En Madrid, concentración contra la renovación de las bases norteamericanas
Convocada por la Asamblea OTAN No Madrid, en la que participa el FAI, el sábado 7 de mayo se llevó a cabo una concentración ciudadana frente a la embajada de los EEUU en Madrid para reclamar la denuncia del Convenio de Defensa por el que se autorizan las bases norteamericanas en suelo español.
Asistieron unas doscientas personas y se corearon consignas sobre las servidumbres que suponen las bases para la soberanía española. la complicidad con las guerras y actos criminales de las fuerzas militares norteamericanas y sobre lel riesgo que supone su existencia para la población que vive en los alrededores en caso de choque armado de alta intensidad en guerras que no son nuestras.
En el acto se leyó el siguiente Comunicado:
Contra la renovación del Convenio de Defensa con los Estados Unidos de América
El 20 de mayo se cumple el plazo para la renovación del convenio de defensa con los EEUU, que ampara la presencia de bases estadounidenses en suelo español. Si ninguno de los dos países lo denuncia se prorrogará automáticamente, como ha sucedido desde 2020.
De esto no se habla porque es una vergüenza que se quiere ocultar, un ejemplo claro de sumisión a una potencia extranjera, que utiliza nuestro territorio como soporte de guerras y agresiones contra países con los que no estamos enfrentados y en función únicamente de los intereses de EEUU. Somos cómplices necesarios de las estrategias de acoso, saqueo y destrucción de todos aquellos pueblos que se resisten a vivir en las condiciones que les impone el imperialismo, liderado por EEUU.
Esta ignominia se inició tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la potencia hegemónica resultante inició la guerra fría. Su expansión imperial requería socios y aliados y escogió los más débiles y mejor situados. La dictadura franquista había sido condenada por la Asamblea General de Naciones Unidas y repudiada internacionalmente. EEUU, con la colaboración de británicos y franceses, se encargó de rehabilitar internacionalmente a la dictadura. En 1950, bajo la presión de los EEUU y sus aliados, la ONU revocó su condena y admitió a España en su seno.
En 1953 se firmó el “pacto ejecutivo” entre EEUU y la dictadura, que permitía la instalación de bases militares estadounidenses en Torrejón, Zaragoza, Morón y Rota; la fórmula empleada evito su aprobación en el Congreso estadounidense y un ”protocolo adicional”, no hecho público, daba pleno dominio sobre ellas a EEUU.
Se cedió la soberanía y la independencia a cambio de la presencia de la dictadura en las instituciones internacionales. El abrazo de Eisenhower y el dictador en la base de Torrejón en 1959 dio por sellado el pacto.
Durante la transición, EEUU se aseguró de que nada cambiaría: en 1973, el secretario de estado Henry Kissinger visitó al dictador, al entonces príncipe Juan Carlos y al presidente del gobierno Carrero Blanco y las instrucciones fueron claras: el apoyo a la futura monarquía, al precio del mantenimiento de las bases.
En 1976 se firmó un nuevo acuerdo, en este caso un “tratado de amistad y cooperación” que duró hasta 1989, cuando se firmó el actual Convenio de Defensa.
La transición aceptó las decisiones de la dictadura y en ningún momento cuestionó la subordinación a la que sometían al estado español, como se ha seguido haciendo durante más de 4 décadas.
El estado español es un socio menor del impero occidental, pero su posición geoestratégica y sus vínculos con América Latina son muy importantes. El control del acceso al Mediterráneo, como base logística de las acciones en próximo y medio oriente, su proyección sobre África y su influencia en América Latina, convierten su territorio en una plataforma excepcional que debe estar a disposición de EEUU.
En 1992, la desaparición de la URSS y la entrada de España en la OTAN cambiaron el escenario y EEUU decidió retirar las bases de Torrejón y Zaragoza, incrementando el papel de las de Rota y Morón.
Rota es una base aeronaval que da apoyo a las intervenciones en toda el área Mediterránea, en su fondo oriental y en África; además es la base de los buques del sistema Aegis contra misiles balísticos, esencial en su actual estrategia militar. Por su parte, Morón es una base aérea que aloja la fuerza de respuesta de crisis para su intervención inmediata en África. En ambos casos son instalaciones de gran valor estratégico y por tanto, objetivos prioritarios en caso de conflictos de alta intensidad.
Una pretendida democracia es totalmente incompatible con la existencia en su territorio de aparatos militares extranjeros que agreden y destruyen países y pueblos, sin que los pueblos del estado español hayamos podido nunca decidir sobre ello.
Por su origen, por el riesgo que implican, por sus objetivos, por su ocultación y por la ausencia de toda consulta popular consideramos que carecen de toda legitimidad.
Desde la Asamblea OTAN No Madrid y en coherencia con nuestra radical oposición a la OTAN, exigimos la inmediata denuncia del Convenio de Defensa con EEUU y el cierre de las bases en nuestro territorio.
Madrid, a 7 de mayo de 2022
Asamblea OTAN No Madrid
(Descargar en PDF)
“Porque si en serio desean
que aquí funcione la paz,
déjense de cachondeos
y pónganse de verdad
a fabricar con las armas
bicicletas, panecillos,
conciertos al aire libre
y tortas de mazapán”.
José Antonio Labordeta