Meses de vértigo (II)
(Continuación de «Meses de vértigo (I)«)
Nota: Repito conceptos y vocablos utilizados por varios autores en el trabajo colectivo La dictadura del Algoritmo. Mencionaré todos sus nombres en otro artículo en el que analizaré su trabajo. Estoy seguro de que cuento con su permiso.
Ritmo y saturación de informaciones y de medios audiovisuales. Falsificación y manipulaciones que crean “matrices de opinión” y “fuertes contenidos emocionales”. Todo ello está siempre presente y es vital para el éxito de la guerra informativa. Se trata de mantener a ese pequeño rebaño de homofílicos dentro de ese espejo que presenta sus imágenes embellecidas. Los egos son tan estúpidos como ignorantes. Son los tontos de la película. Pero cobran prebendas suculentas de los EEUU y se las disputan como chacales. Manejan las armas que les ordenan, son mercenarios. Todos son sustituidos cuando no le sirven al amo: otra cara maquillada, otro tipejo lleno de violencia disimulada y de cinismo. Otro producto corrompido del mercado político.
La tecnología de las redes sociales facilita la multiplicación de los focos poco o nada informativos, la selección y graduación de los mensajes y sus contenidos según los receptores. Permite la multiplicación de los repetidores creando cajas de ecos. La tecnología de las redes sociales y la información proporcionada por los usuarios permiten distribuir las noticias más triviales o las más densas en rencor y violencia. El globo crece pero se deshace fácilmente. No es una máquina. Es un programa minuciosamente elaborado. Es un Algoritmo.
Son los usuarios los que proporcionan sus datos personales. Curiosamente es Cuba quién ha proporcionado la infraestructura necesaria de las comunicaciones en redes para garantizar un servicio más a su población. Le han rebotado cuchillos. Con ella ese pequeño rebaño de traidores deforma la realidad de su país y la pone en las manos del enemigo histórico permanente.
La tecnología no solo permite fijar el ritmo hasta la saturación, o la variación de mensajes, medios y polos informativos, sino también la selección de los receptores, la desinformación gradual y la creación progresiva y escalonada de “matrices de opinión”. La tecnología de las redes sociales Facebook, WatsApp, y otras, permite también y facilita el ataque sistemático a líderes políticos, sociales y del partido así como a instituciones estatales a todos los niveles, centros sociales, hospitales, guarderías, supermercados, centros de salud y, si hace falta, escuelas infantiles o CDR,s. En Cuba, los mercenarios han actuado, por el momento, con la ferocidad relativa y la autodisciplina impuesta en sus pequeñas organizaciones criminales, dentro de las exigencias y precisiones de actuación que les han fijado sus contratistas y mediadores.
Han contado con los factores de éxito propagandístico que les han fijado los manuales de la CIA y de las FFAA de los EEUU. No ha llegado la hora de las bombas y de los asesinatos como sí lo ha hecho en Venezuela.
El saqueo es parte de la tecnología del terror en una situación de crisis económica profunda (que comparte Cuba con los países de todo el mundo), avivada por el bloqueo, embargo y saqueo total de recursos, activos y reservas realizado por los EEUU e irradiado por prácticas y normas extraterritoriales. También por la situación de crisis sanitaria profunda y, en ocasiones, próxima al colapso en algunas provincias de Cuba. Ha sido alimentada por las absolutas restricciones monetarias causadas por el bloqueo financiero y el saqueo de divisas.
La estrategia del terror y la política del genocidio
Las leyes Torricelli, Helms Burton y los 243 ajustes de Trump han trabajado en el terreno objetivo de la pandemia. No obstante, tenemos que mirar en varias direcciones para saber lo que pasa entre Cuba y los EEUU con los principales socios económicos, políticos y militares de este país.
En EEUU, Cuba es leída como “Cuba-Venezuela” y también como “Cuba-Venezuela, América Latina” y sus aliados globales”, es decir: Rusia, China, Irak, Siria, Irán, Ucrania, sin olvidar al Yemen y a otros países que han desestabilizado siguiendo la Doctrina de la Seguridad Nacional de los Estados Unidos. En realidad son varios los ejes estratégicos vitales para Washington. En todos suenan clarines de derrota para el imperio.
El ritmo demencial e indigerible es parte substancial del propio proceso de desinformación. Es la cortina de humo. También lo es la saturación.
Nuestra reacción revolucionaria tiene que ser rápida y, al mismo tiempo, serena. Debe tener en cuenta los factores esenciales que se ocultan o se manipulan, el discurso enteramente falso y los objetivos claros del imperio, evidentes pero cubiertos por esa alfombra de niebla que origina una organización tan densa de la mentira.
