Explicación sobre el fallo de la CIJ y el por qué del ataque occidental a la UNRWA. El lince
Reconozco que me equivoqué: los jueces occidentales de la Corte Internacional de Justicia sí han votado en contra del IV Reich sionista (antes conocido como Israel). No es tan malo el sastre cuando reconoce su paño, dice un refrán.
He dedicado estos días a hacer dos cosas: leerme de cabo a rabo el fallo de la CIJ y ver qué se había dicho por ahí, llegando a la conclusión que ha sido lo de siempre, para unos nada porque al no pedir el alto el fuego se alienta la continuación del genocidio y de la limpieza étnica y para otros todo porque ha sido una victoria. Ni lo uno ni lo otro, aunque se acerca más bien a lo segundo. Porque hay cosas muy, pero que muy relevantes.
Por ejemplo, y es lo primero en lo que hay que fijarse, que la CIJ no estima que el IV Reich sionista esté ejerciendo «el derecho a la legítima defensa», como viene diciendo y han repetido como loros todos los gobiernos occidentales. Esta expresión solo aparece una vez en las 29 páginas del fallo y solo como referencia a que ha sido reclamado por el IV Reich sionista (apartado 40).
¿Por qué es relevante? Pues porque esto deja con el culo al aire a todos los psicópatas occidentales que nos gobiernan (porque nos dejamos) y sus supuestos «valores democráticos». Si se desestima la base de la pretendida defensa, se desestima todo el argumentario, por lo que hay que buscar otro. Y en ello están ahora con la UNRWA.
En términos del derecho internacional y de la IV Convención de Ginebra, el no aceptar este supuesto «derecho a la legítima defensa» significa, simple y llanamente, que se sigue considerando al IV Reich como potencia ocupante de un territorio, en este caso el palestino. Así de sencillo. Por lo tanto, el pueblo ocupado tiene el derecho a resistir, por muy reprobables que pudiesen ser sus métodos, como también dice implícitamente la CIJ al pedir la liberación de los rehenes (apartado 85).
Desde luego a Occidente le da igual, pero la cuerda se aprieta cada vez más sobre su cuello «democrático» porque no se puede sostener que Rusia ocupa territorio del país 404, antes conocido como Ucrania, y el IV Reich sionista no. Ahora hay un fallo, por muy provisional que sea, que lo reitera una vez más, con el añadido de que esta potencia ocupante es genocida. Buena etiqueta «democrática» para Occidente, por supuesto.
La CIJ da un paso más y acepta como propias las cifras del genocidio y de la limpieza étnica (apartado 46): «La Corte observa que la operación militar que lleva a cabo Israel tras el ataque del 7 de octubre de 2023 ha provocado un gran número de muertos y heridos, así como la masiva destrucción de viviendas, el desplazamiento forzoso de la gran mayoría de la población y amplios daños a la infraestructura civil. Si bien las cifras relativas a la Franja de Gaza no pueden ser verificadas de forma independiente, información reciente indica que 25.700 palestinos han muerto, más de 63.000 han resultado heridos. Según informes, más de 360.000 viviendas han sido destruidas o parcialmente dañadas y aproximadamente 1,7 millones de personas han sido desplazadas internamente (ver Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), informe del 24 de enero de 2024).»
Al decir «la Corte observa» la CIJ asume como propias estas cifras, no se limita a recoger las que mencionó Sudáfrica en su denuncia. Y lo hace porque es una oficina de la ONU la que lo hace. Como también recoge otras cifras proporcionadas por la UNRWA (apartados 49, 50 y 69), la oficina de la ONU para los refugiados palestinos creada en 1948. Y esta, y no otra, es la razón por la que ahora todos estos psicópatas occidentales que nos gobiernan (porque nos dejamos) están arremetiendo contra la UNRWA y dejando de aportar fondos: si la acusación de genocidio contra el IV Reich se acepta porque se basa en estos datos, una forma de desprestigiar el fallo es desprestigiar la fuente.
Porque esto es Occidente en estado puro: una panda de psicópatas que pisotean el derecho internacional y este fallo de la CIJ, para mi sorpresa, lo refuerza un poco más. Occidente, acostumbrado a su inviolabilidad e impunidad porque controla todas las estructuras e instituciones internacionales se encuentra ahora en su etapa final y acaba de recibir una patada en la boca de un sitio donde no se esperaba. Por eso tiene que maniobrar como lo está haciendo, agitando el fantasma del «terrorismo». Durante casi 80 años no se había detectado caso de «terrorismo» alguno en la UNRWA, aunque desde hace tiempo el IV Reich quiere quitarse de encima esta agencia de la ONU. Y ahora, de repente y tras el fallo de la CIJ, surge el coco con el que asustar incautos e ignorantes. Si queréis entreteneros, tal vez sería interesante que buscarais por ahí los muy numerosos casos de ONGs occidentales infiltradas por los servicios secretos (con el Fondo Nacional para la Democracia de EEUU, NED, como el mejor y más claro exponente). Si queréis un aperitivo, y sin ser tan explícitos, aquí tenéis el caso de las ONGs españolas «como agentes responsables en la seguridad española». O los numerosos casos de «periodistas» que son espías. ¿Quiere eso decir que todas las ONGs son sospechosas? Desde luego que no, pero no veréis a Occidente montando pollo alguno por estos casos como con la UNRWA.
Argelia ya se ha apresurado a enviar al Consejo de Seguridad de la ONU el fallo de la CIJ, y se tiene que votar. Si EEUU lo veta, y sus vasallos se abstendrán para salvar la cara cuando haya este veto y así el malo será solo EEUU, el caso pasará automáticamente a la Asamblea General de la ONU, y ahí es donde vuelve a haber capacidad de presión, aunque ahora disminuida tras este fallo. Pero se tienen que retratar, y ese retrato es el que va a ver el Sur Global y en qué consisten los «valores democráticos» occidentales.
Porque en el fallo de la CIJ hay otro hecho relevante: la mención, con nombres y apellidos, de las principales personalidades del IV Reich que han alentado el genocidio (apartado 52), citando expresamente al presidente del IV Reich sionista y varios de sus ministros. Es decir, no se habla genéricamente de tal comandante o de tal soldado, sino de las principales cabezas del Estado. Si cuando Putin visita algún país y se reúne con algún presidente se dice que tal presidente se ha reunido con «un criminal de guerra», ahora hay que decir que cuando algún psicópata occidental se reúna con alguno de estos tipos se está reuniendo con un genocida.
La CIJ no tiene manera de hacer cumplir sus sentencias. Por eso lo del alto el fuego no es tan relevante, pese a que continúe la matanza. Jurídicamente, Occidente está muy tocado, acelerando un poco más su putrefacción con lo que ahora está haciendo con la UNRWA. Todo eso lo está viendo el resto del mundo. Y hay otro resto del mundo que está decidido a acelerar el proceso de descomposición, como están haciendo los hutíes, esos heroicos luchadores en alpargatas, y algunos otros.
(Publicado en su blog personal, el 29 de enero de 2024)