Palabras que amarran y desamarran
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Al Teniente coronel Pedro Baños, probable nuevo Director General de Seguridad en el Gobierno de Pedro Sánchez, le han pedido cuentas en el periódico atlantista, e injerencista al máximo nivel, El País. Este es, sin duda, un dato muy revelador de la calidad moral y política del personaje.
El “periódico globalizado en español” señala datos ciertos como pruebas de una acusación en toda regla, casi como pruebas de traición. Es una estrategia muy usada por medios basura -encubiertos como “progresistas”-, como El País.
Los lectores más jóvenes tienen que saber que el periódico de Prisa, de Polanco, y de sus variados directores desde José Luís Cebrián hasta Antonio Caño, y la casi totalidad de los corresponsales más destacados, ha acompañado con aplausos y justificaciones muy variadas (y a paso de marine), todas las intervenciones exteriores de los Estados Unidos a uno y otro lado del Atlántico, y a uno y otro lado del Mediterráneo, del Golfo Pérsico y de otros mares del mundo.
El País siguió también las directrices de Washington para señalar cuáles eran los nuevos países de todos los ejes del Mal posibles en el planeta: desde Yugoslavia hasta Siria y Argelia; desde Cuba hasta Venezuela, pasando por Honduras y Paraguay; desde Rusia a China.
El País ha sido y es uno de los miembros organizadores de la Falsimedia en castellano, es decir: la estructura orgánica y funcional de manipulación de la información, dirigida desde el Pentágono, la Secretaría de Estado y sus complementos y sustitutos, desde la USAID a la CIA.
De modo que, Pedro Baños ha cruzado la “línea roja” y pocos como él deben saberlo. Dice El País:
“Baños es un frecuente colaborador del canal del Gobierno ruso en español RT y de su agencia hermana Sputnik, que han negado la campaña de desinformación rusa en la crisis catalana confirmada por los servicios de inteligencia españoles, alemanes y estadounidenses.”
La línea “informativa” es clara. Los servicios de información de la OTAN, incluidos los españoles, han confirmado la “campaña de desinformación rusa” en la crisis catalana, que han negado el Canal del Gobierno ruso en español RT y su agencia hermana Sputnik, en los que interviene con frecuencia el propio Teniente Coronel Baños.
Baños está pues con el enemigo global y, por si fuera poco, ha desacreditado a todas las agencias de información y espionaje occidental que han confirmado la intervención de los “malditos rusos” en la crisis catalana. Baños no es además un cualquiera: es un experto en inteligencia, guerra mediática, guerra informática y cibernética, y ha trabajado en los Estados Mayores de España, de la OTAN y de la Unión Europea. Cierto parecido a Snowden.
Traición sobre traición, dicen sin despeinarse ni descomponerse, entre líneas, Anabel Díez y Javier Casqueiro. Dos periodistas que están aprendiendo a seguir la línea informativa de su medio.
Baños ha desenmascarado todos los argumentos relativos a nuestra seguridad, y ha atacado a todos los que incitan a buscar nuestra supervivencia, como estado del bienestar igualitario, en una organización armada y sometida a los EEUU, como la OTAN:
“¿Qué país tiene de todo lo que carecemos nosotros? Lo tiene Rusia. No conseguimos nada provocando a Rusia. ¿Que Rusia quiere tener su área de influencia? Por supuesto. Como lo quieren Estados Unidos o China. También quiere tener sus mercados y países afines alrededor”.
El teniente Coronel Baños (y eso le honra, como todas sus afirmaciones y silencios) se niega a aceptar la vigilante participación de la OTAN (otra curiosa Agencia Internacional para la protección de la Libertad, el libre comercio, el Desarrollo y la Democracia), en todos los países que no aceptan la sumisión a los Estados Unidos, a su injerencia armada; a las operaciones de guerra económica, de guerra sicológica, de guerra encubierta, de terrorismo mediático; y a las operaciones armadas (con unidades mercenarias complementando o sustituyendo a las militares), responsables de millones de muertos, incluyendo en ellos los millones de desplazados y de asilados.
Sin hablar, aunque si viene al caso, de la realización de crímenes de guerra, genocidios o crímenes de lesa humanidad que han pasado al limbo de los Tribunales especiales.
El País le advierte a nuestro militar sobre su actitud real para luchar contra la guerra yijadista a pesar de su reconocida capacidad, y también para asumir las tareas de Defensa Nacional. No se cohíbe el País para alarmar a la población y, principalmente a sus muy atlantistas lectores, sobre la capacidad de Baños para dirigir sus nuevas competencias sobre ciberseguridad, seguridad marítima o inmigración. Lo hace en un párrafo maestro, propio del estilo sutil, sinuoso y engañoso de este medio.
“Esta fue una de las afirmaciones que realizó hace un año, a un medio digital español, el coronel Pedro Baños, quien previsiblemente será el nuevo Director de la Seguridad Nacional (DSN) en el Gobierno de Pedro Sánchez. Baños, experto en terrorismo yihadista, sería así a partir de ahora el responsable del máximo órgano asesor de Sánchez en materia de seguridad nacional y tendría competencias sobre ciberseguridad, seguridad marítima o inmigración.”
En su tarea de descrédito primario a lo Savonarola, y de acusación mal intencionada sigue diciendo El País:
“El militar ha aparecido en España en espacios televisivos como Cuarto Milenio, de Iker Jiménez, y usa en Twitter un estilo sobrio pero de elogio al presidente Vladimir Putin y a Rusia. En noviembre tuiteó una encuesta que daba a Putin un 74% de popularidad doméstica y añadió: “¡Ya nos gustaría tener en la Unión Europea un líder político con la mitad de su popularidad!!!”.
Y añade, casi sibilino, para echar más leña al fuego:
El coronel ha publicado otros pronunciamientos contundentes: “No es improbable que Trump establezca un pacto bilateral con Putin, al margen de una Europa que pagaría su error de alejarse de Rusia”; “La guerra mediática y entre EE UU y Rusia es tan intensa que cada vez cuesta más saber lo que de verdad sucede en la guerra de Siria”; “Comparto que Europa no puede alejarse de Rusia, sino que debe ser su complemento natural”; “A veces me cuesta no creer en teorías conspirativas”
Baños sigue afirmando sus convicciones y advirtiendo sobre sus silencios:
“No hay nada más hipócrita y cruel que la política internacional, pues todo lo que en ella se gesta y realiza está basado exclusivamente en los intereses de cada país”.
“Como militar de un país integrado en OTAN, no puedo opinar. Pero sí creo que Europa ha perdido una oportunidad con Rusia”.