ucrania) siguen y siguen. Y sigue lo de la «solidaridad inquebrantable» del Occidente colectivo en su guerra contra Rusia. Porque es existencial, y la está perdiendo. Occidente se está desangrando sin remisión, pero va a morir matando. En este sentido, es muy esclarecedor el artículo escrito por dos criminales notorios, Condoleezaa Rice y Robert Gates, (la primera vio derrotada su teoría del «Gran Oriente Medio» por Hizbulá en 2006, el segundo fue el impulsor de la guerra contra Serbia) reconociendo indirectamente que Rusia está ganando, contrariamente a la machacona narrativa triunfalista occidental.
Es algo a lo que deberían atender en todas partes quienes se consideran «de izquierda». Lula ya está viendo lo que hay si no mete mano, y no la va a meter, contra la reacción y no refuerza una política de alianzas internacionales con quienes plantan cara a Occidente. Este año, Brasil será el país que lidere los BRICS (hay una presidencia colectiva y rotatoria) y será crucial, dentro y fuera del país, lo que haga en este foro.
El caso de Chile es bochornoso y en todas partes los «progres» siguen manteniendo la ficción de que «otro mundo es posible»… manteniendo el actual. Y no, ya no es posible porque desde febrero del año pasado estamos en otra dimensión.
Adenda.- 7.000 enfermeras de Nueva York están en huelga exigiendo contratos justos y aumentos salariales. Parece que, aunque a pequeña escala, comienza una rebelión como en Gran Bretaña.
Aquí tenéis un poema del poeta turco Nazim Hikmet que nos define muy bien.
(Publicado en el blog del autor, el 9 de enero de 2023)