Tiempo de comedia, tiempo de tragedia. El lince
En un principio, la cosa no es para reírse: una delegación de países africanos, en representación del continente, ha visitado el país 404, antes conocido como Ucrania, y luego Rusia en un afán por plantear una misión de paz (16-17 de junio). La delegación, con notorias ausencias de última hora como los presidentes de Egipto, Uganda y Congo, está compuesta por los presidentes de Sudáfrica, Islas Comoras, Senegal y Zambia junto a representantes a nivel de ministros de Exteriores de los países mencionados antes. Si hay que tener como referencia la famosa votación en la Asamblea General de la ONU de la que tanto le gusta hablar al Occidente colectivo, Sudáfrica y Senegal se abstuvieron, Egipto y Zambia votaron en contra de Rusia y Uganda y Congo no participaron. Luego, en sí, era en su origen una delegación completa, con todos los puntos de vista.
Las razones del por qué de esta división de última hora no están claras para mí, aunque tan vez tenga que ver con el intento de Sudáfrica de enmarcar la mediación tanto como un asunto interno como externo.
Me explico: Sudáfrica está bajo presión occidental desde que los bufones de la Corte Penal Internacional emitieron la orden de arresto contra Putin por «crímenes de guerra». Desde entonces EEUU y Gran Bretaña han amenazado en repetidas ocasiones al país con sanciones si no se aleja de Rusia, especialmente desde que Sudáfrica resistió las primeras presiones sobre la CPI otorgando inmunidad diplomática a los participantes en la cumbre de los BRICS de este agosto próximo. Incluso se ha llegado a decir expresamente que Sudáfrica «pone en peligro» un comercio de 32.000 millones de dólares con EEUU de seguir así. En palabras del presidente sudafricano, «Sudáfrica está bajo una extraordinaria presión occidental», y con esta iniciativa se muestra equidistante, ni con unos ni con otros. Es un intento de aliviar la presión, pero la mafia occidental no cejará en su chantaje ni en sus amenazas.
Hasta aquí, casi normal todo. Pero…
La delegación llega a Varsovia para, desde allí, trasladarse a Kiev (día 16). Y empiezan los problemas. Para unos, «un percance desagradable», para otros un «acto de racismo»: no se dejó bajar del avión a las escoltas de las delegaciones. «Incumplimiento de los procedimientos estándar de entrada», según Polonia, porque «había materiales peligrosos en el avión» además de «personas de las que la parte polaca no había sido informada de antemano». Mentira, según Sudáfrica. «Desde hace dos semanas se lleva hablando con Polonia de este viaje, y se cumplieron todos los trámites necesarios para la entrada de la delegación en Polonia y los permisos de transporte requeridos”. La conclusión: «están poniendo en peligro la vida de nuestro presidente».
Los escoltas se quedaron, la delegación salió, pero mermada, en tren hacia el país 404. Tal vez os preguntéis por qué en tren. La respuesta es fácil: es legendaria la pericia de la «defensa aérea» neonazi, por lo que ir con un avión, y además no muy amigo, tiene sus inconvenientes. De hecho, los escoltas -y los periodistas africanos- no han podido viajar a Rusia porque Polonia no ha dado el permiso de salida. Han estado todo el tiempo, 26 horas en total, retenidos en el aeropuerto.
Y al llegar a Kiev esta delegación mermada empezó el tiempo de la comedia: que si ataques rusos con misiles (que, por supuesto, fueron derribados), sirenas de alarma aérea, etc. Uno de los mentirosos patológicos del país 404, que ejerce de ministro de Exteriores, lo dijo y, como es habitual, lo repitieron como loros los medios de propaganda occidentales.
