Shukran, shukran kteer. El lince
Los cruzados occidentales han estado viendo cómo en las últimas semanas les golpeaban una y otra vez en todas partes, incluida la ONU. Y es aquí, en la ONU, donde se quieren redimir un poco -y proteger al IV Reich sionista, una vez más- presentando una resolución en el Consejo de Seguridad para demostrar al mundo que siguen teniendo el control de algo. Esta vez, con la excusa de «la amenaza hutí a la seguridad marítima». Y saldrá adelante porque ni Rusia ni China la vetarán.
La pregunta es ¿vale de algo, además de quedar para la historia? Porque tanto EEUU, como sus perros falderos favoritos, Gran Bretaña y Francia dicen que están dispuestos a participar en lo que se llama pomposamente «Operación Guardián de la Prosperidad» con barcos de guerra e impedir así que se consolide lo que ya es un hecho: las grandes navieras han dejado de enviar barcos con destino al IV Reich sionista por el Golfo y el mar de Adén con destino al Mar Rojo debido a los ataques de los hutíes en solidaridad con los palestinos. Un total de 18 ataques a barcos porta-contenedores en los dos meses que lleva la matanza de Gaza.
Los hutíes no se amilanan, por supuesto. Por lo tanto, solo queda, en la línea de lo que os comentaba en la última entrega, una acción de guerra de los cruzados. No pueden dejar que lo haga al IV Reich, por lo que tienen que salir en su defensa sí o sí. Y lo harán con la cobertura de la resolución que salga de la ONU.
Antes de seguir, un poco de historia de la importancia que tiene lo que está pasando.
Desde el comienzo del genocidio y limpieza étnica realizado por el IV Reich sionista en Gaza, los hutíes de Ansarolá intentaron atacar el territorio sionista con misiles y drones, aún lo hacen, pero el grueso de ellos fue derribado por los sistemas de los cruzados occidentales ubicados en el Mar Rojo con la inestimable colaboración de sauditas, egipcios y jordanos. Eso equivalía a enfrentarse directamente a los árabes, a los supuestos «hermanos», y directamente a los sauditas, con quienes están en conversaciones de paz para poner fin a la guerra de agresión que éstos lanzaron contra Yemen hace nueve años. Entonces cambiaron de táctica y prescindieron de los ataques que atravesaban los territorios de esos países árabes y se limitaron a lanzarlos con trayectoria sobre el Mar Rojo. También la mayoría fueron derribados por los buques estadounidenses antes de que penetrasen en el territorio sionista del IV Reich. Insisto, la mayoría porque algunos misiles y drones siguen llegando a Eilat.
El siguiente paso fue el definitivo: atacar directamente a los barcos cargados con mercancías tanto israelíes como destinadas al IV Reich, con independencia de quién sea su propietario. Aquí no se encontró por parte de los cruzados occidentales ninguna forma de evitarlo, que es en lo que andan ahora. Porque como consecuencia de ello, entre otras cosas como la mayor demora en el suministro, subió como la espuma el seguro de riesgo, del 0’007% del valor del barco mercante al 0’2%. Si se tiene en cuenta que la media de coste de un barco de estas características es de 77 millones de dólares, el seguro es en estos momentos de 154.000 dólares por barco mientras que antes de la decisión hutí de atacarlos era de 5.390 dólares. Y eso repercute en los precios de la carga. Los hutíes lo justificaron así: «si los alimentos y las medicinas no pueden entrar en la Franja de Gaza, cualquier barco que se dirija a Israel se convertirá en un»objetivo legítimo». Lo están cumpliendo.
