No hay límite para la mierda. El lince
Me voy unos días y resulta que la libertad y la democracia europeas están amenazadas. Ni más, ni menos. Es lo que han dicho la condesa no descalza en nombre de la UE y el perrito faldero de EEUU, o sea, el secretario de la OTAN, por el tema de los migrantes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Normal, hay que defenderse con sanciones y si es necesario con bombardeos humanitarios dado que el malvado Lukashenko los utiliza como armas impropias (guerra híbrida han dicho).
La condesa no descalza y el perrito faldero -lo que son las cosas- acusan a Bielorrusia por no hacer gratis lo que está haciendo Turquía, a quien pagan. O sea, Turquía está recibiendo miles de millones de euros (3.000 millones al año) de la muy democrática Unión Europea por contener a los inmigrantes en su territorio pero Bielorrusia lo tiene que hacer gratis. El amigo lo hace recibiendo dinero, el enemigo lo tiene que hacer gratis. Pero el primero es bueno y el segundo, malo. No hay límite para la mierda en Europa.
En Turquía se rechaza y encarcela a los migrantes, lo mismo que en la también muy democrática Grecia, para salvaguardar a la rica Europa, pero en la perversa y dictatorial Bielorrusia no. Inaceptable. No hay límite para la mierda en Europa.
Bielorrusia es culpable por no coloborar con la agencia europea Frontex, esa organización (buscad por ahí, igual os sorprende saber que está acusada de crímenes contra la humanidad por la propia ONU) que entrega a los inmigrantes a los asesinos de los campos de concentración de Libia (ese fantástico y liberado país de la horrible dictadura de Gadafi gracias a Occidente y sus valores). No hay límite para la mierda en Europa.
Y los hasta ayer fascistas polacos (¿recordáis toda la parafernalia «democrática» europea contra los jueces polacos, el «estado de derecho» y eso?) protegiendo las fronteras de Europa. ¿A que es fantástico? En nombre de la democracia, eso sí. No hay límite para la mierda en Europa.
A ver, pregunta: ¿en qué ciudad tiene su sede el Frontex? Os facilito la respuesta: Varsovia. Una organización con más de 10.000 guardias fronterizos armados, criticada incluso por la ONU por su política con los inmigrantes, especialmente las deportaciones, y con un presupuesto de 5.600 millones de euros hasta el 2027. Una organización que ha construido 1.000 kilómetros de muros y vallas fronterizas. ¿El muro de Berlín? Una mota de polvo comparado con los muros que ahora asientan y protegen los valores de la muy democrática Europa. La migración es desde hace mucho en Europa símbolo de inseguridad y de amenaza. Hay universidades europeas colaborando con el Frontex en levantamientos cartográficos y topográficos de las fronteras para facilitar el control y el rechazo. Y eso está haciendo crecer el fascismo. No hay límite para la mierda en Europa.
La Unión Europea ha acusado a Bielorrusia de «patrocinar la migración como herramienta política para desestabilizar la UE y sus estados miembros». ¡Rayos y truenos, lo mismito que hizo la UE con Juanita Calamidad y sus seguidores para desestabilizar Bielorrusia y quitarse de encima al viejo Lukashenko! Pero claro, entonces se hizo en nombre de la democracia y ahora la democracia está amenazada. No hay límite para la mierda en Europa.
(Publicado en el blog del autor, El territorio del lince, el 11 de noviembre de 2021)