Lo erróneo es pensar en la decencia… El lince
Lo erróneo es pensar en la decencia…
…del muy «democrático» Occidente y sus valores. Ayer la condesa de la UE metió la pata, pero bien metida, reconociendo lo que es evidente: más de 100.000 soldados ucranianos muertos.
¿Y entonces? Pues alguien ha debido considerar que el reconocer esa cifra pone patas arriba toda la propaganda con que los sospechosos habituales nos vienen machacando desde finales de febrero, eso de que Ucrania gana, y a las dos horas se rectificó, se censuró el vídeo donde lo decía -eliminando las cifras y manteniendo todo el resto del discurso- y se argumenta que ello no ha sido más que un error: «Muchas gracias a quienes señalaron la inexactitud de las cifras en una versión anterior de este video. La estimación utilizada, de fuentes externas, debería haberse referido a bajas, es decir, tanto muertos como heridos, y estaba destinado a mostrar la brutalidad de Rusia». Es lo que dice esta tipa, la portavoz oficial de la condesa.
Este es el vídeo que alguien ha recuperado antes de ser censurado en ese aspecto. Ni que decir tiene que ningún medio de propaganda de los sospechosos habituales lo menciona, entretenidos como están con China y las manifestaciones. Ya se sabe, la libertad de expresión y eso.
A mediados de este mes de noviembre, uno de los pocos generales estadounidenses con un poco de cerebro dijo que tras la retirada rusa de Jersón «es el momento de negociar, porque de lo contrario arrojaremos otras 100.000 vidas al abismo«. Dijo otras, luego se da por hecho que esas cifras ya existen, y es lo que reconoció la condesa.
Esta es una cifra que se viene considerando muy conservadora, puesto que las estimaciones están muy cerca de las 400.000 bajas, incluyendo muertos, heridos, desaparecidos, desertores y prisioneros. Al menos es lo que dicen las páginas militares, incluso españolas, pues se estima que en las guerras de hoy el número de heridos es de 3 por cada muerto, debido a un mejor equipamiento. Tomando como ejemplo la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, en 1999, la proporción de heridos fue de 5 por cada muerto.
Si hay que hacer caso a los rusos, y pareciese que la condesa del zombi europeo lo estaba haciendo al dar esos datos, el número de soldados muertos ucranianos supera los 135.000.
Pero no, dicen que lo que dijo se debió a «inexactitud de las cifras». Ya. Nunca ha habido el mismo discurso sobre los supuestos muertos rusos, que según el país 404 estaría cerca de los 80.000, a todas luces una cifra desquiciada y en la misma esquizofrénica campaña de que Ucrania gana y Rusia pierde.
Desde el comienzo de todo, y no ha sido este 2022, sino el 2014, en Ucrania hay un «comité de madres» que pide información sobre el paradero de sus familiares sin que el gobierno se haya dignado en contestar. Se considera que se hace el juego a los rusos, que «amenaza la seguridad del Estado» y varias de sus integrantes han sido detenidas y/o investigadas por el servicio secreto neonazi.
Pero ya se sabe, para el Occidente colectivo hay que apoyar la libertad ante todo. Especialmente, la de los neonazis ucranianos.
La condesa metió la pata porque estaba enfebrecida al anunciar los planes del zombi para robar definitivamente los 300.000 millones de euros «retenidos» en febrero y que serían utilizados «para reconstruir Ucrania». Ni que decir tiene que eso no es legal, según el derecho internacional, aunque a Occidente ese derecho internacional le importa una mierda como lo demuestra su insistencia en el «orden basado en reglas» del que habla desde 2008, aunque con más insistencia desde 2014. Para «legitimar» este robo, Occidente dice que va a crear una especie de corte internacional de justicia.
Porque, legalmente, y volviendo al derecho internacional -ya os dije que mi especialidad académica es el Derecho Internacional Público-, solo se puede actuar de esta forma si hay una declaración formal de guerra. La Convención de La Haya es muy explícita al respecto. Por eso, en el lenguaje «democrático» occidental, no se roban las reservas rusas sino que, simplemente, se confiscan para usarlas.
La gran pregunta es cómo responderá Rusia ante esto y si va a devolver la moneda puesto que también tiene valores y cuentas europeas congeladas.
Y luego se asombran en Occidente de que nadie les siga con el tema de anatematizar a Rusia y del cada vez mayor rechazo a las monedas occidentales, como tuvo que reconocer el FMI en agosto. No es que el jardín occidental se aparte de la jungla, es al revés: la considerada jungla es la que tiene claro que el autodenominado jardín occidental es, en realidad, la jungla.
(Publicado en el blog del autor, el 1 de diciembre de 2022)