Los EEUU tratan de encubrir el fracaso imperial en América Latina, fundamentalmente en la propia Cuba, Venezuela, Perú, Colombia, Bolivia y tras ellas…
Cuba ha sufrido los ataques más despiadados de EEUU durante un proceso revolucionario de cerca de 63 años. Cuba, con fortaleza, ha contribuido a la lucha continental y ha servido de ejemplo a todos los países de América Latina. Cuba ha dicho no a los Estados Unidos tantas veces como ha sido necesario, con las armas con las que le ha sido posible, en defensa de su revolución y de su “carácter socialista” que pronunció Fidel y aclamó su pueblo unas horas antes de la invasión en Playa Girón.
Cuba no es cualquier país
“Cuba no es cualquier país” ha dicho, con razón, el Presidente de la República y Primer Secretario del PCC, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en su intervención en conexión directa con su pueblo desde la radio y TV cubanas el pasado día 11 de julio. Cuba es el ejemplo. Contra ese ejemplo no valen frenos. Por eso Biden ha activado todos los recursos que habían puesto en marcha todos los presidentes anteriores, desde Eisenhower hasta Trump. En circunstancias como éstas, toda la solidaridad internacional es necesaria. La desidia, el silencio, el colocarse de espaldas, el dar como inevitable el genocidio que se está realizando contra Cuba y Venezuela, y que se está planificando contra muchos pueblos del mundo Iberoamericano y de los pueblos originarios es un acto de barbarie, de complicidad con el genocidio. Un crimen de lesa humanidad que cínicamente se califica como “intervención humanitaria».
En circunstancias como estas, toda la solidaridad internacional es necesaria… no dar como inevitable el genocidio que se está realizando…
Díaz Canel
Díaz-Canel después de explicar detalladamente a sus compatriotas y a todo el mundo la situación de Cuba, sus enormes problemas y, sobre todo, las primeras causas de los mismos, la política imperialista de los EEUU, las ha definido como explosivas en su concurrencia y las ha definido:
Primera: La guerra económica. El bloqueo económico completo que niega alimentos y recursos de todo tipo así como el saqueo o despojo de cuentas bancarias y activos de cualquier clase desde las materias primas hasta el oro, pasando por los insumos industriales. Se realizan con una legislación extraterritorial que humilla a todos los estados que se someten, a sus pueblos a los que se les niega la verdad y su naturaleza genocida.
Las ha dejado pasar, con un regusto de victoria el Presidente Biden, discípulo tramposo de Barack Obama. Todas ellas constituyen una práctica genocida que, calificadas como crímenes de guerra rompen todas las normas del derecho internacional. Genocidio sobre genocidio.
Segunda: la guerra psicológica que es utilizada por los EEUU como una pedagogía perversa de la comunicación, como coacción y como sufrimiento sobre el pueblo cubano y chantaje contra la revolución. Los revolucionarios, tienen la necesidad de trabajar en este campo por el pueblo, su soberanía y la revolución que les ha dado soberanía y les ha marcado un camino de dignidad. Deben recuperar la historia de Cuba y devolvérsela a su pueblo.
Un inicio del análisis del tema de la guerra psicológica ha sido reproducido por el grupo de revolucionarios que han estudiado el fenómeno de la comunicación y como en este campo los EEUU han utilizado para su guerra comunicacional los mismos recursos que Cuba ha puesto al servicio de sus ciudadanos.
El vídeo que tiene el título de “La dictadura del Algoritmo” ha sido publicado en varias lenguas y aquí en España por Cubainformación. El link de este estudio está señalado aquí.
No sobra decir que ante esta guerra psicológica, la Revolución ha tenido pocos recursos, ya que Cuba ha priorizado la solución a la guerra económica (con algunos errores, sin duda) y a la lucha contra la pandemia. El Gobierno revolucionario ha tenido pocos recursos ya que le ha dado prioridad al sistema de vacunación… cuyos insumos han sido bloqueados sistemáticamente.
Ante la guerra psicológica
Esto ha colocado a la población en situación extrema de sufrimiento. No puede olvidarse, sin embargo, que esta Cuba que se ha regido por los principios de la solidaridad, la igualdad, la paz y el socialismo ha creado la primera vacuna en el continente aunque su fabricación y distribución se ha hecho muy lenta por el bloqueo criminal de insumos la coacción y el bloqueo.
Es la triple coincidencia, crisis económica profunda la que ha creado el momento de ataque del imperio.
Tercero: la Crisis sanitaria del Covid-19 (Coronavirus) que ha hecho colapsar, en algunas provincias, el sistema de salud de Cuba, ha retrasado el programa de vacunación y ha colocado en posición muy difícil a su población. Es obligado señalar que Cuba ha logrado, con muchos esfuerzos, poner en marcha un sistema de asistencia familiar que ha tenido buenos resultados.
Ante esta situación la solidaridad internacional debe salvar a la solidaria Cuba. La respuesta ya está en macha. Varios envíos de material sanitario ya se han hecho desde Rusia, Méjico, Argentina, Venezuela, Italia y los Comités de solidaridad y otras organizaciones en el estado español.
Cuba resiste.