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Humillaciones. El lince

Estos días de ausencia se pueden resumir en una sola palabra: humillaciones. Esto es lo que ha sucedido con Occidente en todo el mundo, desde África a América Latina pasando por Asia y rematando en Rusia.

En África, Níger acaba de hacer algo inaudito: ha alojado al primer contingente de tropas rusas en el país en una de las bases que EEUU tiene aún allí y en la que hay, todavía, soldados estadounidenses. Hace un mes Níger exigió a EEUU que abandonase el país, lo que supone que tiene también que abandonar las dos bases que tiene, una de ellas la mayor de drones de todo el continente. EEUU, que no se quiere ir hasta que haya conseguido recolocar sus tropas en Costa de Marfil, se resiste a ello y acaba de recibir un empujón nigerino de la mano de Rusia.

En América Latina, Colombia ha dado el paso ético de romper relaciones diplomáticas con el IV Reich sionista (IVRS), antes conocido como Israel, lo que ha generado numerosas críticas, cómo no, en los países occidentales, como si Occidente hoy fuese algo.

En paralelo a la decisión de Colombia, Turquía, que está sintiendo el aliento de Irán como abanderado de la causa palestina en el mundo, acaba de anunciar que rompe las relaciones comerciales con el IVRS. Es la señal más significativa del resultado de las elecciones en Turquía, donde el partido de Erdogan perdió porque se desgajó del mismo la facción más islamista, que le quitó casi 3 millones de votos. La verborrea de Erdogan, al amagar y no dar al IVRS por el genocidio en Gaza fue determinante. Y la audaz reacción iraní atacando al IVRS ha enviado a Turquía al limbo entre los islamistas. Este movimiento pretende recuperar algo de imagen y de posición en el mundo islámico. Pero esto aumenta la presión sobre el IVRS y sus valedores occidentales.

En Asia, Vietnam está en pleno proceso de renovación, algunos dirán purgas, porque lo que está sucediendo en el Partido Comunista es muy importante dado que poco a poco se están deshaciendo de los pro-occidentales. El presidente vietnamita dimitió en marzo en el marco de una campaña contra la corrupción que está lanzada en el país siguiendo el modelo chino. Por supuesto que oficialmente se niega la purga, pero la realidad es que se está produciendo porque si hay que hacer caso al lenguaje que se utiliza es así cuando se lee «luchar contra lo reaccionario y lo incorrecto». Y se ha lanzado lo que puede ser la bomba final: Vietnam, hasta ahora muy reacio a incorporarse a los BRICS, ahora «lo está estudiando» y ha dicho que enviará una «delegación observadora» a la cumbre de este año.

En China, lo que ha ocurrido con la visita del Secretario de Estado de EEUU, Blinken, es insólito: no fue recibido por ningún funcionario de primer orden, sino por un simple funcionario de protocolo, no hubo la tradicional alfombra roja ni guardia militar. Tampoco cuando fue despedido después de sus tres días de visita, solo acudió al aeropuerto el embajador estadounidense en el país. Lo que se ha publicado en EEUU tiene mucho que ver con la realidad de lo que está pasando en el mundo: «menosprecio», «mezquino», «desaire», «violación de los protocolos internacionales», «China no respeta las normas diplomáticas aceptadas». Y así. Ni EEUU ni sus vasallos occidentales son lo que eran.

Los chinos son más sutiles que todo eso. Aquí está la prueba de lo ocurrido.

 

Es una comparación entre la visita de este tipo hace dos años y la de ahora. Lo importante son las flores. Entonces eran flores de loto, que simbolizan la paz y la armonía; ahora lo que ha habido ha sido crotones, una planta venenosa tanto para humanos como para animales si se come. Si alguien se hubiese tomado la molestia de leer (que es equivalente a saber algo de la cultura china) lo que significaba esta puesta en escena habría entendido cuál es el grado real de las relaciones entre China y EEUU y lo que los chinos piensan de EEUU. Porque otra de las cosas que hay que saber es el tiempo que los chinos dedican a despedir a sus invitados, mucho tiempo, saludando hasta que el invitado se pierde de vista. No ha sido así con Blinken. ¿Pilláis la idea?

Pero lo que se lleva la palma es el troleo masivo que Rusia está haciendo con Occidente al inaugurar la exposición de una parte del material militar de la OTAN capturado en el país 404, antes conocido como Ucrania. Porque no sé si sois conscientes que lo ha hecho tres días después de que EEUU aprobase la famosa ayuda de 60.000 millones de dólares.

Hay decenas de vídeos, tropecientos rusos, muchos chinos y algún occidental como este, de un sorprendente australiano y por eso os lo pongo (poned subtítulos en castellano), aunque no está completo porque falta la parte en la que se exhiben los equipos de comunicaciones de la OTAN capturados, las ametralladoras, los drones y demás.

 

En el momento que escribo esto veo que agregados militares de Egipto, Níger, Marruecos, Etiopía, Argelia y otros están visitando la exposición de equipos capturados.

El troleo es de los que hacen época y el enfurecimiento de Occidente es brutal. ¿Recordáis cuando algunos países, como Chequia o Alemania, pusieron un tanque ruso destruido para mofarse y lo tuvieron que retirar porque rápidamente se llenó de flores? ¿Observáis la diferencia con la gente?

