El terrorismo deja sin luz al mundo libre
A Venezuela le quita la luz el régimen de Trump, es puro terrorismo atentar contra los bienes comunes de los pueblos, es un atentado terrorista robar a un país entero lo que le pertenece, es un delito contra los Derechos Humanos, pretende trazar el odio del imperio como ley internacional destrozando así los acuerdos entre todos los gobiernos, esas leyes de consenso.
El terrorismo corta la luz en Venezuela. En España, si no puedes pagar el recibo te corta la luz el imperio de aquí. El gran capital, las cúpulas de las multinacionales cortan la luz al indefenso, a la familia debilitada, corta la luz quien odia los Derechos Humanos destrozando así la ética social, las leyes de paz social. El terrorismo corta la luz a las mayorías y a cada persona, a todos cuyos bienes son ansiados por los de la ley de la propiedad privada, por quienes imponen cada uno de sus deseos al resto. No hay mayor dictadura que la del capital. El terrorismo deja sin luz al mundo libre. Busca que no valga el dinero, que no haya comida ni medicinas, quema el petróleo, … Es la dictadura capitalista.
Qué paradoja, los grandes capitalistas bloquean las finanzas, la compra venta, la circulación de vehículos, la luz, … Es la dictadura contra las mayorías que aspiran a tener vida propia, sin dependencias y servidumbres a los propietarios del 80% de los bienes del mundo. Es la gran patraña del capitalismo: contra la circulación de lo necesario para vivir una minoría paga a sus esbirros para que persigan a quienes no les obedecen.
Entre los grandes capitalistas no hay contradicciones, hay … diferencias: Donald Trump hablando de lo que él llama “las élites” ha dicho: “Soy más inteligente que ellos, fui a mejores escuelas que ellos, tengo mejores apartamentos que ellos, estoy mejor educado”. Quiere decir que si todos esos que se le asemejan son ladrones de los pueblos, inversores en crímenes de genocidio, racistas, inversores en fascismo, … él, Trump, está mejor educado en todo eso, tiene más denuncias ante los Tribunales estadounidenses que los demás, es más putero que sus compañeros de clase, es mucho más indiferente a las desgracias que causa con su sistema. Trump es el gran dictador. Su sistema es la dictadura del gran capital del siglo XXI sin ningún velo. Ahí lo tenemos organizando las acciones terroristas en las escuelas de mercenarios, en los apartamentos de la Torre Trump, manifestando un repugnante comportamientos machista, racista, capitalista, … manifestándose tal cual con un dictatorial nombramiento: su encargado de mandar en Venezuela, el enemigo de la justicia social que declara que “para nosotros los muertos no son costos, son inversión en futuro”: Guaidó es el terrorista sin embozo que cobra por cortar la luz. Los 30.000 millones de dólares robados a Venezuela en EEUU, dan para pagar a muchos mercenarios Guaidós.
En Cuba, cuando triunfó la Revolución, el que había sido presidente del Banco de Cuba, Don Felípe Pazos hasta que Batista y los suyos, de la mano de EEUU, dieron su golpe de Estado, cuando triunfó la Revolución, decía, fue repuesto en la presidencia, y al ir a ver el dinero que tenía el Banco se encontró, él, el pueblo cubano, los Revolucionarios, que no había nada, los Batistas de la mano del régimen estadounidense habían robado todo. El robo de Guaidó recuerda aquel otro robo. Por robar para su amo le dice que invada el país y así será más fácil, “los muertos … son inversión en futuro”.
Los sionistas, de quienes recibe apoyo terrorista, hicieron lo mismo en sus negocios con Hitler, hablaban con el régimen nazi en los mismos términos, los asesinados debían servir para empañar la invasión de Palestina. No es casual que se vea a las espaldas de Guaidó la bandera del sionismo, no es casual que en los intentos de golpe se hayan encontrado marcadores de dirección en las calles para atentar, lenguajes y signos empleados por el sionismo, no es casual que se descubran armas e instructores israelíes de terroristas en Colombia.
Guaidó es un personaje amoral, tanto que celebra los daños que los terroristas hacen a la población trabajadora venezolana. Se llena la boca gritando ¡ríndete o hay guerra!, con lo que se hace culpable a la víctima, al pueblo venezolano, y se alegra de que la tropa del imperialismo le corte la luz para robar el país. En España los equivalentes, habiéndose hecho dueños de los bienes comunes, te cortan la luz si no puedes pagar el recibo. Es la dictadura del gran capital, y los Guaidós, tan pegados al gran capital, lo sostienen.
Dice la canción de Rojo Cancionero: “ Si no hacemos sola nuestra voz / es posible que vivamos sometidos, / enfrentados, / divididos, / olvidados toda nuestra eternidad”.