El vuelo de los osos
Entretenidos en las minucias y miserias locales tendemos a perder de vista que el mundo gira, y que con esos movimientos desde hace un tiempo el mundo se ha desplazado de su eje habitual. El eje occidental se resquebraja, está roto y nada ni nadie lo va a poder arreglar. Y eso es lo que ha provocado que como el mundo se mueve, se esté moviendo ya sobre otro eje. Por partes.
1.- Irán está siendo el país sorpresa de los últimos tiempos. Su resistencia, su buen hacer y su determinación a hacer frente a los piratas y facinerosos occidentales es digna de alabanza. Hace un mes derribó un sofisticado avión espía de EEUU. Hace casi dos semanas capturó un petrolero británico en evidente represalia por el acto de piratería realizado por Gran Bretaña al hacer lo mismo con un petrolero iraní en Gibraltar. Piratería por piratería.
Pero estas dos acciones han servido para mostrar su determinación y obligar a Francia, Alemania, Gran Bretaña, Rusia y China tanto a volver a defender al acuerdo nuclear, roto unilateralmente por EEUU, como a acelerar la aplicación del sistema INSTEX, los acuerdos comerciales con Irán, que lleva un mes en funcionamiento y que aún no ha realizado ninguna operación. En la reunión de este pasado fin de semana, en Viena, se acordó darle el empujón final si hay que hacer caso a los iraníes y a los rusos, los únicos que han hablado sobre ello. Veremos porque la sumisión y el vasallaje de Europa hacia EEUU es cada vez mayor y Gran Bretaña se resiste a cualquier acuerdo. Pero los británicos están en minoría y pronto ejecutarán el Brexit, por lo tanto no cuentan.
Si finalmente Francia y Alemania dan el paso, la grieta con EEUU va a ser determinante a medio plazo y ahora mismo, con Francia amenazada de sanciones y Alemania bajo el fuego por el gasoducto Corriente del Norte 2, hay alguna posibilidad de que sea así. Sobre todo, porque Rusia ha mostrado el caramelo: dice que si se pone en marcha el INSTEX, se adherirá al mismo. Y eso que tiene su propio sistema. Y ese caramelo es muy goloso para Europa, sobre todo para Alemania porque, otra vez, su patronal está presionando al gobierno para que levante de una vez las sanciones a Rusia como ha reconocido Klaus Ernst, presidente del Comité Económico del Bundestag (Parlamento alemán).
2.- Al calor de eso, o porque Irán hace lo que hace porque recibe los calores de otros, hay dos países que cada día que pasa hacen más fuerte su alianza: Rusia y China, o China y Rusia. Esta semana ha ocurrido un hecho relevante como nunca, emocionante como nunca y profundo como nunca: los dos países han realizado su primera patrulla aérea conjunta en Asia-Pacífico. Y no con aviones cualquiera, sino con las estrellas: los bombarderos estratégicos, capaces de transportar misiles de crucero y, en el caso de los rusos, de los misiles hipersónicos ya probados.
Estos bombarderos son el histórico Tupolev 95MS soviético y su versión china, modernizada, el H-6K. Al Tupolev ruso la OTAN lo denominó «El Oso» durante la época soviética por su poder, porque amedrentaba a la OTAN dado que su poderío es absoluto: tiene potestad tanto para vigilar como para atacar barcos, submarinos y objetivos en superficie, siendo también capaz de portar bombas termonucleares. O sea, es el avión completo. Y si esto era así con la URSS, ahora se incrementa su poderío son las armas hipersónicas.
Y su versión china no se queda atrás, puesto que parte de la misma base y estructura pero muy modernizada. Tanto, que el Pentágono ha dicho que sus bases en la zona están en peligro porque tiene «capacidad de ofensiva de largo alcance».
De manera imperceptible para los muy ignorantes medios de propaganda occidentales, y más imperceptible aún para los «expertos» en política exterior de los mal llamados partidos «progres», todavía obsesionados con Europa, Rusia y China, o China y Rusia, están profundizando sus relaciones geoestratégicas y transformando el mundo. Comenzando por Asia. Porque «el vuelo de los osos» tuvo lugar sobre el Mar de Japón y el Mar de China Oriental. Es decir, que Rusia y China, China y Rusia, han mostrado por primera vez su determinación de actuar de forma conjunta, de elevar el nivel de interacción de sus fuerzas armadas y de dejar patente que están en una fase de fortalecimiento de la estabilidad estratégica global según sus parámetros.
Rusia y China, China y Rusia, han realizado su primera patrulla conjunta en una zona de hipotético conflicto con dos vasallos de EEUU, Corea del Sur y Japón, además del mismo EEUU, por lo que es claramente una respuesta a la publicación (mayo) del informe del Pentágono sobre su nueva estrategia del Indo-Pacífico en la que se califica a China de «poder revisionista» y a Rusia de «actor maligno revitalizado». Así que Rusia y China, China y Rusia le están diciendo a EEUU «¿miedo, quién dijo miedo?».
La coordinación estratégica de Rusia y de China, de China y de Rusia, acaba de subir un nuevo escalón. Militar, en este caso. Porque la semana pasada subió otro, económico: por primera vez, el comercio entre los dos países en dólares bajó del 50% del total, y eso supone, como os adelanté, que la era del dólar está terminando. Y muy rápidamente. Porque la desdolarización de la economía mundial supone reducir drásticamente la capacidad de EEUU de imponer sus políticas, con o sin sanciones, en todo el mundo.
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