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¿Qué Pretenden España y Colombia en Venezuela?

Por qué el afán, la obsesión de la “Madre Patria” España, en injerenciar en Venezuela, hasta el punto que la propia ministra de asuntos exteriores, la ministra española Arancha González Laya, viajara a Cúcuta-Colombia, en la frontera colombo-venezolana, para “conocer la realidad de los migrantes venezolanos”, en la frontera con Venezuela.

La visita está entablada dentro del reconocimiento a la creación por parte del gobierno colombiano del Estatuto Temporal de Protección para Inmigrantes Venezolanos. La medida tendrá una duración de 10 años y pretende regularizar la situación de venezolanos que residen actualmente en Colombia.

Según la canciller Gonzalez Laya, su visita es para fiscalizar una serie de proyectos financiados por la cooperación española y lo he hecho dentro del respeto a este país y a todos sus vecinos, así como para intentar dar apoyo al diálogo, entre Colombia y Venezuela; agudizado por la pretensión de Iván Duque de solicitar y justificar dinero para “atender los migrantes venezolanos”.

Esta intromisión, de la dupla Colombia-España, nos recuerda el papel de José María Aznar y Andres Pastrana en 2015, al presentar la Declaración de Panamá, el texto denunció “la grave alteración democrática y constitucional que sufre Venezuela” y “exigía la inmediata liberación de los presos políticos y el restablecimiento de las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos fundamentales y las libertades públicas en Venezuela”.

“Hacemos esto para llamar la atención de la comunidad internacional sobre lo que pasa en Venezuela con respecto a los derechos humanos”, declaró Andrés Pastrana, en aquel momento.

Andrés Pastrana. Presidente de Colombia de 1998 a 2000, período durante el cual, según la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, la situación de los derechos en cuestión se agravó considerablemente, en particular debido al auge de los grupos paramilitares vinculados al ejército que actuaban con total impunidad por todo el país. La firma, con Washington, del “Plan Colombia” (sin consultar al Congreso) tuvo como principal consecuencia prolongar y radicalizar el conflicto armado interno.

José María Aznar. Presidente del Gobierno español del 4 de mayo de 1996 al 17 de abril de 2004. Le debemos la “posición común” de la Unión Europea (UE) adoptada en 1996, sanciones que limitaban los intercambios políticos, diplomáticos y culturales con Cuba, en nombre del alineamiento a la política exterior de Estados Unidos.

Además, el 12 de abril de 2002, en nombre de la Unión Europea que presidió por ser presidente del Gobierno español, Aznar, reconoció (sin consultar a ningún dirigente), en compañía de George W. Bush, al gobierno golpista del presidente de la patronal venezolana Pedro Carmona, que el día anterior participó en el golpe de Estado contra Hugo Chávez.

Su experiencia en materia de “derechos humanos” le ha llevado a ser asesor de Barrick Gold, número uno mundial de la extracción minera de oro, y a formar parte del consejo de administración de News Corporation, el imperio de Rupert Murdoch (The Times, Wall Street Journal, Fox News, otros).

Se agregan otros personajes nefastos, para la política interna de Colombia y para América Latina, como:

Belisario Betancur. Bajo su presidencia, el 6 de noviembre de 1985, un comando del M-19 sitió el Palacio de Justicia, donde reside el Tribunal Supremo, tomando como rehenes a más de 100 personas. Los guerrilleros exigían negociar con el presidente, pero este se negó y el asalto del ejército se convirtió en una carnicería: un centenar de muertos, la mayoría guerrilleros, 11 jueces del Tribunal Supremo y los empleados del Palacio de Justicia, a los que hay que añadir 11 desaparecidos.

Álvaro Uribe Vélez. Cercano al “narco” Pablo Escobar cuando era alcalde de Medellín (1982), principal promotor e iniciador de las cooperativas de seguridad rural (las CONVIVIR, posteriormente unidas a los paramilitares) cuando ejerció la función de gobernador de Antioquia (1995-1997). Sus dos mandatos presidenciales (2002-2006 y 2006-2010) estuvieron marcados por una sucesión de escándalos sangrientos. En el denominado “de la parapolítica”, más de 60 diputados y senadores (entre ellos su primo Mario Uribe) pertenecientes a su movimiento político fueron investigados, detenidos o condenados (32) por sus vínculos con los narcoparamilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).

