Explicando un poco más la Guerra Total. Andrés Piqueras
Hemos venido haciendo uso reiterado del término GUERRA TOTAL. Como quiera que bastantes compañeros/as han preguntado por su concreto significado, y a pesar de que ya hemos hablado de ello en otras ocasiones, vamos a dar aquí una explicación más detallada.
La GUERRA TOTAL es el compendio de la Guerra Integral o Híbrida -multidimensional, multidireccional, multifactorial…-, en cuanto que guerra permanente librada a escala planetaria, contra un enemigo difuso y a menudo no declarado que puede ser cualquiera que no se subordine a los dictados de EE.UU., y a veces aun si se subordina y el Imperio puede sacar cualquier beneficio a su agresión.
[Hay que recordar que EE.UU., como líder y colofón del que ha sido Imperio Occidental durante los últimos 5 siglos -y que todavía actúa coordinadamente bajo sus órdenes-, es la única potencia con capacidad de ejercer el imperialismo mundial de forma total: cuenta con más de 1000 bases militares o puestos avanzados en todo el mundo, lo que le convierte “en la mayor amenaza intervencionista de la historia.
La Casa Blanca posee una cobertura mundial que le permite realizar un ataque efectivo, en cualquier parte del planeta, en un tiempo máximo de 30 minutos. Al mismo tiempo, puede movilizar a un pequeño ejército, hacia cualquier parte del globo, en cuestión de horas” (pg. 25 de Intervencionismo y Guerra Integral, que citaré más abajo).
Ninguna otra potencia tiene esa capacidad imperial total. No puede haber ningún otro Imperio mientras exista éste. El espectro de sus intervenciones atañe tanto a Estados como a movimientos sociales o políticos, grupos y organizaciones, guerrillas e incluso individuos cualesquiera que les puedan ser “problemáticos” o simplemente “molestos”.
Dado el control mundial de los medios de difusión de masas y formación de conciencia que (todavía) detenta el hegemón imperial, así como el dominio sobre las Instituciones Globales del Mundo Unipolar creado por el Imperio Occidental a lo largo de los siglos, puede permitirse el lujo de que sus agresiones logren hacerse pasar entre buena parte de las sociedades como intervenciones en nombre de la democracia, la ayuda humanitaria, los derechos humanos, la protección de minorías o incluso de la preservación de la naturaleza, entre otros entramados ideológicos con los que construye la Mentira Sistémica].
El nombre de Guerra Integral me parece que recoge una mejor y más completa definición que el de Guerra Híbrida, pero en cualquier caso ambos incluyen a la Guerra de IV Generación, la cual a su vez incorpora los avances que se van produciendo en la tecnología y las comunicaciones. La Guerra Integral no se despliega sólo como guerra convencional y no convencional, sino que no tiene restricción alguna, por lo que combina acciones militares estándar e irregulares, mezcladas con actos terroristas de muy variada amplitud, propaganda al más puro estilo goebbelsiano y alianzas con redes criminales de todo tipo.
Esto se explica porque el Imperio cuenta, además de con ingentes tropas regulares, con cuerpos de ejército no convencionales, paramilitares, contratistas, mercenarios y polimórficas tramas delincuenciales, para el ataque y/o el asedio, la desestabilización y todo tipo de agresiones contra quienes señale en cada momento como “enemigos” manifiestos o potenciales, en previsión estos últimos de que puedan desafiarle o serle “molestos” en el futuro [para ello USA aprobó contra cualquier principio internacional, en su “Estrategia de Seguridad” de 2002, la categoría de Defensa Anticipatoria o Guerra Preventiva].
La Guerra de IV Generación se ha hecho más y más mortífera con los aportes de la geoingeniería, el electromagnetismo, las armas de energía dirigida, geofísicas, radiológicas, genéticas…
Armas que pueden ser ora letales ora inutilizantes para personas, pero que son posibles de aplicar a sociedades o regiones enteras, capaces de provocar movimientos sísmicos, reacciones climáticas y perturbaciones a través de infrasonidos paralizantes, modificaciones del genoma, pero también, y esto es aún más aterrador, afectar al estado de ánimo y a la decisión combativa, e incluso a la cognición o a las propias ideas, “para influir en actitudes y conductas que afecten al logro de objetivos militares y políticos” (pg. 34 de op.cit.) [las explosiones masivas de buscapersonas en Líbano son una muestra muy limitada de algo ello, e indican las primeras manifestaciones de esta nueva guerra que puede marcar el inicio de una fase muy ominosa y oscura de la humanidad con la GUERRA TOTAL desatada por el hegemón imperial, que en su decadencia no está dispuesto a dejarse relevar sin Destruir, sin generar el CAOS -un caos programado del que pueda sacar provecho-].
