El ladrón y la condición
Ya que estoy con cine, sigo con cine. Una de las sorpresas de esta página es la cantidad de gente que la lee desde EEUU. Una persona me manda de allí algo relativo al cine, pero de aquella manera. O sea, de cuando el ladrón piensa que todos son de su condición.
Que el cine es un instrumento de propaganda nadie en su sano juicio lo puede discutir. Más allá de la diversión o precisamente por ello. Hay sesudos escritos sobre eso y no voy a entrar aquí. Que ha sido uno de los principales medios de Occidente, especialmente de EEUU, para reescribir la historia es un hecho. Sobre todo, desde la II Guerra Mundial (incorporando todo el entramado de la Guerra Fría) y pasando por Vietnam, Irak o lo que sea. Que diesen el Oscar (y a mí me importan una mierda los Oscar, lo mismo que los Nobel) a una película que glorificaba la invasión y ocupación neocolonial de Irak y, encima, lo revistiesen de «feminismo» es ya más repulsivo aún. Todo vale para Occidente y para EEUU. O valía. Tal vez alguien, alguna vez, haga un estudio sobre el papel del cine (occidental, por supuesto) en las relaciones internacionales. Pero mientras, aquí estoy yo.
Si el otro día os hablaba de la mejor película bélica (antibélica) de todos los tiempos, y de inmediato varias personas replicaron con películas de EEUU (lo que lleva al párrafo anterior y cómo solo tenemos ese modelo como referente, perdiendo de vista que las excepciones, como esas películas, confirman la regla), ahora vuelvo a la carga con otra película que está poniendo los pelos de punta a EEUU.
La persona de la que os hablaba que me escribe desde EEUU me manda esto. Por si no pincháis, es una película china que sobrepasa en taquilla a las estadounidenses. Habla de China, sí, pero no solo. Está diciendo que EEUU está perdiendo la primacía en una industria vital para su imagen exterior. Porque siguiendo el hilo de lo que hay detrás, se llega a esa conclusión dado que se leen cosas como «la película está superando todas las películas que Hollywood puede poner en su camino». Y, a partir de aquí, se desata la histeria.
Solo cinco muestras, aunque hay decenas:
– «El presidente chino, Xi Jinping, asediado por crisis desde China Evergrande hasta cortes de energía, puede sentirse reconfortado con noticias recientes: una ola humana de ciudadanos entusiastas está asaltando los cines de su nación».
– «El impulso de Beijing por inculcar el patriotismo y el machismo está dando frutos».
– «Está en sintonía con el impulso puritano marxista de Xi: este tipo de películas que son esencialmente herramientas de propaganda».
– «El estallido de la cultura popular cinética y patriótica es parte de un zeitgeist que no es solo nacionalista, sino antiamericano». Este es más sibilino porque mete una palabra alemana utilizada por los nazis en sus películas de propaganda y que viene a decir algo así como «clima cultural dominante».
– “El patriotismo es el mensaje y el antiamericanismo es el subtexto. La Guerra de Corea es sólo el conducto para la expresión del patriotismo”.
¿A que estáis viendo a EEUU a lo largo de toda su historia cinematográfica? Pues no, os equivocáis de medio a medio. EEUU siempre es bueno, los demás siempre son malignos y no tienen ningún derecho a reivindicar su historia si, además, esa historia es una derrota de EEUU.
Porque, esa es otra: la película relata una batalla histórica de la guerra de Corea que siempre ha sido vista de forma muy diferente por unos y otros. Porque, dígase lo que se quiera, con esa batalla China ganó y EEUU perdió. Tanto que supuso el principio del fin de las tropas occidentales en Corea. Si os molestáis en buscar por ahí, toda, pero lo que se dice toda, la referencia habla bien de EEUU y de cómo la victoria china fue «pírrica». Faltaría más. Y veréis que la bibliografía que se añade es un 95% estadounidense y un 5% china. Faltaría más. Así que os dejo una página china, y podéis dar al botoncito de traducir, para que al menos conste que los chinos tienen su propia versión.
¿Cuál es la película en cuestión? Pues «La batalla del lago Changjin». Después de Stalingrado, es la otra gran batalla moderna que se significa por su crueldad. Estos son algunos de los avances que ya están circulando por ahí.