La comedia del arte. El lince
En el siglo XVI, en pleno Renacimiento, una nueva manera de hacer teatro nació en Italia y se extendió por toda Europa. Se basaba en el humor y la improvisación y sus actores realizaban las representaciones en plazas y mercados. Este género, un antecedente del teatro actual, se bautizó con el nombre de Commedia dell’Arte. Estamos en el siglo XXI y salvo que ahora no hay humor, sino tragedia, a lo que asistimos es a lo mismo: improvisación.
Improvisa el zombi europeo, improvisa EEUU, improvisa el país 404, antes conocido como Ucrania. El único que no improvisa es Rusia. Pero los primeros salen a las plazas y a los mercados a representar un papel que reproducen hasta la nausea los del estercolero mediático. Lo del alto el fuego de 30 días es una de las mejores representaciones que se pueden ver hoy día, seguido, claro está, por las amenazas del matón de barrio si no se implementa. Lo curioso del caso es que nadie, o muy poca gente, lee la parte del guion que ha escrito Rusia y sin el cual no hay arte, sino comedia. Y ni siquiera eso.
A día de hoy es un secreto lo que hablasen Putin y el enviado de Trump. Ni siquiera el lenguaraz estadounidense ha sido capaz de hablar en esta ocasión y no ha habido la habitual representación teatral. Por lo tanto, los del estercolero mediático no tienen otra cosa que hacer que repetir números anteriores. Ya no hay improvisación. Un estercolero que primero mostró toda su bilis contra Trump por la «traición» y que ha pasado, como de la noche a la mañana, a alabar al traidor por lo de los 30 días y las amenazas a Rusia. Y mientras, los psicópatas habituales, sentados en la primera fila para ver la representación de la comedia del arte dicen, en ese esperpento que es el Parlamento Europeo, que EEUU «ha hecho la paz con Rusia».
Como en la comedia del arte, lo que prima es la fantasía, aún sabiendo que en el zombi no la hay. Ni eso ni peso específico en el mundo de hoy, donde el zombi europeo es irrelevante. Todo el mundo sabe que pese a las representaciones, serán Rusia y EEUU quienes decidan cómo termina el espectáculo, sin que el zombi tenga otra opción que aplaudir o irse a casa decepcionado.
Por ejemplo, cuando el matón de barrio y jefe de la mafia amenaza con “sanciones financieramente devastadoras para la economía rusa” hay que recordar que esto no tiene mucha relevancia. En primer lugar, porque el miércoles, 12 de marzo, expiraron las exenciones que Biden otorgó para que los europeos pudiesen pagar el petróleo y el gas ruso. Esos pagos se hacen en bancos rusos que, a su vez, estaban exentos de las sanciones SWIFT. O sea, que quien hace la ley (eso de «orden basado en reglas») hace la trampa. EEUU la hizo durante tres años.
Desde luego que no tengo ni idea si Trump las ha mantenido o no, pero deduzco que es a lo que se refiere con eso de «sanciones financieramente devastadoras». Si no se prorrogan el precio del petróleo subirá, y eso beneficia claramente a Rusia aunque durante un tiempo, como pasó al principio de todo el follón (de marzo a octubre de 2022, más o menos), pueda tener algún problema para colocar sus productos. La diferencia entre entonces y ahora es que ahora ya hay canales alternativos, por lo que ni sería tanto tiempo ni tan gravoso. Y supongo que no hace falta explicar de nuevo quién ha sufrido más con todo ello, y no ha sido Rusia.
Hoy se han dicho dos cosas que indican el nivel en que está Europa: Gran Bretaña ha entrado en recesión oficialmente (-0’1% de crecimiento) y Alemania no saldrá del estancamiento en que está al menos en tres años. Esto va para quienes justifican el gasto armamentístico. Si esto es así, ya me diréis cómo se financian esos 800.000 millones de euros del despropósito.
Pero como hablo de la comedia del arte, hay una parte del guión que es desconocida. Si bien se desconoce lo que pasó en la reunión entre Putin y el enviado de Trump (y los rusos lo dirán a su debido tiempo), sí se conoce lo que dijo Putin ese mismo día de la reunión. Textual:
“Estamos de acuerdo con la propuesta de poner fin a las hostilidades, pero asumimos que el cese debe conducir a una paz duradera y debe eliminar las causas primarias de esta crisis.
Entendemos que sería ventajoso para Ucrania conseguir una tregua de al menos 30 días y estamos de acuerdo con ello, pero hay matices.
