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SE SIGUE ESTRECHANDO EL ACOSO A RUSIA. Andrés Piqueras

Si hay un campo en el que EE.UU. y, en conjunto, el Eje Anglosajón vayan por delante del Mundo Emergente encabezado por Chirrusia, es en su capacidad de devastar territorios, desestabilizar formaciones socioestatales y arrasar regiones enteras. Su facultad de generar caos y destrucción es casi ilimitada.

Entre los objetivos del Eje Anglosajón siempre estuvo la aniquilación de Rusia como potencia continental por estar en el centro y ocupar gran parte de la masa continental de la Isla del Centro del Mundo, fulcro entre Asia y Europa. Desde hace al menos dos siglos se ha buscado su derrota y posterior fragmentación en varios Estados relativamente pequeños, dóciles y fáciles de manejar.

Con la caída de la URSS, el bufón imperial de Yeltsin permitió la inspección de las instituciones y del poderío militar por parte de los agentes de Washington, hasta tal punto que resulta arduo saber hasta dónde permanecen infiltrados en la actualidad, constituyendo este uno de los graves problemas de la defensa rusa ante el Imperio Occidental y sus agresiones.

Tras la llegada de Putin, sin embargo, las cosas cambiarían y desde entonces EE.UU., con su fiel escudero inglés, se han dedicado a crear un cinturón de pequeños Estados hostiles a Rusia entre las que fueran repúblicas soviéticas. Generando, por tanto alrededor de esa potencia un acoso que hasta hoy no ha tenido descanso. Podemos distinguirlo en dos niveles:

A) Internamente

  • Mediante la creación y/o apoyo de grupos identitarios-etnonacionalistas-islamistas en territorio ruso, con dotación de armas y acciones armadas que han conducido a la multiplicación de un terrorismo indiscriminado.
  • Aparataje mediático, de inteligencia y patrocinio de “oposición” interna que niega la legitimidad de los procesos electorales y, en general, de la institucionalidad rusa.

B) Externamente

Fomento del descontento social, infiltración de agentes desestabilizadores, implantación de centros de inteligencia, espionaje y agitación, golpes de Estado, insurrecciones, revoluciones de colores, agresión militar o guerra abierta, son los mecanismos utilizados para caotizar el antiguo espacio soviético. A continuación, presento una breve cronología de hechos (bastantes de los cuales ya han sido explicados en este ‘blog’):

  • Guerras de Chechenia (1994-1996 y 1999-2009).
  • Destrucción de Yugoeslavia (1999). Permanente expansión de la OTAN hacia Rusia.
  • EE.UU. logra en 1999 que Azerbayán, Georgia y Uzbekistán abandonen la Comunidad de Estados Independientes que Rusia había establecido con una buena parte de las antiguas repúblicas soviéticas (además de las mencionadas, Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguizistán y Tayikistán). Las restantes integrarían con Rusia en 2002 la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC).
  • Conversión de Kosovo en un protectorado “independiente” (en realidad, una base militar y centro estratégico de EE.UU.; 2008).
  • Despliegue de misiles en Polonia y Chequia (con diversos momentos y negociaciones a partir de 2008).
  • Golpe de Estado en Ucrania (“Maidán”, 2014). Amenaza directa de implantación de la OTAN en la misma frontera con Rusia. Agresión directa de Ucrania contra el Donbás con matanza de su población.
  • Guerras entre Azerbaiyán y Armenia (2016, 2020 y 2023). Penetración militar estadounidense en Armenia y turca en Azerbaiyán. EE.UU. presiona en la actualidad a Armenia para que abandone la OTSC y, en general, sus relaciones de cooperación con Rusia.
  • Intento de Maidán en Bielorrusia (2020). Hoy se pretende generar nueva revuelta contra el aplastante resultado de las elecciones en favor de Lukashenko. Por tanto, con pocas posibilidades, pero no por eso se ceja en el empeño.
  • Intento de golpe de Estado en Kazajistán (2022).
  • Golpes de mano y guerras en Georgia (Georgia contra Osetia del Sur 1988-1992; contra Abjasia 1992-1993; contra Osetia del Sur con intervención final de Rusia 2008). Desconocimiento de las últimas elecciones en Georgia e intento de crear una nueva “revolución de color” porque la presidencia ha establecido nuevas relaciones de entendimiento con Rusia (2024 y sigue).
  • Falseamiento de las elecciones presidenciales y del referéndum sobre inclusión en la UE, en Moldavia (2024). Sucesiva presión política-militar desde allí sobre Transnistria, aliada de Moscú e independizada de Moldavia.
  • Desconocimiento de las elecciones en Rumanía, y posible impedimento de presentarse de nuevo a elección al ganador de las mismas, Călin Georgescu, por negarse a secundar la agresión contra Rusia (2024).
  • Intento en curso de “revolución de color” en Eslovaquia contra Robert Fico (al que ya se intentó asesinar), por sus posturas en contra de la agresión a Rusia.
  • Intento en curso de desestabilización del presidente electo Milanovic, en Croacia, por su postura contraria al apoyo militar a Ucrania.
  • Amenazas por ahora veladas, de desestabilización del presidente húngaro, Víktor Orbán, por las mismas razones.
  • Intento en curso de “revolución de color” en Serbia (por fuertes vínculos históricos con Rusia), donde acaba de dimitir su primer ministro.

