Sobre el avión ucraniano derribado
En la noche del miércoles al jueves pasado, Irán respondió al asesinato selectivo del general Qassem Suleimani con el lanzamiento de unos 22 misiles contra bases militares de EEUU en territorio iraquí.
Durante esa misma noche un avión comercial, un Boeing 737 de Ukraine International Airlines, se estrelló al poco de despegar del aeropuerto internacional de Teherán. El pasado jueves las autoridades de EEUU empezaron a especular con la idea de que el avión hubiera sido derribado por un misil de la defensa antiaérea iraní, mientras las autoridades del país persa lo negaban e invitaban a los expertos internacionales a participar en la investigación del accidente.
Pero ayer sábado, esas mismas autoridades iraníes reconocieron que el avión ucraniano efectivamente había sido derribado por un misil lanzado por la defensa antiaérea debido a un error humano en la identificación de la amenaza.
El General en Jefe de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria, Amir Ali Hajizadeh, asumió la completa responsabilidad por el derribo del avión. “Ojalá me hubiera muerto yo y que este incidente no hubiera ocurrido. Desde el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán aceptamos toda la responsabilidad y estoy dispuesto a ejecutar cualquier decisión que adopte el estamento”, estas fueron sus palabras ante la agencia de noticias iraní Mehr.
Es cierto que nada va a poder ayudar a las 176 personas muertas en el incidente ni consolar a su familiares más directos. Pero no podemos pasar por alto la diferencia absoluta del tratamiento de este lamentable suceso por parte de las autoridades políticas y militares iraníes, en comparación con otro suceso ocurrido hace ya casi 32 años en la zona.
El 3 de julio de 1988 fue derribado en aguas del Golfo Pérsico, al sur de la isla de Qeshm, el vuelo 655 de Iran Air con 290 personas a bordo por el crucero lanzamisiles USS Vincennes de la US Navy. Las autoridades militares estadounidenses indicaron que el Airbus A300 de Iran Air fue confundido con un F-14 de la Fuerza Aérea iraní.
Mientras el mando militar iraní, como hemos visto más arriba, asume toda la responsabilidad del incidente, y asume también todas las acciones que se puedan tomar, el entonces Vicepresidente de los EEUU, George H.W. Bush, en una conferencia de prensa dada el 2 de agosto de ese mismo año afirmó: “Nunca me disculparé por los Estados Unidos de América. No me importa lo que los hechos digan”.
Mientras el mando iraní llevó a cabo, la pasada noche del miércoles a jueves, una acción militar totalmente legítima de represalia ante el asesinato por parte de los EEUU de un Teniente General del Ejército iraní, el USS Vincennes se encontraba ilegalmente en aguas territoriales iraníes cuando atacó al avión de pasajeros iraní.
En ambos incidentes hay una responsabilidad, directa en un caso e indirecta en el otro, de EEUU en la muerte de los inocentes. En el caso de 1988 está perfectamente clara y en el caso del avión ucraniano, nada de esto hubiera sucedido si no se hubiera llevado acabo el asesinato ilegal y contra todo el Derecho Internacional de un militar iraní en misión diplomática sobre el territorio de un país soberano.
Hay gente que apunta que hubiera sido lo correcto cerrar el espacio aéreo iraní, ya que el avión ucraniano es derribado después de que hubiera hecho un giro imprevisto sobre una base del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria encargada de la defensa aérea de la capital, y que en aquellos momentos y con una importante actividad aérea de la USAF cerca de las fronteras iranís, fue confundido con un misil de crucero. Los responsables de la batería antiaérea tenían 30 segundos para tomar una decisión y las comunicaciones con el mando estaban, sospechosamente, cortadas o con interferencias. Igual sí hubiera sido una buena medida mantener a los aviones civiles en tierra, aunque tampoco tengo todos los datos para afirmar si se hubiera podido realizar tal medida.
Por desgracia todos sabemos que los conflictos armados traen daños colaterales por eso es muy importante la lucha por la paz y por la soberanía y libertad de los pueblos. Los EEUU llevan prácticamente más de 30 años de guerra constante en Oriente Medio, su presencia ha causado centenares de miles de muertos. Y a fecha de hoy siguen incumpliendo el mandato del parlamento iraquí para que abandonen el país, lo cual les convierte de facto, ante el Derecho Internacional, en fuerzas de ocupación.
(Artículo aparecido originalmente en La Comuna, el 12 de enero de 2020)