En el marco de las “chuzadas”, el presidente del Tribunal Supremo, así como numerosos magistrados, periodistas y opositores fueron espiados por la policía política (Departamento Administrativo de Seguridad, DAS). La práctica de los “falsos positivos” vio a los miembros del ejército colombiano asesinar a civiles inocentes (2.700 según el ministerio fiscal (septiembre de 2011)), con el fin de hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate. El jefe de seguridad y hombre de confianza de Uribe en el Palacio de Nariño (el palacio presidencial), el general Mauricio Santoyo, fue condenado en diciembre de 2012, en Estados unidos, a 13 años de cárcel por su relación con el narcotráfico.

A todos estos firmantes de la “Declaración de Panamá”, agrupados en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA), se unió el “socialista” Felipe González. El 26 de septiembre de 1983, siendo el presidente del Gobierno Español, condecoró al almirante Rubén Franco, uno de los jefes de la dictadura argentina (condenado después por robo de bebés) con la Gran Cruz de la Orden del Mérito Aeronáutico. El contraalmirante Ciro García, colaborador del dictador Jorge Videla, vinculado a los servicios secretos, recibió de sus manos la misma distinción. También durante el Gobierno de Felipe González, de 1983 a 1986, apareció el escuadrón de la muerte de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL) que asesinaron a 17 separatistas vascos en suelo francés.

La injerencia malsana de España, puede tener su antecedente histórico, en lo que el periodista, escritor y documentalista colombiano Hernando Calvo Ospina llama, el eurocentrismo, que es la tendencia a considerar a Europa (por supuesto a España), como centro o protagonista de la historia y la civilización humana.

Ante la pregunta a Calvo Ospina: los ataques a Venezuela desde 1999, son constantes en los medios de comunicación europeos. ¿Existe un miedo por parte de la oligarquía europea de que Venezuela se vuelva ejemplo para las clases oprimidas?

Yo creo que sí. La oligarquía europea tiene temor a que los pueblos como Venezuela se vuelvan un ejemplo para los pueblos aquí en Europa.

Aquel eurocentrismo, por ejemplo, en el caso de Francia, todavía se siente el celo en una buena parte de los grandes círculos de la llamada “intelectualidad francesa”, la cual no es esa intelectualidad de anteriores décadas, los de ahora están actualmente plegados al sistema, siendo la inmensa mayoría. Aprovechándose de los medios de comunicación, han marginado al pequeño grupo de intelectuales y pensadores que pueden ver más allá de sus narices.

Yo creo que lo que hay, es un celo hacia a buena parte de Latinoamérica, sobre todo dirigido a pueblos como Venezuela, es un celo de esta pseudointelectualidad que también se da en España y en Bélgica. Esta pseudointelectualidad que no ha logrado crear absolutamente nada, ni siquiera en la izquierda, la cual cada día va más para abajo.

Se trata de los celos y el temor de que los pueblos de Europa, sobre todo los que se encuentran hacia el sur como Francia, Italia, España y Portugal, miren hacia nosotros, al continente Latinoamérica para ver los procesos que aquí se están dando, procesos que para ellos (Europa) hay que acabarlos, por el “mal ejemplo”.

El caso de España es muy parecido también en su relación con América Latina, sigue sintiéndose el padre, la madre, el abuelo y el tío de todos nosotros, además, con toda la cuestión religiosa y católica que hay de por medio.

Todavía piensan que tienen derechos y razón sobre nosotros y sobre cualquier proceso de cambio que se geste en América Latina, como el revolcón que metió el presidente Chávez, el cual nunca estuvo bien visto por la oligarquía. Son procesos que no han querido entender porque no son de ellos, no han sido capaces de crear absolutamente nada, únicamente inciden en los medios de comunicación.

Recordemos que Estados Unidos nunca atacó a Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia u otros pueblos por ser socialistas o comunistas, a ellos les viene y les va eso, lo hacen por ese supuesto “mal ejemplo” que estas naciones dan al mundo, y Europa los secundan en esa cacería discriminatoria. No toleran que en estos pueblos se pueda garantizar salud, tierras y vivienda.

Y qué papel juega Colombia en esta tragicomedia?