Junto a ello hay otra cuestión no menor, que tiene su origen en América Latina. Resulta que no sé si sabéis que el Canal de Panamá está en horas bajas: la crisis climática que estamos viviendo también le está afectando. Una gran sequía, una disminución del nivel de agua y una disminución de su rendimiento ha hecho que se haya limitado el calado mínimo de los buques que quieren pasar por ahí, lo que ha provocado una disminución sustancial del tráfico por ese canal. Eso se está traduciendo en un mayor costo, de tiempo y de dinero, para las compañías navieras y dificultando la «recuperación económica», sobre todo de Occidente y, especialmente, de EEUU. Porque por el Canal de Panamá pasa el grueso del comercio entre los países asiáticos (incluida China) con EEUU con destino a Nueva York y otras grandes ciudades de la costa este. Pero es que, además, es donde está la parte del león de la industria gasística y petrolera estadounidense, en el Golfo de México.
Como consecuencia, ahora no queda más remedio que seguir rutas más largas y ahí es donde entra el Canal de Suez. Pero para llegar a él hay que atravesar el estrecho de Bab al-Mandeb. Si además se tiene en cuenta que por aquí llega la mayor parte de los suministros al puerto de Eilat del IV Reich sinonista, tenemos el panorama más completo. La estrategia de los hutíes de Ansarolá, atacando a los barcos que van a Eilat están logrando dos objetivos en uno: no solo han paralizado el tráfico marítimo por esta zona al IV Reich, sino que están poniendo en peligro los barcos de los apoyos a los genocidas.
Maersk, una de las principales compañías de transporte de contenedores, ha ordenado a sus buques que eviten esa zona, especialmente el Mar Rojo. De inmediato subieron las tarifas porque aumentaron los seguros de todas las compañías.
El éxodo lo inició Maersk, pero ya es general. Hapag-Lloyd Shipping Company ha hecho lo mismo, y otras dos compañías navieras también, AP Moller y Mediterranean Shipping Company. El sábado hizo lo mismo la empresa china radicada en Hong Kong OOCL. Es decir, cinco de las seis principales compañías navieras han renunciado a viajar por el Mar Rojo. Por aquí pasa ni más ni menos que el 40% del comercio marítimo mundial en estos momentos.
Solo una compañía china, COSCO, sigue operando con el beneplácito de los hutíes. El apoyo de China al alto el fuego en Gaza, así como la intervención trascendental de la diplomacia china en la paz firmada entre Arabia Saudita e Irán a principios de 2023, está siendo tenido en cuenta por los hutíes.
Es algo devastador para el IV Reich, que está llorando porque «se ha eliminado totalmente el transporte marítimo no solo hacia Eilat sino hacia Asdod de sus rutas tradicionales», y dice que eso no solo les perjudica a ellos, porque la pérdida de comercio en estos dos grandes puertos es ya del 85%, muy cerca del colapso total, sino a Arabia Saudita, Egipto, Jordania, Alemania e Italia. No le falta razón. Pero se lo merecen por su apoyo, cubierto o encubierto, al IV Reich.
Todos los barcos que circulaban por esta zona se están desviando por el Cabo de Buena Esperanza. El presidente de la Autoridad del Canal de Suez de Egipto dijo ayer que 55 barcos que normalmente habrían atravesado el Mar Rojo ahora están utilizando esta ruta alternativa. Eso es más tiempo y más dinero. Tened en cuenta el costo del seguro que os he comentado más arriba, por ejemplo. El aumento del costo de mercancías hacia el IV Reich sionista por esta ruta es ya del 300%. Y las navidades están aquí, por lo que hay que consumir y consumir. De eso se trata en Occidente. Y todo eso será más caro y tardará más en llegar.
Bienvenidos a cómo funcionaba el mundo hasta ahora. Los cruzados están sufriendo una derrota sin paliativos, por lo que están obligados a hacer algo para recuperar un poco de terreno. Y ese algo será militar, confiados en que son superiores a los hutíes. Entonces la cosa no se quedará solo en Palestina. Seguro. Y se acelerará aún más el declive y derrota de los cruzados. Así que shukran, Ansarolá, shukran kteer. De hecho, la «biblia» del capitalismo cruzado occidental, Financial Times, se ha despachado este fin de semana con algo tremendo, para ellos: «la creciente ira en el Sur Global por el respaldo estadounidense a Israel».
(Publicado en el blog del autor, el 18 de diciembre de 2023)