Solo que a alguien, que supuestamente era protagonista al ser parte de la delegación africana, no le gustó su papel en la comedia. Ya la cosa había empezado a mosquear cuando en el viaje turístico a Bucha, para «comprobar las atrocidades rusas», el presidente sudafricano pidió «una investigación internacional sobre las supuestas atrocidades«. Decir esto en el país 404, y en el Occidente colectivo, es de valientes. Porque añadió que «no solo basta con escuchar a la parte ucraniana, hay que hacerlo también con la rusa».
Pero nuestro hombre en cuestión fue más allá y lo trasladó a su país, y de ahí a toda África. Conclusión: escándalo en el continente africano porque esto se ha replicado en todos los países que componen la delegación de paz.
«Desinformación deliberada». Cómo se nota que este hombre es diplomático porque tendría que haber dicho, lisa y llanamente, la verdad: todo fue una farsa, de la que se hicieron eco, como siempre, los medios de propaganda occidentales. Es lo habitual. Pero fijaos en lo que dice un poco más arriba: “Esperábamos que esta misión no fuera fácil, pero algunos de los obstáculos que se nos han impuesto causan una gran preocupación, como la forma en que nos trataron, y otros se veían divertidos, como esta supuesta explosión”.
Por lo tanto, ya os podéis hacer una idea de cómo fue el tránsito de la delegación africana por el país 404 y lo que salió de allí: nada. Teatro, y del más malo. Porque el neocolonialismo no duerme, ni cambia, y sigue tratando a los africanos como sus esclavos. Y, además, tontos. Desde luego, hace falta ser un descerebrado, o sea, como en Occidente, para creer que Rusia atacaría la ciudad donde está una delegación de paz que iría a Rusia al día siguiente. Pero todo esto es lo que consume esta gente inculta y atrasada occidental donde pensar es muy, pero que muy raro.
Este es un ejemplo, otro más, Y van…
Esto se publicó, sin vergüenza alguna, el sábado. Y eso que hay cientos de fotos y vídeos con estos vehículos «indestructibles» ardiendo en estas dos semanas de «ofensiva» de los neonazis, y aquí he puesto algunas. En fin, Occidente no tiene remedio (salvo con una lobotomía a gran escala).
O esta delirante historia de un paranoico, otro, donde dice que lo que vemos son dobles de Putin porque el original está escondido y asustado porque «Ucrania gana». Fijaos también en la fecha, del sábado pasado.
Rectifico: Occidente es irrecuperable, ni siquiera con lobotomía.
Siguiendo con la delegación, en síntesis, el plan de paz africano es:
– Lograr la paz a través de la diplomacia a través de negociaciones;
– Las negociaciones de paz deben comenzar lo antes posible;
– Desescalada del conflicto por ambos lados;
– Asegurar la soberanía de los estados y pueblos de acuerdo con la Carta de la ONU;
– Garantías de seguridad para todos los países;
– Asegurar el movimiento de granos y fertilizantes por parte de ambos países;
– Apoyo humanitario a las víctimas de la guerra;
– Solución de la cuestión relativa al canje de prisioneros de guerra y la restitución de niños;
– Reconstrucción de posguerra y asistencia a las víctimas de la guerra;
– Interacción más estrecha con los países africanos.
Es decir, son propuestas que se acercan bastante al plan de paz chino y, por lo tanto, parcialmente aceptables para Rusia, pero completamente inaceptables para la mafia occidental. Lo importante es que el Sur Global se está moviendo y rompe de forma clara con el neocolonialismo occidental.
La estancia en Rusia (día 17), en contraposición a cómo se trató a la delegación africana en Polonia y en el país 404, fue de respeto absoluto y trato de tú a tú. Putin hizo algo inusual: enseñó a la delegación africana el documento que Rusia y el país 404 firmaron en marzo de 2022 en Estambul bajo el patrocinio de Turquía y que no se aplicó por las presiones británicas y estadounidenses a los neonazis. «Aquí está este documento. Y fue rubricado por la delegación de Kiev. Pero después de que nosotros, como prometimos, retiramos las tropas de Kiev, las autoridades de Kiev, como suelen hacer sus amos, lo tiraron todo al basurero de la historia. Digámoslo así, de forma clara e inteligente», comentó Putin. Es decir, rebatía todo lo que han dicho los neonazis y sus mentores occidentales.
