Esto no hay quien lo pare. El lince
Y mucho menos la OTAN, con su chatarra incluida, y sus neocolonialistas integrantes. Ni siquiera el capo de la mafia occidental, EEUU. Vamos, el bloque imperialista, para entendernos, el Occidente colectivo.
Aunque aún es pronto para afirmarlo con rotundidad, lo cierto es que el valor de la OTAN como alianza militar se está viendo seriamente empañado y degradado por lo que hasta ahora -la cosa no ha terminado, aunque a los neonazis no les queda mucho tiempo más- es un gran fiasco ofensivo del país 404, antes conocido como Ucrania.
Porque estamos viendo que la nueva «wunderwaffen» nazi, las armas maravillosas con que Hitler soñaba para ganar la guerra al igual que ahora sus herederos (OTAN y EEUU), está ardiendo como el papel y EEUU está viendo cómo se debilita sin remisión un poco más, y más rápidamente, su posición global como potencia «hegemónica», como capo de la mafia occidental.
Porque cuando en África se recibe con grandes aplausos la propuesta de que las naciones del continente dejen de utilizar el dólar en el comercio internacional se percibe que hay algo más que una revuelta anticolonial: es un paso en firme para cimentar el nuevo mundo que está surgiendo, que ya está casi en la adolescencia y que, como todos los adolescentes, está comenzando a tener conciencia de la importancia del dinero.
Cierto es que los aplausos no son más que eso, aplausos. Pero alguien tiene que dar el primer paso y Kenia lo ha dado. Su presidente William Samoei Ruto, pide a las naciones africanas que dejen de utilizar el dólar estadounidense para el comercio intracontinental. En su viaje oficial a Djibouti lo que ha dicho es de cajón, que los comerciantes de Djibouti y Kenia tienen que adquirir dólares estadounidenses cuando realizan operaciones comerciales entre los dos países y que por qué tiene que pasar eso cuando no hay necesidad de ello, cuando se puede hacer en las monedas respectivas de los dos países.
Pero no es solo un discurso, es una propuesta de acción y Kenia predica con el ejemplo: acaba de abandonar el dólar estadounidense en su comercio con los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
Después de Sudáfrica, que ya comercia con los países de los BRICS en su moneda, es el segundo país africano que da este paso y refleja el compromiso de los países del continente de fomentar una mayor integración económica dentro de África y reducir la dependencia de las monedas externas, en referencia a las occidentales, y aquí hay que incluir a Francia y su «franco africano», para el comercio regional.
Pero lo más importante de todo es que Kenia está promoviendo activamente que sea el Banco Africano de Exportación e Importación (Afreximbank) quien se haga cargo de todo este proceso. Como es lógico, y dado que en el Occidente neocolonial lo que hacen las neocolonias no importa, se desconoce no ya la existencia de este banco, sino lo que hace. Se creó en 1993 y desde entonces se ha ido extendiendo y ampliando su implantación en 51 de los 54 estados africanos. Tiene tres sedes: Egipto, Nigeria y Zimbabue. Es decir, muestra gráficamente que está extendido por todo el continente. Junto a la participación de los países africanos hay que reseñar que tiene tres colaboraciones externas: Gran Bretaña, Rusia y China. Esto tal vez os de una pista de lo que está ocurriendo y cómo África no está siguiendo ni aceptando las imposiciones, chantajes y amenazas de la mafia occidental.
El presidente de Kenia no ha hablado por hablar. Lo ha hecho justo cuando el banco va a tener su reunión anual (18-21 de este mes, en Ghana). Ni que decir tiene que en la agenda está «el impulso al comercio en monedas locales» y «la creación de una moneda única africana». Este movimiento no se hubiese dado sin lo que está ocurriendo desde hace año y medio, con el robo occidental de las reservas monetaria rusas (y antes de Irán y Venezuela).
Curiosamente, también en estas fechas (14-17) se está celebrando el Foro Económico de San Petersburgo con la presencia de 131 países. De ellos, 53 tendrán representación a nivel de ministros (Arabia Saudita, Argelia, Armenia, Azerbaiyán, Bangladés, Belice, Benín, Bielorrusia, Brasil, Burkina Faso, Camerún, China, Colombia, Cuba, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Ghana, Hungría, India, Irán, Israel, Jordania, Kazajstán, Kenia, Kuwait, Kirguistán, Laos, Marruecos, Mauritania, México, Mongolia, Myanmar, Namibia, Nicaragua, Nigeria, Omán, Palestina, Qatar, República Centroafricana, Serbia, Sierra Leona, Sri Lanka, Siria, Sudáfrica,Tailandia, Turquía, Uruguay, Uzbekistán, Venezuela, Vietnam, Yemen y Zimbabue), 28 con nivel más bajo al de ministros y el resto serán participaciones de empresas. También hay representantes oficiales de los BRICS, de la Organización de Cooperación de Shanghái, de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y del Afreximbank.
