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Operación Moncloa (1)

Así es como los servicios de inteligencia británicos, o sea, los espías de su graciosa majestad, han nombrado a sus operaciones en Gran Bretaña y Europa, especialmente en el estado canalla (más conocido como España), Grecia y Alemania, para difamar tanto a la oposición británica (Jeremy Corbyn) como para establecer una campaña anti-rusa en Europa.

Un vistazo a los documentos, revelados esta semana por los piratas informáticos de Anonymus, es tan esclarecedor que deja a muy poca gente libre de sospecha. Me refiero, claro está, a los defensores del sistema en estos tres países -e, incluso, un poco más allá- y expurgando se encuentra uno con jugosos documentos como la financiación por parte de estos servicios de inteligencia de iniciativas de centros de estudios con pretensiones oenegísticas. Pero eso, a su debido tiempo. Ahora lo interesante es comenzar con cómo estas operaciones sirvieron para alimentar campañas contra Rusia. Ejemplo:

Fue durante el referéndum de Cataluyna sobre la independencia y este informe, de 20 páginas, como veis, sirvió como referente para que uno de los medios de propaganda más babosos -y cuna de muchos «progres»- como «El País» se sirviese de él y siguiese a pie juntillas todo lo que en él se especifica. Los elogios a «El País» son constantes, mientras que hay críticas a otros medios de propaganda porque no siguieron el informe como la continuidad necesaria para que calase en la opinión pública.

El espionaje británico tiene una justificación para expresar su descontento: «una parte significativa del establecimiento español se complace en que Rusia respalde oficialmente la integridad de España y no confía en los informes de que Rusia apoyó en secreto una campaña de información a favor de la separación de Catalunya (…) Además, una parte significativa percibe a Rusia como socio y no como estado hostil», por lo que hay que redoblar las campañas como, por ejemplo, el tema de los gays dado que «España es una de las sociedades más permisivas» y eso puede hacer mella en ese sentimiento si no pro-ruso al menos no anti-ruso.

Es muy significativo, además, que se viertan acusaciones contra Julian Assange y WikiLeaks -desde hace seis años asilado en la embajada de Ecuador en Londres y ahora amenazado de entrega a EEUU por el gobierno «progre» de Moreno- por la decidida posición que adoptaron ambos de apoyo a las reivindicaciones independentistas del pueblo catalán. De hecho, como ya os dije en su momento, Assange recopiló cientos de vídeos de la represión policial que se difundieron en todo el mundo.

En este informe hay un tema transversal con el de Grecia: Kosovo. Los dos países se niegan a reconocer a Kosovo como estado independiente por las mismas razones: Grecia, porque puede sentar un precedente para el reconocimiento de la República Turca del Norte de Chipre; España porque puede suponer un reconocimiento de la independencia de Catalunya (y ahora Europa está presionando para que lo haga con cosas como el Comité Olímpico, por ejemplo). La inteligencia británica reconoce que esto es un asunto espinoso porque «no todos los europeos están dispuestos a reconocer la posición de la UE y la OTAN sobre Kosovo», lo que aprovecha Rusia para poner énfasis en que equivaldría a Crimea, pero, dicen «Kosovo es un caso especial que no se aplica a la cuestión de Crimea ni a ninguna otra parte». Dicen lo que tienen que decir, mienten como tienen que mentir, pero Kosovo sí es un referente incluso jurídico de separación. También os lo comenté aquí.

El informe de la inteligencia británica reconoce que «tal vez Rusia no esté interesada en la independencia de Cataluña» aunque da cuatro argumentos para lo contrario (pág. 19) entre ellos el tener una Europa dividida y el que la independencia catalana serviría como acicate poderoso «para movimientos similares en países clave como Italia o Alemania».

Tal vez lo más curioso, por aquello del tema que toca (esto es otro documento), es la preocupación de la inteligencia británica por cómo se ha cubierto en el Estado español la guerra de Siria y, sobre todo, el hecho de que «Putin aparezca como el salvador de las comunidades cristianas de Siria» gracias, dicen, a materiales distribuidos por la embajada rusa y enumera varias maneras de luchar contra esta información que, se mire como se mire, es tan cierta como que hay noche y que hay día. Aunque tal vez habría que indicar que quienes primero protegieron a los cristianos sirios fueron los milicianos de Hizbulá cuando los rusos ni siquiera estaban en Siria.

En fin, habrá más entregas porque hay varios documentos de este tipo pero como todo informe que se precie tiene unas conclusiones. «Pensando en el futuro», dice la inteligencia británica, y considera evidente que «Cataluña ya forma parte de la gran narrativa de Rusia sobre Occidente», que hay que estar muy atentos a un sector empresarial que quiere hacer negocios con Rusia y que podría hacer de lobby pro-ruso y que no hay que perder de vista otros factores como Rusia Today «en su mayor parte orientada a las audiencias latinoamericanas». La última frase es esclarecedora: «las espadas están en alto y el resultado de la batalla es incierto» (sic).

 

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