También lo de Colombia hay que verlo desde una perspectiva histórica, desde que el General Santander se apropió del poder y Bolívar murió, desbarataron la Gran Colombia. Un sector importante de la Oligarquía Colombiana, se ha querido apoderar de esa franja occidental de Venezuela por sus riquezas en petróleo y sus grandes llanos. Esta ha sido una historia, donde siempre se han querido apoderar de estas zonas.

Lamentablemente, esta es la Colombia, solo mencionamos este dato, de la cual se ha servido tanto de Venezuela, especialmente recibiendo este país a más de cinco millones de colombianos, cantidad que equivale a un país completo, esta realidad no la quieren reconocer, más bien buscan avasallar a esa nación, porque simplemente es diferente y por recibir un pedacito del pastel, si Estados Unidos se llega apropiar de Venezuela.

Por cierto, el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, como tantas veces ha hecho su partido, ha tenido la cobardía de ponerse de lado de una nueva agresión a un país (Venezuela) que defiende a toda costa su soberanía, alineándose con las directrices que marca EEUU al respecto, no siente ningún remordimiento, ni inquietud, por su burdo ultimátum, al legítimo presidente de Venezuela, en una España, donde no se puede elegir a su jefe de Estado, ni (al menos todavía) tampoco lo ha elegido a Él.

El escritor Ramón Pedregal Casanova, Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE y Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos, señala que Pedro Sánchez es el Lacayo Español del Imperialismo, cuando las tropas de ocupación llegan a la frontera de Brasil con Venezuela y en la frontera de Colombia con Venezuela, Pedro Sánchez ya puede decir que ha alcanzado su máxima altura, él se hace responsable de la parte que corresponde a un lacayo en la guerra, ir por delante de su Señor para convencer al que le niega, que deje al Emperador hincar las espuelas a su pueblo, para luego bloquear y robar más fácilmente a otros.

Finalmente, Iñaki Gil de San Vicente, profesor y pensador vasco marxista, le explica a los vascos lo que pasa en Venezuela, por qué el Imperialismo quiere derrocar a Maduro y apoderarse de Venezuela, y en qué les afecta a ellos:

Básicamente por cuatro razones: una, porque necesita vitalmente quedarse con sus ingentes recursos; dos, porque la caída de Venezuela será la brecha por la que entrar en Cuba, en Nicaragua y más adelante en Bolivia, controlando así toda Nuestramérica; tres, porque además necesita destruir todo ejemplo, de que es posible aplicar una política estatal e internacional diferentes a la neoliberal, e incluso contraria en algunos asuntos vitales para los EEUU; y cuatro, porque tienen que aniquilar cualquier memoria o recuerdo tanto de la esencia antiimperialista del ideario democrático burgués de Bolívar, en su momento como sobre todo su rabiosa actualidad, o sea, destruir para siempre la estrategia de la Patria Grande tal cual sebe ser en el siglo XXI.

¿En qué nos afecta la agresión a Venezuela? El ataque a Venezuela, su lucha por mantener su independencia, es parte de nuestra lucha por conquistar nuestra independencia socialista. La burguesía vasco-española, el PNV y UPN, y la vasco-francesa también, tienen intereses económicos y sociopolíticos muy fuertes en Venezuela. Aumentar la explotación del pueblo venezolano supone el fortalecimiento de su poder en Euskal Herria y contra el pueblo trabajador vasco. Una Venezuela socialista daría un impulso tremendo a la revolución mundial y vasca, y debilitaría fuertemente al imperialismo y a las burguesías que explotan en Euskal Herria.

Tenemos que hacernos la pregunta: ¿acaso podemos creer que quienes desean imponer un régimen de terror en Venezuela en beneficio propio, no serán capaces de endurecer al máximo las represiones en “su” país, contra “su” pueblo, cuando vean en peligro su dominación? La desfachatez del PNV al facilitar que criminales neofascistas venezolanos vomiten su odio de clase en Euskal Herria, nos vuelve a enseñar la naturaleza de este partido y de la burguesía a la que representa.

Entonces, España y Colombia vuelven y seguirán arremetiendo contra Venezuela, vendidos al imperialismo yanqui, por su afán de riqueza, vanagloria e impúdica sed de poder.

 

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