Veis que la reunión se celebra durante tres días. Así es como se «informa» de ella en Occidente. Primero, diciendo que Rusia está aislada. Segundo, que hay menor asistencia que en años anteriores cuando, de hecho, hay 13 países más que el año pasado, por ejemplo. Pero no hay países occidentales, excepto Hungría, por lo que para los propagandistas habituales eso es ya un fracaso. No hay occidentales, pero sí más países… no occidentales. Tomad nota.
Tercero, y si os fijáis bien, veréis que se dice «se celebró», y esto que leéis es de hoy, día 15. Es decir, el foro aún está en marcha, pero para la propaganda occidental ya ha terminado y, además, con fracaso absoluto. Hay un hecho cierto: Rusia no ha invitado a ningún «periodista» de medios occidentales, así que se opta por escribir de oídas y se cierra el tema sin más. Se celebró. Punto. Ni siquiera se molestan en recoger las conclusiones, que se publicarán cuando el foro termine, como es lógico. Porque una de las cosas de las que se va a hablar es de los BRICS, de la desdolarización de la economía y del impulso en el comercio en monedas propias y en la creación de alternativas a la hegemonía económica occidental.
Así actúa la mafia occidental y así nos «informa», con su traída y llevada «libertad de expresión» (y sus valores). Por lo tanto, tampoco nos extrañaremos si no nos enteramos que la Unión Asiática de Compensación (Bangladés, Bután, India, Irán, Maldivas, Myanmar, Nepal, Pakistán y Sri Lanka) ha dado el paso del que os hablé a finales de mayo: ayer anunció que desde julio comerciará en yuanes, rublos y rupias en el comercio entre estos países. Es decir, no van a pasar por el sistema occidental SWIFT.
Súmese a ello que Pakistán ya compra oficialmente en yuanes el petróleo ruso, lo que da un empujón a la tendencia imparable de que los países se deshacen del dólar estadounidense, demostrando que aunque EEUU impulsó un golpe palaciego en Pakistán no puede seguir hegemonizando el sistema monetario internacional ni entre sus vasallos.
Súmese a ello que Egipto no solo ha pedido su incorporación al banco de los BRICS, sino a esta organización (el cuarto país que lo hace formalmente tras Argelia, Argentina e Irán), con lo que la cumbre de agosto va a ser muy interesante. Hasta tal punto que ahora los medios de propaganda franceses dicen que Macron quiere participar en esa cumbre y que se ha dirigido a Sudáfrica, que preside los BRICS este año, para que le invite. O es una broma o es una muestra de desesperación. Elegid lo que más os guste.
Porque lo que hay en Occidente es un miedo cada vez menos encubierto, se ve, se palpa. Sobre todo cuando se ven cosas como esta.
Es la reunión preparatoria de esa cumbre de los BRICS de lo que se llama «Amigos de los BRICS». Quienes están en la foto son los cinco países que componen los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y quienes tienen más posibilidades de integrarse en esa reunión de agosto: Arabia Saudita, Bangladés, Cuba, Comoras, Congo, Emiratos Árabes Unidos, Gabón, Indonesia, Irán y Kazajstán. De ellos, solo Irán a pedido formalmente la membresía, por lo que el resto apuesta por el formato BRICS +.
Por eso Occidente está intentando reaccionar, bien con la cumbre de la OTAN, bien con la Conferencia de París (22-23 de junio) para «construir un nuevo consenso para un sistema financiero». La mafia occidental pierde el control del negocio, y por eso recurre una y otra vez a sus comportamientos mafiosos de chantajes, amenazas y asesinatos. Es lo suyo. aunque hay quien, como «El Jueves», no duda en mofarse de la mafia y sus sicarios.
Es la revista satírica alemana «Titanic», de la que no habréis oído hablar pero que tuvo su momento de gloria cuando publicó una caricatura de Mahoma -era la moda- y a todo el mundo le hizo gracia. Ahora no, ahora están lloviendo palos porque rompe el dogma de que el país 404, antes conocido como Ucrania, gana. Aquí, el bufón se caga en unos pantalones llenos de armas occidentales, tal vez alemanas.
Aunque la niñata que tienen de ministra de Exteriores, la fanática y «verde» Annalena Baerbock, la ha vuelto a liar doblemente: primero, en una visita a Brasil, no tuvo empacho en criticar a la gente «porque se enfoca en el precio del arroz y de los frijoles en el supermercado y no les importan los conflictos internacionales», en referencia al país 404 (es decir, el desprecio absoluto de esta gente supuestamente «progre» por «los de abajo», de esos de los que se les llena la boca); segundo, porque esta niñata dice ahora, tras comprobar que sus maravillosas «wunderwaffen» arden mejor que las teas, que «hay que dejar de hablar de tanques alemanes porque son de Ucrania, dado que Alemania se los entregó».
Pues muy bien, los tanques que arden no son alemanes, ni occidentales, son ucranianos. Con tipas como esta no hacen falta bufones. Ya dijo una vez que no le importaba lo que pensasen sus votantes, por lo que algunos han empezado realmente a pensar, como muestra «Titanic», y en las encuestas ahora Los Verdes están en caída libre, del 25% que tenían hace un año al 14% ahora.
Por cierto, la caza sigue.