El significado militar e ideológico es evidente: es la humillación de la OTAN. La exposición está dividida en varias zonas temáticas y va acompañada de paneles informativos sobre los países fabricantes, las características tácticas y técnicas, así como los lugares y circunstancias de la incautación de estas armas por los militares rusos. Aquí están el tanque estadounidense Abrams, el alemán Leopard-2, los vehículos de combate de infantería Marder de fabricación alemana, los vehículos de combate de infantería estadounidenses Bradley, y muchos otros.

Ni que decir tiene que esto no es más que una muestra de lo que está ocurriendo. Que Rusia está creando nuevos sistemas de armas diseñados para destruirlos a mayor velocidad porque está estudiando sus sistemas internos.

La indignación occidental por la humillación es evidente. Han invertido demasiado dinero, dijeron una y otra vez que sus «wunderwaffen», sus armas maravillosas, eran invencibles. Y aquí están, demostrando al mundo que Occidente no solo no es invencible, sino que es muy poca cosa. Por eso no dudéis que dado que entramos en un mes clave en la historia de Rusia por la celebración de la victoria contra el fascismo hace 80 años, algo tiene que hacer Occidente. Tiene que destrozar eso como sea, algo simbólico (el puente de Crimea, por ejemplo) pero efectivo para la propaganda y recuperar un poco el ánimo.

P.D.- Los universitarios de EEUU dan envidia. Desde la protesta contra la agresión a Vietnam no había habido en las universidades de EEUU una movilización semejante a la que hay ahora en solidaridad con Palestina. Hay algo revolucionario en todo ello, sobre todo en los símbolos, en las lecciones sobre «democracia», «valores democráticos» y demás que días tras día está dando Occidente y, sobre todo, «el país líder del mundo libre». La represión está en todas partes porque la bandera palestina se ha convertido en un símbolo de decencia, de lucha, de dignidad.

Por eso no se entiende la moda que está apareciendo, como en el Estado español, de difuminar la bandera palestina en la sandía. Hace mucho tiempo (1967) que los propios palestinos usaron la sandía como símbolo porque su bandera estaba prohibida y la sandía tiene los colores palestinos: negro, blanco, verde, rojo. Se volvió a utilizar durante la segunda intifada de 2007 y ha vuelto en 2021 tras una nueva prohibición del IVRS . Muchos politiquillos de Sumar y otros que van de «progres» llevan la dichosa sandía porque no se atreven a llevar la bandera palestina. Se solidarizan, pero poco. De forma difuminada. Y esa tendencia está llegando ahora a las movilizaciones.

Hay por ahí algo que se denomina «Iniciativa por Palestina» que lleva como emblema la sandía. No se puede ser más imbécil. Imagino a los universitarios de EEUU con la sandía. No les hubiesen hecho ni puñetero caso. Pero la bandera es rupturista, combativa, definitiva. Y la llevan, la reivindican y la defienden. Como tiene que ser. No se tiene por qué ocultar. Ni aunque se sea «moderno» (que es igual a ignorante). Solo hay que escuchar a los palestinos, porque a este ritmo, si se oculta la bandera, habrá que ocultar palabras como apartheid, ocupación, asesinato, genocidio…

Leed a los propios palestinos, que nos enseñan mucho.

Nosotros enseñamos vida, señor – Rafeef Ziadah

No menciones las palabras
“apartheid”
y “ocupación”.
Esto no es político.
Me tienes que ayudar
como reportera
a ayudarte a contar tu historia,
que no es un reportaje político.
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.
¿Y qué tal si me das un reportaje
sobre una mujer en Gaza que necesita medicinas?
¿Qué tal acerca de ti?
¿Tienes suficientes huesos rotos en las extremidades
como para cubrir el sol?
Pásame tus muertos y dame una lista
de sus nombres
en un total de mil doscientas palabras.
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada
que tenía que caber en un audio digital y palabras limitadas
y conmover a quienes
son insensibles a la sangre
terrorista.
Pero ellos sintieron pena. Sintieron pena por el ganado en Gaza.
Así que les di
resoluciones de la ONU
y estadísticas
y condenamos
y deploramos
y rechazamos.
Y no son iguales
ocupadores y ocupados.
Y cien muertos, doscientos muertos, y mil muertos.
Y entre eso,
entre crimen de guerra y masacre,
ventilé las palabras y sonreí,
-no exótica-
-no terrorista-
Y cuento:
Cuento cien muertos, doscientos muertos, mil muertos.
¿Hay alguien ahí?
¿Escuchará alguien?
Quisiera poder llorar sobre sus cadáveres. Quisiera simplemente
correr descalza
por cada campo de refugiados
y abrazar a cada niño;
cubrir sus oídos
para que no escuchen el sonido
de las bombas
por el resto de sus vidas,
como yo lo escucho…
Hoy, mi cuerpo fue una masacre televisada.
Y déjame decirte:
No hay nada que tus resoluciones de la ONU
hayan hecho en absoluto sobre esto.
Y no hay un audio digital,
-ningún audio digital que se me ocurra,
y no importa cuán bueno sea mi inglés-
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
no hay audio digital
que los devuelva a la vida.
No hay audio digital que arregle esto.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros enseñamos vida, señor.
Nosotros
los palestinos
nos levantamos
cada mañana
para enseñar
al resto del mundo
vida
señor.

 

(Publicado en el blog del autor, el 3 de mayo de 2024)

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