¿Cual? En primer lugar, ¿qué hacemos en la región de Kursk? Si dejamos de luchar, ¿eso significa que todos los soldados ucranianos que están atrapados allí tendrán que irse sin luchar? ¿Deberíamos dejarlos salir después de que cometieron crímenes atroces masivos contra la población civil rusa? ¿O el mando ucraniano les dará la orden de deponer las armas? ¿Es decir, entregarse como prisioneros?
Sólo tendrán dos opciones: rendirse o morir. En la propuesta presentada esto no queda claro.
Entonces: ¿cómo se resolverán los demás problemas a lo largo de toda la línea de contacto, que tiene casi 2.000 kilómetros? Allí, los soldados rusos están atacando a lo largo de toda la línea y se están creando las condiciones para rodear y bloquear a otros grupos bastante grandes de soldados ucranianos.
¿Y cómo se utilizará esta tregua durante los 30 días?
¿Continuará la movilización forzada en Ucrania? ¿Continuarán los suministros de armas a Ucrania? ¿Seguirá Ucrania entrenando a los soldados movilizados? ¿O todo esto nunca sucederá?
Surge entonces una pregunta: ¿cómo se resolverá la cuestión del control, de la verificación? ¿Quién y cómo nos garantizará que todo esto no sucederá? ¿Cómo se organizará la inspección?
Espero que la gente sensata entienda todo esto, es un asunto muy serio. ¿Quién dará las órdenes para detener la lucha? ¿Y cuál será el precio de estos pedidos?
Pero ¿se imaginan, en una línea de casi 2.000 kilómetros, quién y cómo establecerá quién y cómo ha roto los acuerdos de tregua? Y entonces ¿quién culpará a quién?
Usted entiende que aquí hay algunos problemas grandes y serios que necesitan ser abordados y estudiados en detalle por ambas partes, incluso podríamos discutirlos con el presidente Trump. La idea misma de poner fin al conflicto por medios pacíficos es correcta y la apoyamos”.
Es una pista clara de por dónde va a ir la representación, y no es por donde quiere Occidente. Putin está diciendo que se va a discutir, a empezar a discutir, claro que sí, pero un alto el fuego no puede ser inmediato porque sólo daría al país 404 y a la OTAN la oportunidad de reconstruir una capacidad militar que hoy ya no tiene. Es decir, Rusia no es tonta y sabe que con los famosos 30 días no se soluciona nada y lo más importante, no gana nada.
Todo a lo que estamos asistiendo es a una representación, con extras como el Secretario General de la OTAN saliendo vestido de perro faldero -un papel que le viene que ni pintado- diciendo que no quiere enfrentarse a Trump por Groenlandia. Y una de las actrices principales, la condesa de la UE, tan locuaz en otras ocasiones en plazas y mercados, ahora tiene un papel de muda.
El zombi conocido como Unión Europea está perdido, lo que pasa cuando no se tiene cerebro. Da por hecho que Rusia no quiere llegar a ningún acuerdo y cuando se dice que no es así, que tal vez pero que no como dicen los psicópatas, entran en otro estado de locura. No solo lo temen, sino que temen a Trump, al fortalecimiento de su posición porque ya ha demostrado que para él, lo único interesante es un zombi aún mucho más sumiso que tiene que estar agradecido a EEUU y pagar por ello.
La representación de la comedia del arte es gratis. Acudid a ella si queréis, pero lo interesante es ir cuando se conozca la otra parte del guión. Trump ya lo ha hecho y ha escrito esto: «Ayer mantuvimos conversaciones muy fructíferas con el presidente ruso, Vladímir Putin, y es muy probable que esta terrible y sangrienta guerra finalmente termine. Pero ahora mismo, miles de soldados ucranianos están completamente rodeados por el ejército ruso y se encuentran en una posición muy difícil y vulnerable. Le pedí encarecidamente al presidente Putin que les perdonara la vida. Esto sería una masacre terrible, como no se ha visto desde la Segunda Guerra Mundial. ¡Que Dios los bendiga! «.
Recordad lo que había dicho Putin sobre esto: «Sólo tendrán dos opciones: rendirse o morir».
El llamado y el reconocimiento de Trump de la realidad en Kursk no tiene precedentes y es el reconocimiento más claro de cómo está la situación y el lugar del país 404, así como los subterfugios de la tregua de los 30 días.
La comedia del arte está reconociendo la tragedia.
(Publicado en el blog del autor, el 14 de marzo de 2025)