Suenan tambores de guerra. Floren Dimas
En la Alemania previa a la subida al poder de los nazis, los partidos socialdemócratas y los de izquierda, representaban la mayoría del electorado.
Los planes beligerantes de los nacionalsocialistas, ni siquiera eran un secreto a voces, sino que ellos mismos lo vociferaban, mientras la izquierda alertaba sin éxito de este peligro y de sus consecuencias, mientras el gobierno socialdemócrata adoptaba una actitud condescendiente hacia las provocaciones nazis y de persecución contra la izquierda, mientras la ola parda se extendía sobre Alemania.
El 30 de enero de 1933, Adolf Hitler fue nombrado Canciller por el Presidente Hindenburg, siendo líder del Partido Nazi. Hindenburg falleció en 1934 y Hitler fue proclamado Führer de Alemania, sin tener mayoría electoral. Los vaticinios de la izquierda se cumplieron inexorablemente.
El uno de septiembre de 1939, Hitler inició la IIGM.
Salvando algunas diferencias contextuales, la situación actual de España reúne puntos en común muy señalados con aquellos acontecimientos.
El más importante de todos, intentar justificar la política armamentística españolas y los planes de preparación bélica, con el argumento del peligro que representa un asalto con armas convencionales del ejército ruso a la fortaleza de la OTAN, a sabiendas de que sumadas las fuerzas de la coalición de la UE, representarían siete veces más que el potencial militar ruso, incapaz de haber ganado ya la guerra en Ucrania usando de todo su supuesto poderío militar, una evidencia comprensible por todos de que no es tan fiero el lobo como lo pintan, aunque no se nos puede olvidar que Rusia dispone de un arma terrible lista para ser empleada… si se ve acorralada.
Con el incremento en los PGE del gasto militar del pasado ejercicio en un 26%, el desplazamiento al teatro de Europa del este para ejercicios y maniobras de importantes efectivos de los tres ejércitos españoles, a los que acompaña una gran masa de material de tierra, mar y aire, vemos que se intenta vender semejante despliegue por el «gobierno progresista» a los españoles, como una medida de disuasión como lo hacen igualmente con las bases de apoyo logístico a los EEUU y a la OTAN de las bases de Rota (como plataforma para aviones con cargas nucleares), Cartagena y muy posiblemente Mahón, y si hiciera falta, la de Torrejón.
Si a esta situación unimos la oleada de convenios y contratos que está lloviendo sobre la industria armamentística española, para fabricar sistemas de armas, aviones, buques, blindados y municiones, datos que aunque no salten a primera plana de los telediarios sí que ocupan muchas páginas en la prensa especializada, e incluso en los propios medios oficiales del ministerio de Defensa y del lobby armamentístico, comprobaremos el deslizamiento belicista y el enorme peligro que para la paz, supone la actual política de confrontación que está llevando a cabo el Gobierno de España, sirviendo a los intereses de los EEUU y de la OTAN, con grave riesgo para la seguridad de todos los españoles.
Y todo este disparate bélico, a costa del presupuesto para gastos sociales, sanidad, educación, dependencia, pensiones, etc.
De estos temas y del análisis de la situación actual en política exterior, versará la intervención de Floren Dimas en la entrevista realizada en el programa de radio La hora de la República.
AUDIO: (a partir del min. 33:42)