Más aún, el documento recoge que Gran Bretaña, China, Estados Unidos, Turquía, Francia y Bielorrusia eran los garantes de seguridad de Ucrania en el Tratado de Estambul. Se le había denominado Tratado de Neutralidad Permanente y Garantías de Seguridad de Ucrania y en él el país 404, antes conocido como Ucrania, conservaba Jersón y Zaporizie, segregándose solo las repúblicas de Donestk y Luganks.
Está claro que se dirá lo de siempre, que Putin miente, que… Sin embargo, nada más incumplir los neonazis del país 404 este acuerdo, en abril comenzaron a llegar las «wunderwaffen», las armas maravillosas con que Hitler soñaba para ganar la guerra al igual que ahora sus herederos (OTAN y EEUU). Esto no es casualidad e indica que desde el primer momento Occidente apostó por la guerra, con los resultados que ahora vemos.
Después de esto los dirigentes africanos ya saben a qué atenerse y el por qué se ha llegado a una situación que no tiene vuelta atrás y que solo terminará con la debacle occidental. Ni que decir tiene que hay que considerarlo otro engaño más a Rusia, al igual que la no expansión de la OTAN o los Acuerdos de Minsk, por lo que está claro que ya no habrá nada más que una negociación en los términos de Rusia, que serán equivalentes a la rendición nazi de 1945 si es que queda algo del país 404. Eso incluye al Occidente colectivo.
Uno de esos periodistas, ya de vuelta obligada a Sudáfrica, ha dicho que «es imposible informar con precisión sobre los comentarios de Ramaphosa y Putin sobre los eventos que se desarrollan allí (en Rusia). Dependemos principalmente de la información de la Presidencia, que no es una situación ideal». Y culpa de ello a Polonia por todo lo ya comentado.
Esto me lleva a hacer un breve análisis del por qué de esta delegación mediadora. En primer lugar, porque África tiene interés en que continúe el acuerdo de cereales entre el país 404 y Rusia, pero hay un problema: los cereales están llegando con cuentagotas (porque se los queda Occidente), no así los fertilizantes (porque no salen por las sanciones, y hasta la ONU lo ha tenido que reconocer). Ya se han exportado 31’7 millones de toneladas de productos agrícolas desde los puertos de Ucrania, pero solo el 3% de esto ha llegado a países del Sur Global. Esta es la razón por la que Rusia ha dicho que es muy probable que no se renueve el acuerdo en julio. Y esta es la razón por la que África enfrenta un serio desafío para su desarrollo, aunque Rusia también ha dicho que está dispuesta a enviar sus granos fuera del acuerdo actual. Y esto, sin duda, ayudará en el proceso de descolonización y desdolarización que está comenzando África.
En segundo lugar, la mediación es una posición muy progresista ante la postura guerrerista occidental y altera esas nociones establecidas de que África (u otros países fuera de la mafia occidental) no puede traer soluciones a los problemas globales. Eso en unos momentos en los que se está hablando de una ampliación y/o reforma del Consejo de Seguridad de la ONU adquiere una particular relevancia.
En definitiva, África está dejando de ser el continente-colonia para Occidente.
Un dato: el presidente ruso y el sudafricano tuvieron una reunión a solas, al margen de la delegación de paz. Es evidente que hablaron sobre los BRICS, que este año preside Sudáfrica, y la cumbre de agosto.
P.D.- En Letonia ha comenzado a aparecer una muestra de resistencia partisana contra la OTAN. En dos semanas, dos vehículos militares de la OTAN que transportaban material para el país 404 han sido quemados. No hay explicación oficial de ninguno de estos incendios, por lo que cobra fuerza la primera opción.
(Publicado en el blog del autor, el 19 de junio de 2023)