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Historia de terror en Ruanda, una más

El lunes 20 de septiembre, Paul Rusesabagina, el hombre que inspiró la película Hotel Ruanda, fue condenado a 25 años de prisión en un tribunal ruandés por ocho cargos de “Terrorismo”. El juicio ha sido reprobado y calificado de fraude tanto por los gobiernos de Bélgica y de Estados Unidos, países de los que Rusesabagina tiene la nacionalidad y residencia respectivamente, como por asociaciones y organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos y de la Justicia.

A sus 67 años, superviviente de cáncer y con varias dolencias crónicas graves, sumado a las condiciones poco seguras de la cárcel de Ruanda, la familia asegura que esta sentencia equivale a una cadena perpetua o muerte.

El héroe que se convirtió en crítico

En la primavera de 1994, Paul Rusesabagina era gerente del hotel Las Mil Colinas, en Kigali, Ruanda. Cuando estalló el genocidio, escondió en su hotel a más de 1.200 personas, para salvarlas de una muerte segura a manos de las milicias Interahamwe, poniendo en riesgo su propia vida, por lo que algunos le llaman el Schindler de Ruanda. El mundo le conoce porque su historia inspiró la famosa película hollywoodiense Hotel Ruanda.

Siendo un hombre que siempre ha hecho honor a la verdad y se ha puesto del lado de las víctimas inocentes, tuvo que salir de Ruanda en 1996. Desde el principio, Rusesabagina se mostró abiertamente crítico con el nuevo régimen de Kigali, en manos del FPR con Paul Kagame a la cabeza, desenmascarando al grupo FPR1 que no solo no considera “salvador” del país, sino que considera el principal responsable del genocidio y posterior reino del terror en Ruanda y los países vecinos. En su exilio ha vivido en Bélgica, de donde tiene la nacionalidad, y actualmente vivía con su familia en Texas, Estados Unidos, donde tiene la residencia.

En 2019, como líder de una coalición de grupos de oposición en el exilio, el MRCD (Mouvement Rwandais pour le Changement Démocratique), Rusesabagina pronunció un discurso de Navidad para todos los miembros de la coalición, todo el pueblo ruandés y a todas las personas amigas de Ruanda, declarando su apoyo y pidiendo apoyo para un grupo llamado FLN (Front de Libération Nationale) y a todos los grupos de hombres y mujeres ruandeses que luchen por la justicia en el país, porque ante la situación de terror que sufre en pueblo ruandés desde 1990, “los y las jóvenes ruandesas tienen derecho a luchar por un cambio, por la paz, la democracia y el desarrollo, por cualquier medio que sea necesario”.

Estas palabras fueron interpretadas como apoyo a un grupo terrorista, ya que supuestamente, el FLN cometió varios atentados en Kigali matando a 9 personas en 2018 y 2019, aunque lo cierto es que nunca se demostró que este grupo estuviera detrás de estos atentados y todo lo que rodea a estos ataques es inconsistente, nunca se ha llevado a cabo una investigación independiente de los mismos. El discurso supuso para el régimen ruandés la excusa que estaba buscando, hacía mucho tiempo que el régimen llevaba acusando al héroe de Hotel Ruanda de “negacionista del genocidio de los tutsis”, “revisionista” y “defensor de la teoría del doble genocidio”.

El secuestro y juicio

El acusado fue atraído a la región mediante engaños. Un obispo burundés que ha reconocido que todo fue un engaño financiado por el régimen ruandés, le invitó a hablar en varias parroquias de Burundi sobre reconciliación. Le brindó un pasaje de avión, que había sido pagado secretamente con dinero del gobierno de Ruanda, desde Texas a Burundi con escala en Dubai, el 27 de agosto de 2020. En Dubai, Rusesabagina desapareció, la familia denunció el secuestro, y tres días más tarde, el 30 de agosto, apareció en Ruanda, detenido.

Esta detención, ilegal a todas luces, no ha sido tenida en cuenta por el tribunal.

Además, el proceso judicial ha incurrido en todas las típicas fallas que la “Justicia” ruandesa tiene acostumbrado al mundo: no permitir al acusado hablar con un abogado; espionaje de sus familia y abogado con el software de espionaje Pegasus; ocultación de la documentación del proceso a la defensa y evidente falsedad de los testigos presentados por la acusación, hasta el punto que los observadores de la Clooney Foundation for Justice, afirman textualmente en su informe que, por las preguntas tendenciosas a los testigos, “parecía que el propio tribunal estaba tratando de construir el caso contra el Sr. Rusesabagina”.

Durante todo el proceso, según denuncian los observadores, se ha mencionado la coalición de oposición política que preside el señor Rusesabagina, el MRCD, como inseparablemente ligada al supuesto grupo terrorista, FLN, cuando esto no se corresponde con la realidad. De las palabras del famoso discurso no se puede desprender que esta vinculación exista, de hecho, los defensores del héroe ruandés aseguran que no conocía al grupo en cuestión, que le mostró su apoyo como muestra su apoyo a todo el que luche por la libertad del pueblo ruandés. Son dos grupos que nada tiene que ver, pero el tribunal ruandés ha considerado que son prácticamente la misma cosa, para sustentar el cargo de “financiación del terrorismo”.

Desde el mes de marzo de 2021, Rusesabagina no asiste a las vistas de su propio juicio y tampoco asistió al veredicto que se emitió el 20 de septiembre, porque no esperaba otra justicia del régimen ruandés y el juicio fraudulento de principio a fin. Según un comunicado emitido por la familia, “Desde el día en que fue secuestrado, sabíamos que el veredicto sería «culpable» de algunos o todos los cargos falsos”.


(Publicado en AlMayadeen, el 21 de septiembre de 2021)


  1. Grupo rebelde tutsi, formado en Uganda que asaltó Ruanda con ataques terroristas desde 1990 hasta 1994. Principal sospechoso de ser el responsable del ataque terrorista que derribó el avión presidencia ruandés el 6 de abril de 1994, considerado el acto detonante del conocido como genocidio de Ruanda en el que murieron alrededor de un millón de personas. Desde el término de ese genocidio, el FPR ocupa el gobierno de Ruanda, con Paul Kagame a la cabeza. Es acusado en múltiples informes y autos judiciales, entre ellos el de la Audiencia Nacional Española, de 2008, de ser responsable de la muerte de millones de personas hutu y congoleñas, de pillaje, terrorismo, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, incluso en el un informe de la ONU de 2010, el Mapping Report, se dice que podría ser acusado de genocidio. En estas casi tres décadas, han sido asesinados, encarcelados y han desaparecido forzosamente multitud de personas críticas con el régimen, como el señor Rusesabagina, hasta el punto de que en un documento publicado en Wikileaks el 20 de febrero de 2013, los agentes de inteligencia de la compañía Stratfor, trabajando para el Departamento de Estado estadounidense, que se suponen aliados y protectores del FPR, los describen como asesinos “fríos de narices” [Rwandans are cold ass mofo’s], asombrados por la capacidad para organizar y llevar a cabo el asesinato de los disidentes fuera de sus fronteras, no solo en África, sino también en Europa. 

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