Además, de forma más difusa EE.UU.-Eje Anglosajón y la OTAN mantienen una permanente política de agresión contra Rusia mediante procedimientos menos visibles:

  • Hay un centro de la CIA (el American Center) en Turkmenistán, que difunde propaganda estadounidense y fomenta la rusofobia.
  • La USAID (Agency for International Development -de la CIA-) realiza un activo trabajo de intoxicación y cooptación en Kazajistán y Uzbekistán. En este último país ha logrado hacer ilegal al Partido Comunista y se está llevando a cabo una descomunal privatización de todos los sectores de la economía, así como de las infraestructuras. En ese país se considera traición la defensa de la Unión Soviética. En Kazajistán defender la reunificación de la Unión Soviética conlleva penas de cárcel.
  • En general, se está consiguiendo una vasta y profunda reescritura de la Memoria Histórica en la mayoría de las exrepúblicas soviéticas, especialmente en las bálticas, donde se destruyen monumentos soviéticos, incluidos los de los combatientes libertadores de la invasión nazi, y se enseña en los libros escolares que los rusos eran los invasores, al tiempo que se glorifican personajes nazis.
  • La rusofobia forma parte señera de los dispositivos de agresión contra Rusia en todo el antiguo espacio soviético.
  • Esa reescritura de la Historia pasa por no invitar a Rusia a la conmemoración de la liberación de Auschwitz, siendo el Ejército Rojo el que lo liberó. Mientras que sí son invitados nazis ucranianos, y el gobierno español, en un alarde de hipocresía y desfachatez, lleva a la monarquía, cuando allí fueron masacrados miles de republicanos que lucharon contra ella.

Hasta ahora, sólo la exquisita paciencia estratégica rusa ha impedido un enfrentamiento (probablemente nuclear) directo con la OTAN-EEU.UU. Pero la cuestión es hasta cuándo podrá seguir soportando las agresiones sin fin, con muertes de civiles en su propio territorio. Voces hay dentro de la dirigencia rusa que exigen ya un puñetazo en la mesa, como el siguiente enlace clarifica bien: https://www.legrandsoir.info/briser-l-echine-de-l-europe-telle-devrait-etre-la-politique-de-la-russie-envers-l-occident.html

Por su parte, según EE.UU. va perdiendo terreno tanto en avances tecnológicos militares (la demostración rusa con el Oreshnik fue más que contundente) como aún más en términos económicos (acabamos de ver lo que ha ocurrido gracias al DeepSeek chino), puede verse más y más tentado a recurrir al enfrentamiento directo, nuclear, para no dejarse relevar.

Sin embargo, en la medida en que conserve su capacidad de devastar países o provocar cambios de régimen en los mismos, y teniendo todavía “el control del relato” merced a todo su aparataje mediático-propagandístico mundial, es probable que intente seguir jugando la carta del Caos contra el Eje de la Estabilidad o de desarrollo de un nuevo mundo.

China empezará pronto a ver cómo esa carta se intensifica en su territorio y en sus periferias.

Nuestros medios de difusión de masas están listos para difundir cualquier tergiversación o directa invención de la Historia, a la manera de Hollywood, que la Casa Blanca les dicte realizar contra el Mundo Emergente. Esto lo puede comprobar quienquiera en cuanto se conecte con no importa cuál de esos medios nada más abrir los ojos por la mañana, hasta que los vuelva a cerrar por la noche.

Pero de momento, la pugna por caotizar del todo al mundo (y no podemos olvidar aquí a Siria, Líbano, Palestina, Sudán o República Democrática del Congo, entre sus más recientes acciones) encuentra la resistencia (no siempre fácil de detectar, no siempre con la contundencia que para muchos sería preferible, pero resistencia persistente, de largo recorrido, al fin y al cabo) de Chirrusia.

(Publicado en el blog del autor, el 28 de enero de 2025)

 

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