Tenemos así que la GUERRA TOTAL adquiere dimensiones que hasta no hace mucho eran poco predecibles: la militar convencional y no convencional, la cognitiva, ideológica, mediática, cibernética, económica, agroquímica, alimentaria-hídrica, financiera, judicial, cultural, médica, satelital-estratosférica, telúrica… a la que se añade también ya cada vez más cerca la nuclear. Así pues, estamos en presencia de la GUERRA TOTAL cuando la que algunos llaman Guerra Integral pasa a ser global, planetaria, e incluye la opción de Destrucción Completa.
Es más que una Tercera Guerra Mundial, la cual de hecho ya se produjo entre el Imperio Occidental y el Bloque Soviético, durante varias décadas en buena parte del globo terráqueo. Implica, más bien, una Lucha Colectiva contra el Terror y las nuevas (y viejas) expresiones del Fascismo esparcido y potenciado crecientemente por el Imperio Occidental y el Poder Sionista Mundial -que está en los puestos de mando- [Esta no es la Tercera Guerra Mundial es una Guerra del Terror (observatoriocrisis.com).
De ahí el acierto que ha tenido Venezuela -en la línea de la Tricontinental y otras experiencias similares-, de convocar en su suelo el Primer Congreso Mundial Contra el Fascismo –El fascismo que podría venir – (hueleaazufre.com)-, que cuando las poblaciones han sido profundamente subordinadas, como es el caso en tantos lugares, puede presentarse incluso como “democrático” o ganar a través de elecciones, según evidencia el triste ejemplo de Argentina, entre bastantes otros].
Puede decirse, por ello, que el primer paso o frente de batalla de esa Guerra es el de las conciencias, la representación de lo que pasa, la suscitación de emociones, la provocación de sentimientos…
Es por eso ahí donde debemos empezar incidiendo y poniendo nuestras energías, en la batalla de las conciencias, pues el Imperio y su Poder Sionista Mundial (PSM) cuentan con la fábrica global de la Verdad, su Verdad, y el Control del Relato, para propagar la Mentira Sistémica y servirse de la Falsedad como Geoestrategia [si se quiere ahondar en los objetivos, principios, teorías y características de la Guerra Integral, recomiendo vivamente el libro que se puede bajar aquí: INTERVENCIONISMO Y GUERRA INTEGRAL (Primera aproximación teórica) por Pascualino Angiolillo y Astolfo Sangronis | EL SUDAMERICANO (wordpress.com); si bien, los autores utilizan el término sobre todo para describir y explicar la multidimensional agresión de EE.UU. a determinados países concretos].
La GUERRA TOTAL se está llevando a cabo de forma militar directa o bien por delegación o intermediarios (modalidad “proxy” en alza), en todos los escenarios planetarios, e incluye el genocidio y la eliminación de sociedades enteras, como venimos comprobando desde hace años y Palestina nos muestra hoy más allá del horror.
Es susceptible de desarrollarse en cualquier lugar y dimensión, desde los escenarios bélicos clásicos, las trincheras y fortificaciones tradicionales, a las calles y esquinas de cualquier ciudad, desde los inhóspitos desiertos a las salas de baile, las cafeterías o los hipermercados, desde los campos minados a los vagones de metro, desde los ataques bursátiles y la especulación sobre los alimentos, a las cabinas de avión o los conciertos, desde las enfermedades irradiadas a la propaganda embrutecedora… Nada ni nadie queda a salvo de ella.
Los tres puntos más calientes de la GUERRA TOTAL en estos momentos son, por supuesto, Ucrania; Palestina-Líbano(-Asia occidental y central); Mar de China [adjunto enlace sobre este último locus de guerra, que a veces pasa más desapercibido porque todavía no ha eclosionado en su fase abierta, pero que está llamado a ser, sin duda, el más terrible de todos: Están volviendo peligrosas a las aguas del Pacífico | Tricontinental: Institute for Social Research (thetricontinental.org)].
Sin embargo, otros escenarios realmente candentes son, por ejemplo, el Sahel y cada vez más Nuestraamérica, con Venezuela en el punto de mira del Imperio, como parte de su objetivo de “disciplinamiento” y cierre para sí mismo del continente en su conjunto [recientemente la Armada de Estados Unidos ha estado realizando maniobras militares en aguas chilenas como parte de la iniciativa «Southern Seas 2024»: Portaaviones nuclear de EEUU ya está en aguas chilenas en … – INFOGATE (con la colaboración del canallesco gobierno de Boric, respaldado por el partido comunista chileno, otro ejemplo, donde los haya, de entrega de los PCs al Imperio Occidental -ya dedicaremos un texto al papel de los PCs europeos-)].
El tiempo de reacción para las poblaciones del mundo se acorta aceleradamente. Movilizarse por la PAZ, contra la OTAN (como brazo armado de EE.UU. – PSM) y su estrategia del CAOS y del TERROR, no es una cuestión de opción. Deviene cada vez más, y con mayor urgencia, un asunto de vida o muerte. No digamos ya de dignidad humana.
(Publicado en Antiimperialistas, el 28 de noviembre de 2024)